20 años de conciertos de órgano

Con el concierto que Adelma Gómez ofrecerá hoy, a las 18, en la iglesia San Juan Bautista, de Piedra y Alsina, se celebra y se inaugura la vigésima temporada de Organo en los Barrios. En el programa, que comentará como siempre el crítico Napoleón Cabrera, se escucharán composiciones de Liszt, Franck, Schumann, Guilmant, Milhaud y Ginastera.

Cuando la democracia estaba en vías de reinstalarse en nuestro país, el crítico Napoleón Cabrera pudo plasmar, en 1982, por medio de Cultura municipal, la idea de ofrecer recitales de música clásica en los barrios de Buenos Aires. Tales conciertos se afianzaron al año siguiente, esta vez con el protagonismo del órgano en las iglesias de nuestra ciudad, gracias a la iniciativa de Cabrera y Adelma Gómez, pioneros de este emprendimiento, que contaron con el decidido apoyo del Centro de Divulgación Musical, que era presidido por Ariel Ramírez.

Hoy, a contrapelo de la crisis, la Dirección de Música de Buenos Aires, dependiente de la Secretaría de Cultura porteña, a instancias de Adelma Gómez, decidió proseguir con el ciclo, incluyéndolo en la programación Clásica 2002, que prevé un concierto de órgano por mes en los templos de nuestros barrios.

La idea -aclara Adelma, por si fuese necesario- es que el público de los barrios pueda escuchar la música de órgano sin salir de su hábitat.

"La época de oro -recuerda la organista- fue desde 1983 hasta 1989. Entonces se ofrecían de diez a quince conciertos por mes, sin incluir las maratones organísticas de Pascua, Pentecostés y otras celebraciones religiosas. Lo estimulante para nuestra cultura es que el ciclo no se interrumpió a pesar de los sucesivos cambios de gobierno. Así es que volvemos hoy con el apoyo oficial y de empresas como la Fundación BankBoston y Ford Argentina. Debido a esto tanto organistas como organeros ya están listos para esta nueva temporada. También debo aclarar que colabora con nosotros Alicia Terzián, a través de Encuentros Internacionales de Música Contemporánea (lo incluye dentro de su programación), en el festival internacional que organizo este año, con la participación -reducida, pero importante- de los organistas Stefan Frank, de Alemania, y José Luis de Aquino, de Brasil. Si conseguimos más dinero podremos contar con otros extranjeros." Adelma señala como una de las conquistas artísticas y culturales del ciclo el mantenimiento de los órganos, que constituyen un patrimonio de la ciudad. De los 110 órganos de Buenos Aires instalados en Barracas, Palermo, Belgrano, Centro, Villa Devoto, Monserrat, Retiro y otros sitios funcionan hoy unos cuarenta, gracias a que durante estos años fueron restaurados. Precisamente el Gobierno de la Ciudad acaba de reparar y reconstruir el de la iglesia Santa Felicitas de Barracas, un órgano alemán Walcker, de los buenos, además de refaccionar la arquitectura del templo.

- ¿Cómo se programan los conciertos en los distintos órganos?

-Según cada instrumento. Si es un órgano francés del siglo XIX (por ejemplo un Cavaillé-Coll) prefiero incluir obras de compositores franceses de esa época, si bien se adapta a estos instrumentos la música del siglo XX. En general trato de que las obras sean equilibradas en sonoridades, ritmo...

- ¿Cómo reacciona el público?

-No hacemos concesiones demagógicas. Aunque todos pidan la "Toccata y Fuga en re menor", de Bach, apenas si la tocamos una vez al año con, por ejemplo, una obra de Messiaen. Creo que todavía la gente va con cierta rigidez, o algo temerosa de escuchar órgano en las iglesias. Y si bien tenemos público que nos sigue en varios templos la idea es ir motivándolos para que se lo tome como si fuese un concierto de piano o de orquesta. Creo que muchos van porque escucharon mis audiciones de órgano, que se emiten por la FM Radio Nacional, hoy recuperada en el 96.7 del dial, los domingos, a las 9. Allí trato de desacralizar la imponencia del órgano. El mismo órgano solemne de algunos de los grandes acontecimientos de nuestras vidas, como son los casamientos.

- El repertorio es enorme.

-Claro. Es el instrumento para el que más se ha escrito a través de los siglos. Incluso hoy se pusieron de moda las transcripciones. Así, tenemos "Cuadros de una exposición", de Mussorgsky, o algún poema sinfónico de Liszt. Yo no estoy de acuerdo con esto. Si hasta la "Sinfonía en Re", de César Franck, fue transcripta. Esto es increíble. Se le quita la belleza plasmada en la orquesta. Pero incluso los países europeos, que fueron muy severos en esto, han cedido a esta moda. El órgano no necesita de esa literatura como puede necesitarla un un violoncello o una guitarra, que tienen poca literatura original.

- El respaldo oficial es otra conquista en estos tiempos.

-Ya lo creo. Y es tanto que ya se prepara un concurso nacional de obras para órgano, que seguramente se realizará hacia fin de año. Con el mismo espíritu festejaremos el primer domingo de noviembre el Día del Organista, como lo venimos haciendo hace quince años, donde participan jóvenes y maduros, alumnos y maestros, profesionales y aficionados. El año pasado fueron veintidós los organistas participantes que sumaron cuatro horas de música en la iglesia San Juan Bautista.

Conciertos de Organo en los Barrios ostenta hoy mil sesenta funciones gratuitas, muchas de ellas sin auspicio. Unicamente de 1983 a 1989 se realizaron más de seiscientas, en la Catedral metropolitana, en la Guadalupe y en San Agustín, de Palermo; en Sagrado Corazón de Barracas; en San Rafael, de Villa Devoto; en la Inmaculada Concepción, de Belgrano; en San Martín de Tours en Palermo Chico. Este año participarán en el programa los organistas Luis Caparra, Enrique Rimoldi y Sara de Vergara, más los extranjeros mencionados.

Adelma Gómez no descansa. Pero su labor no se constriñe a nuestro país. Siempre la esperan en Europa. En julio iniciará una gira por Francia (empezando por Vend˜me, luego Dijon y Tours y la Madeleine de París) y Alemania (Munich y Bogenberg), que se extenderá hasta agosto.

"Esta será la tercera vez que toco en la Madeleine de París. Es uno de los más hermosos órganos que toqué; es emocionante. Y tanto por propia iniciativa como porque me lo piden siempre llevo obras de compositores argentinos. Esta vez incluyo, por ejemplo, la "Toccata, Villancico y Fuga", de Ginastera, el "Malambo", de Ariel Ramírez, y obras de Juan Francisco Giaccobe y otros. Mis "regalos" a los organizadores y organistas que me invitan siempre son partituras de compositores argentinos. Adelma se despide no sin antes enfatizar que todos los conciertos son con entrada gratuita. Su ferviente deseo es que cada persona que concurra a estos recitales se entregue con felicidad a escuchar a este rey de los instrumentos que entre nosotros permanece todavía relegado y que ella trató de acercar a todos mediante más de mil conciertos ofrecidos hasta ahora.

Por René Vargas Vera

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