El fenómeno, visto por un especialista

A los 64 años, Luis Alposta es uno de los poetas lunfardos que siguen escribiendo. Tiene editados varios libros de poemas como el excelente "Con un cacho de nada", editado por Corregidor. Ultimamente su nombre se hizo conocido entre un público más joven, a través de su colaboración con el cantante Daniel Melingo que musicalizó y grabó varios de sus poemas en sus discos. "Hago un tango que no sólo pretende decir cosas, sino que, además, en un tiempo en que nadie escucha a nadie, pretende ser escuchado", se define el poeta lunfardo.

Alposta, admirador de poetas como Yacaré, Iván Diez, Alvaro Yunke, Dante A. Linyera, Carlos de la Púa, Julián Centeya y los más conocidos Celedonio Flores y Enrique Cadícamo, tiene su visión del fenómeno revisionista que apuntaló de alguna manera Daniel Melingo y jóvenes agrupaciones. "Creo que hay mucho terreno virgen en la poesía lunfarda. Muchos se acercan por el lado de Rivero, que tuvo gran influencia para muchos de estos jóvenes. Más en Melingo que él lo admiraba y a partir de ahí nos conocimos. Con Rivero hicimos varias cosas juntos como la milonga "Tres puntos", con letra mía", cuenta.

La marginación, que durante mucho tiempo vivió la temática con giros lunfardos, tiene una explicación para Alposta. "No tuvo que ver con una marginación de parte de la gente y los tangueros, sino con la prohibición que recibió de los gobiernos de turno. Muchas letras fueron prohibidas para ser emitidas por radio. Así, letras como "percanta que me amuraste" cambiaba a "muchacha que me dejaste". Pero, en definitiva, el pueblo siempre las cantó como correspondía y como las habían escrito sus autores, sin eufemismos. Quizá por eso muchos jóvenes se identifican con ese tango. Porque eran auténticos y hoy hay mucho hambre de eso."

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