Beyoncé: impacto visual y grandes hits

Los casi 10.000 espectadores que se acercaron al Hipódromo de San Isidro para ver a Beyoncé, en su primera visita a la Argentina, fueron testigos de una impresionante puesta en escena, a cargo de una de las divas del pop del momento. El hit "Crazy in Love" fue el puntapié inicial para dos horas en las que se escucharon viejos éxitos y nuevos hits de su último disco I am... Sasha Fierce y donde la propuesta estuvo más que nada basada en el impacto visual.

A pocos minutos del comienzo del show, la pantalla gigante ubicada detrás del escenario imitó a un cielo oscuro, cubierto de estrellas muy brillantes y Beyoncé, vestida completamente de blanco, con un body y una etérea capa de gasa, entonó su versión del "Ave María". Durante los siguientes temas, las imágenes proyectadas y Beyoncé cantando y bailando, formaron un conjunto atractivo pero un poco desconectado del público.

Esto cambiaría poco después, cuando la cantante abandonó el escenario y dejó a las coristas cantando con sus impecables voces y haciendo un juego con el público masculino. Tras esta corta ausencia, caminó por un pasillo entre el público hasta llegar a una pequeña isla-escenario, ubicada en el medio del predio. Ahí cantó "Baby Boy" y dedicó unos minutos a mirar a sus fans, que coreaban su nombre y no dejaban de grabar y fotografiar con sus I Phone, BlackBerry y otros celulares.

"Esta es mi parte favorita del show, porque les puedo ver las caras", dijo, cuando observaba a sus fans con detenimiento, ofreciéndoles una sonrisa y una mirada amable. Fue un momento especial para los seguidores de Beyoncé, que se mostró más accesible y cercana. La cantante invitó al público a levantar sus brazos y moverlos, mientras comenzó a cantar "Irreplaceable". Luego continuó con la sugerente "Check On It", cantada, palabra por palabra, a los gritos, por la multitud de chicas adolescentes que admiran a la diva. Y después, en esa misma onda sexy, cantó la exitosa "Bootylicious". El ambiente siguió subiendo de temperatura, más allá del intenso calor de la noche, cuando un grupo de bailarinas y bailarines realizaron una coreografía sensual, acompañados por Beyoncé, en "Video Phone".

Después de continuar con el primer gran hit de Destiny´s Child, "Say My Name", la diva volvió al escenario principal para el clímax del show. Las luces se apagaron y en las tres pantallas del escenario se vio un compilado de los videos que la gente subió a YouTube, imitando el videoclip de "Single Ladies (Put a Ring On It)". Entre las imágenes de gente común, se destacaron un clip del ídolo pop Justin Timberlake, quien hizo una parodia en Saturday Night Live y una filmación casera de Obama moviendo la manito al estilo Beyoncé. "Ahora, el momento que todos estaban esperando. Párense y alcen la mano", gritó la cantante y el público enloqueció. Un segundo después, no quedaba nadie quieto en todo el predio, mientras Beyoncé cantaba "Single Ladies".

Después de descansar unos segundos, interpretó "Halo", hit de su multipremiado último disco. Vestida con un impactante body negro, decorado con incontables cristales, abandonó el escenario principal y volvió a acercarse a la isla, para estar rodeada de su público. Ahí recordó a Michael Jackson y al recientemente fallecido diseñador de moda Alexander McQueen y le pidió al público que levantara sus manos, mientras terminaba de cantar el tema.

Tras ese momento emotivo, Beyoncé cantó una versión R&B del "Happy Birthday" para todos los que cumplían años ese día. La pantalla se puso en negro y aparecieron las palabras "I am? yours", mientras lo decía a su público: "Soy suya".

Por María Fernanda Mugica

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