Buddy Guy en un regreso a los orígenes
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Es uno de los grandes guitarristas de blues de todas las épocas. Buddy Guy, músico nacido en Mississippi pero formado en Chicago, acaba de lanzar su nuevo disco "Sweet tea", una combinación de cadencias del pantano y electricidad citadina.
Su manera de cantar renqueante, sus frases cortas y reiterativas, su forma gospeliana de componer dejaron un sello en infinidad de guitarristas de blues y rock, como el mismísimo Eric Clapton.
"Sweet tea", grabado junto con ignotos aunque entendidos músicos de blues, es un puñado de temas donde Guy aborda el blues desde diferentes estilos: el bayou, algo de rhythm & blues (estilo identificado enteramente con Chicago), blues rápidos y otros enteramente eléctricos.
Su modo de interpretar tiene influencias de Magic Sam, algo de Hendrix, B. B. King y, por detrás de todo, la música huele bastante a Muddy Waters.
Vive en Chicago, cerca de su famoso club, el Legend, por donde han pasado casi todos los que aman el blues. A continuación transcribimos las partes centrales de una charla telefónica con el músico:
-Hay una suerte de regreso de Chicago al Bayou, en "Sweet tea", ¿lo siente así?
-Hay un cambio en éste, mi último trabajo. Nunca estuve muy cerca de lo que fue la movida de Mississippi y acá me acerco. Quería algo un poco diferente.
-Hay pocos guitarristas líderes de blues. ¿A qué se debe su falta? ¿Están interesados en otros géneros como, por ejemplo, el rap y el funk que al parecer dan más plata?
-Y bueno... el blues no trae la exposición que sí dan la mayoría de los otros estilos musicales. Nunca dio exposición y el porqué no lo sé. B. B. King comenzó a tocar la guitarra de cierta forma y fue imitado por todos los guitarristas que lo sucedieron, incluyéndome a mí y a todas las estrellas del rock. Tanto él como yo somos considerados los mejores guitarristas, sobre todo de blues, y no tenemos ni tuvimos la exposición que otros tienen por tocar otra música.
Entonces -continúa-, los jóvenes de hoy se preguntan por qué deberían ser como John Lee Hooker cuando no saben quién es ni escucharon sus grabaciones, a menos que alguien más actual haya grabado alguna de sus canciones. Generalmente se fijan en otros músicos que tuvieron o tienen más exhibición. Y sí, por supuesto que el dinero también los lleva a elegir otro estilo, si es que hay otro que también les guste. La exposición está ligada a la plata. En otros tiempos en las radios se pasaba todo tipo de música, y eso incluía a B. B. King y a mí. Pero hoy las cosas cambiaron y básicamente lo único que suena es rock... y a mí me gusta, y de hecho algunas estrellas del rock son muy buenos amigos míos. Pero el blues tiene poco aire, aunque gente como yo, B. B. King, Eric Clapton y otros intentemos ampliarle el espacio.
-¿Siente que este trabajo es una manera de continuar su carrera, como una reafirmación del blues por parte de Buddy Guy?
-Espero que este trabajo me ayude a continuar mi carrera. Debo agradecerle a la compañía discográfica por haberme dado esta oportunidad, a ustedes por entrevistarme... lo cierto es que no se trata sólo de mi carrera, sino del blues. Necesitamos toda la ayuda posible para difundirlo. Me preocupa que el género no se propague más o que se estanque, y mientras pueda voy a hacer lo posible para que se mantenga vivo. Podría decirse que "Sweet tea" es una reafirmación del blues. Cuando terminé el disco me dije a mí mismo que lo importante era que alguna estación de radio lo pasara. Así, tal vez, alguien dijese ¡wow!, lo comente y se expanda el gusto por lo que toco. Esto ayudaría al género.
-Cuando La Nación le preguntó a Deacon Jones cómo encontraba la escena blusera actual dijo que muchos de los que decían tocar blues en realidad estaban tocando rock...
-Considero que no hay mucha diferencia entre el rock y el blues. El rock, para mí, es música a la que se le tiene que subir el volumen y tocar un poco más rápido, pero que si se le baja -el volumen- y se toca un poco más despacio, tenés blues. Cada uno tiene su punto de vista, pero yo creo que sigue siendo blues. Yo tengo una hija que se dedica al hip-hop y al rock y un día me dijo que quería que tocara en su disco. Yo le contesté que no sabía tocar eso y ella me dijo: "Sí sabés, sólo tenés que tocar blues" (ríe).
-En "Sweet tea" hay sonidos naturales y otros algo saturados, ¿qué buscó con estos contrastes?
-Honestamente (ríe)... busqué cantar correctamente y tocar lo mejor posible para que alguna emisora radial eligiera mi disco para pasarlo al aire, como elegí yo en mi casa tocar ciertos discos originales de blues de Mississippi. Este disco tiene sonidos originales de esa zona. Creo que suena bastante natural... no me gusta mucho toda la tecnología porque a veces, al escuchar una grabación mía terminada, no me reconozco y eso no me gusta; entonces busco la naturalidad. Me gusta este sonido, el que logré en este CD. Gozo al capturar exactamente lo que estoy tocando. No me gusta cuando se utiliza la tecnología para sacar o agregarle algo. La tecnología puede hacer cosas buenas, pero también malas.
-El tema "Stay all night" suena a "Born under a bad sign". ¿Hay ciertas recurrencias en el blues que alejan al público joven?
(Ríe) -Sí, sí, eso me gusta... de Albert King. Sí, me encanta... y es como volver en el tiempo. En realidad, no sé qué responder, ojalá pudiese. Puedo decirte que cuando mi hija lo escuchó, me dijo: "Papá, prepárate que te espera otro Grammy"... No sé qué escuchó (ríe), pero me hizo sentir un poco mejor porque, en un principio, a mí no me gustó mucho. No creía que podía ser material para tocar en el aire, pero la compañía discográfica dijo que ya hay varias emisoras que lo aceptaron. Pensar que otras cosas que hice en el pasado no las tocaron.
-¿Cómo considera el aporte de Stevie Ray Vaughan al mundo del blues?, pues mientras estuvo vivo pareció revitalizarlo, aunque más desde el lado de la interpretación que de las composiciones.
-Cuando él salió un montón de gente lo aceptó con la música que estaba tocando. Incluso grabó muchas canciones de grandes músicos, y gracias a ello una numerosa audiencia escuchó música que nunca hubiese escuchado. Y fue reconocido como músico de blues, todos lo dijeron, desde Eric Clapton hasta los Rolling Stones. Estar en alguno de sus discos te daba algo de exposición. Hizo un trabajo muy bueno para el blues.
-Usted toca la guitarra, canta, compone, ¿qué es lo que más disfruta?
(Ríe) -Dios da talento. A mí me lo dio y yo estoy contento de transportarlo a tu país o a cualquiera que me quiera escuchar. Siempre que tuve la oportunidad lo llevé y toqué en cualquier lugar. Lo que más disfruto es hacer sonreír a la gente con lo que hago, aunque sea por un instante. Pienso en distraer al público de los problemas y las locuras que se viven a diario y hacerlo sonreír, porque la música hace eso por mí. Tomo mi guitarra y logro disfrutar por un rato, aunque pueda haber algo en mi vida que no esté bien.
-¿Ha considerado presentar su material en Buenos Aires?
-La verdad es que sí. ¡Estuve allí en una oportunidad, me gustó mucho y me encantaría volver pronto! Además, tengo un club nocturno de blues acá en Chicago y viene mucha gente de la Argentina a visitarlo. Iría mañana si me llamaran (ríe).






