Sleater-kinney: a bailar que se acaba el mundo
Sleater-kinney / The center won't hold: The Center Won't Hold, Hurry On Home, Reach Out, Can I Go On, Restless, RUINS, LOVE, Bad Dance, The Future Is Here, The Dog/ The Body, Broken (Mom+Pop) / Nuestra opinión: buena
Necesito algo bonito, para ayudarme a aliviar mi dolor. Necesito algo feo, para ponerme en mi lugar". Las ambivalentes primeras dos frases de The Center Won’t Hold, el nuevo álbum de Sleater-Kinney, marcan en buena medida lo que vendrá: once canciones que se mueven entre uno y otro extremo de la sonoridad y sororidad de este trío que supo ponerle límites a su contexto desde la década del 90, con influencias confesas que van de Ministry a New Order y de Depeche Mode a Fleetwood Mac, de la luz a la oscuridad y con la dirección artística de St. Vincent, productora e inspiradora de esta nueva etapa del grupo.
Tras el denso arranque con el tema que da nombre al álbum, Carrie Brownstein, Corin Tucker y Janet Weiss (quien dejó la formación no bien se editó el álbum), se encuentran a sí mismas en "Hurry on Home" para enseguida dejar todo y mandarse a mudar bien lejos de casa con "Reach Out", una gema pop que no pierde la intensidad genética de Sleater-Kinney. En "Can I Go On" sobrevuela el toque St. Vincent con gracia y ya para "RUINS" la sociedad creativa entre el trío y la cantante y guitarrista comienza a desdibujar fronteras. Entonces llega "Bad Dance", y Brownstein sintetiza el espíritu de época a pura intensidad: "Si el mundo está terminando ahora, entonces bailemos... Y si todos estamos envueltos en llamas, entonces gritemos el grito sangriento. Estuvimos ensayando esto toda la vida".