"El rock marcó un antes y un después"

"Creo que es lo más valioso que he hecho en toda mi vida", concluye Caetano Veloso una vez finalizado este nuevo encuentro con la prensa argentina, ya fuera de tiempo y sin grabadores funcionando. Pocos de los presentes en la sala se permitieron darle crédito, pensando quizás en la gran cantidad y variedad de hechos culturales que ha generado en las últimas cuatro décadas este singular artista que acaba de cumplir 65 años; pero Caetano se dio cuenta de la incredulidad general y entonces se extendió en el tema, y desoyó a la numerosa troupe que en este tipo de giras parece no dejarlo a solas ni por un instante (secretarios privados, managers, empleados de la compañía discográfica con la que edita sus discos): "Es real -dijo con brillo en su mirada y honestidad a flor de piel-. No veo algo que justifique tanto mi vida, ante mis propios ojos, como el haber contribuido a que gente joven en su momento repensara tanto el tango en la Argentina como el fado en Portugal".

El músico brasileño llegó a Buenos Aires para ofrecer cuatro conciertos en el teatro Gran Rex (desde ayer y hasta pasado mañana) y recién aterrizado en el país se reunió informalmente con un puñado de periodistas para dialogar y promocionar su último espectáculo.

"Cuando vine por primera vez y canté un tango hubo jóvenes que me silbaron, y lo mismo me ocurrió en Portugal con el fado. Era como que muchos jóvenes aquí reaccionaban contra lo que representaba el tango y las tradiciones, como diciendo «no quiero atarme a este país». Definitivamente haber colaborado en transformar esa idea lo encuentro como lo más valioso que he hecho en toda mi vida", subraya, y no deja espacio para dudar de su sinceridad.

De revoluciones perdidas

Una hora antes Caetano había comenzado la charla con una exposición acerca de las diferencias existentes entre el Cê portugués con el que bautizó su último álbum, el "che" argentino y el "vo" uruguayo: "Cê es la abreviatura de você y se refiere un poco a la intención que el disco tiene de cierta concisión, en la instrumentación, en los arreglos, incluso en la formación de la banda que grabó el disco".

Para Veloso, existen intenciones "rockeras" en Cê , pero que "establecen una distancia de la posición actual de cierto rock que se plantea como la elite de la creación de canciones y producción musical y desprecia el resto de la música. Eso mismo les sucedía a los músicos de jazz en los años 50 y por eso luego surgieron movimientos como el rock, que marcó un antes y un después en la manera de componer, o el tropicalismo, que cuarenta años atrás comenzó con la pretensión de hacer canciones críticas de la forma de crear canciones que existía en Brasil. Para la gente del jazz, era como una regresión hacia armonías primarias. Ahora, el rock parece ubicarse en ese lugar, y es muy irónico que algo que empezó como basura comercial quiera ser la elite de la industria cultural. El tropicalismo ya planteaba un pensamiento sobre el rock británico y Cê es una actualización, una radicalización de esta posición".

Para apoyar con música sus palabras, Caetano se presenta sobre el escenario junto con un trío comandado por el guitarrista Pedro Sa y que completan Ricardo Dias en bajo y Marcelo Callado en batería. "Me gusta tanto lo que hicimos y lo que seguimos haciendo con esta banda (en los conciertos ya incluimos una canción nueva que no está en el disco), que probablemente continuemos investigando en esta línea", sugiere.

-Con la perspectiva que permite el tiempo transcurrido, ¿encuentra en su obra algún tipo de hilo conductor?

-Creo que mi carrera quizás haya tenido más que ver con cierta búsqueda de la prueba y el error, y eso definitivamente ha marcado una línea en la que siempre me reconozco. No creo que sea una virtud, pero sí una realidad.

Por Sebastián Ramos

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