Celebración en el Luna Park

"La argentinidad al palo...", recital de la Bersuit Vergarabat.
Estadio Luna Park. Nuevas funciones: mañana, a las 21, y los días 4, 5, 6, 8 y 9 de julio, a las 21.
Nuestra opinión: bueno.

El estadio Luna Park es una gran celebración. Los cánticos ochentosos se repiten una y otra vez. "El que no salta es un inglés", corea la masa de adolescentes que convierten el estadio en un caldero. Con 16 años pechando dentro del rock argentino, la Bersuit Vergarabat vive su momento de gloria, después de tanto Cemento y noches de reviente. Desde la eclosión en ventas del disco "Libertinaje", en 1998, el fenómeno bersuitero no hizo más que acrecentarse en público y polémicas. Para la presentación de su último disco, "La argentinidad al palo", la banda que hizo de la provocación y el mestizaje uno de sus mejores argumentos sigue conmoviendo al aburguesado mundillo rockero y cosechando tantos detractores como fieles: hasta el momento son nueve los conciertos programados.

Los integrantes de la banda aparecen sentados a una larga mesa desde donde cantan "Y no estás solo...." De ahí en más, y a lo largo de dos horas y media de concierto, el grupo descarga su sólida y adrenalínica mezcla de ritmos como candombe, carnavalitos, reggae, cumbia, murga, chamamé, pop, hardcore, hip-hop y hasta alguna viñeta lunfarda del tango.

Público heterogéneo

La familia bersuitera se amplió, y al público rockero y adolescente se sumaron los pibes que bailan cumbia villera, además de una audiencia nueva atraída por los hits radiales del grupo, como "La soledad". La banda nivela todos esos mundos con esas canciones que destilan alegría rioplatense, como "Murguita del sur"; letras provocadoramente sexuales; historias de amor cuartetero, como la de "La oveja negra"; muestra su veta psicótica en "Convalecencia en Valencia", y lanza un discurso irónico que se burla de la argentinidad y el lenguaje de funcionarios y comunicadores cuando tiran porcentajes sobre la pobreza en la chacarera "La argentinidad al palo".

La impecable puesta de luces acompaña los climas de un concierto que se da tiempo para los momentos emotivos de "Sudestada", con imágenes de los inundados de Santa Fe y para la exaltación nacionalista. "Primero fueron los españoles, después los ingleses y ahora los yanquis los que nos roban todo", dice el Pelado, voz del grupo, en una de las pocas arengas de la noche. La popular le responde con un: "Argentina, Argentina".

Los integrantes de la Bersuit apelan a la memoria colectiva de una identidad fragmentada, desde la visión porteña, para descubrir el origen de todos los males con caótica y brutal sinceridad. Detrás del fenómeno popular de la Bersuit, abonado por el desparpajo de sus letras y su festivo mestizaje musical, se perfila la representación de una sociedad hambrienta, analfabeta, corrupta y marginal, que no encuentra salida, como cantan en "La calavera", o que se tiene que exiliar, como en "El viento trae una copla". Alimentados por el cinismo de esa realidad invitan a bailar para cambiar la suerte.

Por Gabriel Plaza

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