Moscú y San Petersburgo bailan hoy un pas de deux
Coinciden en una gala de ballet primeros bailarines del Bolshoi y el Mariinsky; la rivalidad, solo un mito
Alexander Volchkov, primer bailarín del Ballet Bolshoi de Moscú, e Igor Kolb, solista del Mariinsky de San Petersburgo, encabezan esta noche una gala de ballet en Buenos Aires, tras presentarse en Bahía Blanca y Rosario. Ya en sus cuarenta, ambos representan la tradición de dos teatros emblemáticos, no solo para Rusia, sino para el ballet.
Espalda con espalda solamente para la foto, Volchkov y Kolb echan por tierra la teoría de la rivalidad entre el Bolshoi y el Mariinsky, aunque admiten que el mito les ha hecho fama: son buenos amigos.
"Como estamos en Rusia, a veces se puede hablar de rivalidad, pero es como si nos comparáramos con la escuela danesa o francesa o con el ABT Nueva York o el Ballet de Tokio: cada una tiene su propio estilo. Por dar un ejemplo: El lago de los cisnes siempre será El lago de los cisnes, pero con acento francés o japonés, del Mariinksy o del Bolshoi, lucen diferentes", explica Volchkov. "La rivalidad yo no la he sentido nunca, forma parte del mito -admite Kolb-. Lo que hay es una gran catarsis e intercambios de bailarines entre los dos teatros. Y una sana competencia, que no solamente se da entre las dos compañías, sino que tenés que luchar por ser el mejor entre los mismos compañeros de tu troupe"
Junto a una decena de artistas de diferentes elencos de su país, Volchkov y Kolb interpretarán un programa de grandes éxitos del repertorio clásico, que incluye los pas de deux de El lago de los cisnes, Carmen, La muerte del cisne, El corsario, La Bella Durmiente, Don Quijote y El Cascanueces.
¿Qué es lo mejor y lo peor de hacer galas? "En lo personal, lo mejor -responde primero el bailarín del Bolshoi- es encontrarse con amigos de otros teatros, figuras que hace años que no ves. Y en lo artístico, mostrar distintos estilos en una sola velada. ¿Lo malo? A veces se siente la ausencia del cuerpo de baile. Pero es así en la vida: cuando recibes una cosa tienes que dar otra. El cuerpo de baile te protege un poco y en la gala estás solo para el intercambio con el público".
Kolb acuerda con la posibilidad de mostrar mucho en una sola noche y aunque esa oportunidad es tanto para la audiencia como para los intérpretes, destaca la importancia de las galas para formar nuevos públicos: "Quienes comienzan a ver ballet pueden encontrar en escena los momentos más importantes de cada espectáculo y, así, empezar a definir qué les gusta. Si les gustó el pas de deux de El Cascanueces, seguramente buscarán ver el ballet completo, y ahí se pone interesante para formar una audiencia. Pasa lo mismo con los conciertos de arias famosas y la generación de nuevas audiencias para la ópera", compara.
Si Volchkov estuviera esta noche sentado en la platea no se perdería Carmen. Como espectador, Igor Kohl -que cumplirá 41 años en el vuelo de regreso a San Petersburgo, la semana próxima- sería un poco más exigente: "Me gustaría ver una interpretación que me sorprenda; probablemente, un ballet que ya he visto, pero cuya actuación esta velada me causara gran deleite".
Gala de ballet.
Con artistas rusos de los teatros Bolshoi y Mariinsky, entre otros.
Hoy, a las 20.30, en el Teatro Ópera, Corrientes 860. Desde $800.