
El hip hop latino y explícito de Calle 13
Presentación del disco Residente o Visitante , de Calle 13. Sábado 1° de septiembre, en el The Roxy Club.
Nuestra opinión: bueno
Con dos discos editados y canciones de contenido social, sátiras misóginas, versos triple X y rimas tan ingeniosas como imposibles de memorizar, la dupla creativa y fun(k)damental de Residente y Visitante convirtió a Calle 13 en la oveja negra del hip hop caribeño y la nueva sorpresa de la industria latina. En Buenos Aires esos temas calientes como "perreo" de reggaeton, que encendieron a la juventud boricua, pegaron de igual manera en los adolescentes porteños que encontraron en hits radiales como "Atrevete te-te" o "Tango del pecado" la mejor excusa para llenar las dos funciones de Calle 13 en el Roxy.
Identidad boricua
Apenas comienza a sonar la banda de diez músicos se libera la zona para un hip hop con identidad caribeña, que se refleja en el pulso de la percusión y en los ataques del trombón y trompeta; la potencia funk; los sonidos folklóricos; el dub y el reggaeton más caliente y rabioso, que se escucha por estos días en Puerto Rico.
La aparición del mulato Residente (René Pérez Joglar) con su verborragia raper y sus letras -pura gasolina sexual y social- estimulan un clima de bailanta general. Su fiel compañero Visitante (Eduardo José Cabra Martínez) dispara programaciones y la cantante Ileana Cabra Joglar aporta ese fraseo sonero, otro de los elementos atractivos de la mestiza y combustiva sonoridad del combo boricua.
Pero es el cantante Residente, quien lleva las riendas del concierto con su mensaje rabioso y lacerante (aunque a veces la bola de sonido no deja escuchar su voz), lleno de palabrotas condicionadas que suenan como un grito generacional de explícita antipatía al sueño americano en "La Fokin moda" o "Pa l norte", dedicado a los inmigrantes en el mundo.
Las letras de los Calle 13 fluctúan sobre todo entre las historias urbanas y los serpenteantes monólogos sexuales de Residente, que son moneda corriente en los barrios populares de Puerto Rico, donde no suena otra cosa que en el reggaeton. El concierto tiene sus puntos más altos en "Tango del pecado" (donde sube invitado Gustavo Santaolalla que canta un pedacito de "Los Mareados"), "La cumbia de los aburridos", y el viboreante ritmo de "Suave".
El público adolescente delira, agita los brazos y baila en una mezcla de reggaeton, hip -hop y cumbia villera, con esas y otras canciones como "Se vale to-to", "Crema", y el hit "Atrevete-te-te"; y se enganchan menos, en cambio, con los temas "guerrilla" de Residente como "Querido F.B.I" y la pieza de toque sandinista "Llégale a mi guarida" con Vicentico en coros.
En su contundente show los Calle 13 derribaron cualquier prejuicio sobre la vulguridad del reggaeton y sonaron tan provocadores como originales.



