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Dulcinea, locura quijotesca / Dramaturgia: Compañía del Revés y Marco Álvarez sobre Don Quijote de la Mancha / Dirección: Marco Álvarez / Intérpretes: Valeria Ortega, Juan Bär, Juan Bampini / Escenografía: Compañía del Revés, Romina Grande / Diseño y realización de objetos y vestuario: Romina Grande / Diseño sonoro: Matías Schurjin y Tomás Pagano / Sala: La Nave, Lavalle 3636 / Funciones: domingos, a las 17 / Duración: 55 minutos / Nuestra opinión: muy buena
La Compañía del Revés se ha sumado, hace ya varios años, a la pequeña lista de los grupos estables que hacen teatro para niños. Tienen en este momento dos espectáculos que presentan en la nueva sala La Nave: Gretel y Hansel y Dulcinea, locura quijotesca, que alternan un domingo cada uno. La primera está pensada para los más pequeños; es una versión profundamente humorística del clásico Hansel y Gretel, sin ninguno de los condimentos oscuros que la historia propone y con un predominio lúdico que puede observarse en la caracterización de los personajes, en sus gestos y movimientos de niños grandes, así como en la jaula donde Hansel se encierra solito, sin ninguna ayuda. Utilizan recursos simples y eficaces para construir los diferentes espacios de la acción, donde lo artesanal ocupa el primer plano en la escenografía y los objetos. A su vez, cuentan con dos músicos en vivo, ya que parte de la historia se resuelve a través de canciones. Allí se suman Valeria Fernández, como actriz, y Constanza Balsategui, en la realización de objetos y escenografía.
La otra propuesta, Dulcinea, locura quijotesca, está dirigida a un público un poquito mayor. Tres actores proponen la representación. Llevan todo lo necesario en una suerte de carro unido a un perchero rodante. Allí acarrean vestuario, objetos y escenografía portable, al estilo de los cómicos de la legua. Como el sistema que construyen es coherente, los materiales están acordes con esta situación. Visten de blanco y, sobre ese vestuario, se probarán ropas y accesorios para variar de personajes. La marca particular es la del descarte: lata, madera, cartón, aquello que ya tiene una historia previa y que se resignifica, que conjuga el pasado y el presente en el acto de representar. Una nueva vida para esa materia, una renovada versión para el transitadísimo Quijote. Se acertó con los pasajes elegidos que transitan tanto por las aventuras clásicas como por la posibilidad de reflexión. En uno de los tramos es interesante la situación a la que se enfrenta Sancho Panza como gobernador.
La Compañía del Revés demuestra que, con inteligencia y creatividad, sumadas a las buenas actuaciones y a los músicos que hacen un trabajo cuidadoso y original, es factible multiplicar el espectro de las narraciones posibles cuando de niños se trata.






