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Lully, un músico talentoso, impiadoso y también mártir
Antes de eso, Lully había tenido otros episodios ingratos con los miembros inferiores, aunque no con los suyos. En 1664, se estrenó su "Miserere" con la asistencia del rey. Luis XIV, sobre un mullido almohadón, se arrodilló durante todo el tiempo que duró la obra. Toda la corte siguió su ejemplo. Al finalizar, el monarca le preguntó al conde Grammont qué le había parecido la música. "Majestad, es muy agradable para el oído, pero Lully tendría que escribir obras que fueran menos duras para las rodillas."


