
Flavio Cianciarulo proyecta el futuro con su nueva agrupación
El bajista de Los Fabulosos Cadillacs comienza otra etapa
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Flavio Cianciarulo decidió que, por ahora, el pasado quede por un tiempo archivado en la memoria. Un pasado que incluye tanto a los Cadillacs como a su reciente estada de dos años en México, en los que se dedicó a producir discos de otras bandas y armó su propio proyecto, La Mandinga. Por eso, no hubo temas de los Cadillacs en el primer show del ciclo que está realizando en El Club del Vino y acá, en la sala de ensayo de la avenida Córdoba, está Calaveralma en pleno, dispuestos a hablar de este nuevo viaje musical. Y sí, es cierto, no se habla mucho del ayer. La banda hoy respira futuro, aunque el ayer esté en los pulsos de cada uno, en los elementos sonoros que utilizan, combinan y suman en las canciones.
Discos de Piazzolla
Flavio anda buscando ritmos y sonidos desde hace rato. Cuando LA NACION lo entrevistó, durante una gira por los Estados Unidos con los Cadillacs, en 1998, él ya viajaba con su caja de discos de Piazzolla. Entre otras cosas, además, tocó con Javier Malosetti y con Gabriela Torres y acaba de colaborar en el álbum de Teresa Parodi.
Y esa curiosidad musical se unió con la de otros. Con José Nalé, que tocó con casi todos los folkloristas existentes y con muchas bandas de rock, con Gustavo Liamgot que pasó largo tiempo acompañando a Bernardo Baraj y Litto Nebbia, con el guitarrista Gonzalo Franzoni, con el percusionista y estudiante de ritmos africanos Iván Macchiavello y con Camilo, un mexicano que acaba de llegar para aportar voces.
Es una banda que recién comienza, insisten todos sus integrantes. Por eso, los nervios iniciales del sábado y, por eso, han comenzado por tocar para ver, más tarde, si editan un álbum. Sin embargo, hubo un germen que sí tomó forma de disco, "El marplatense", que Flavio grabó junto a Nalé y Liamgot hace dos años pero se editó hace un par de meses.
"Fue cuando Flavio decidió volver -dice Nalé- que empezamos a pensar en un sexteto, con material nuevo." De hecho, apenas un par de composiciones de ese álbum en trío que Flavio define como "más intimista" han sobrevivido al formato nuevo.
"A esta banda le queríamos dar un carácter más grande, más centrado en la canción -explica el bajista-. Nos preguntamos qué queríamos, si tocar sentados o pararnos en el Cosquín Rock, para darte un ejemplo."
Algunas de las canciones ya empezaron a aparecer en México, pero la mayoría fueron compuestas aquí, con la banda en funcionamiento. "Soy de componer mucho cuando escucho cómo suena una banda, me inspira. Compongo sobre la marcha y no puedo parar. Pero aunque hasta ahora la mayoría de los temas son míos, ya hay uno de Gustavo (Liamgot) y está en puerta uno de Gonzalo."
En el repertorio nuevo aparecen estilos muy variados. Ritmos folklóricos, tango, candombe, rock, jazz. "Es lo que nos une -dice Nalé-, esa mirada hacia adentro."
"Yo hablaría de elementos -precisa Flavio-, me gusta tomar distintas cosas de forma un tanto hereje, en el buen sentido y con todo el respeto. Es un poco como uno escucha música, yo no puedo escuchar todo el día lo mismo. Y empezás a descubrir a los tocadores . Para dar un ejemplo, yo escucho a Hugo Díaz, por caso, tocar la armónica y me muero, porque más allá del género, estoy escuchando a un gran tocador de su instrumento. A eso quiero llegar, a que uno escuche la música por la música en sí, y entonces, ¿qué diferencia hay entre Hugo Díaz, Charlie Parker y Hendrix?, más allá de que cada uno suene con los elementos de sus propios contextos. Escuchando me doy cuenta de que eso es lo que me interesa, después, perseguiré el camino de los tocadores."
Talento para lo popular
Liamgot aclara que a Flavio no le gusta que lo diga e intenta definir el estilo del bajista. "Mirando desde afuera veo que el talento que tiene es el de componer música popular, y con los Cadillacs lo ha demostrado. Después hizo el disco "Flavio, solo, viejo y peludo", distante de la música popular, y ahora creo que volvió a lo que sabe hacer, que es la música directa. Con elementos de jazz, folklore e improvisación, pero ahí está la canción popular, que es un bien superior."
"Hasta la canción siempre", dice, bromea Flavio, y la sonrisa cómplice demuestra que esto se ha convertido en muletilla y leitmotiv de la banda.
Entre los temas que está presentando está "Felicidad", que, en el show, Flavio ha explicado que es para su hermana, que es monja de clausura. "Sí -cuenta-, a los 27 o 28 años le dijo a la familia que iba a ser monja, de clausura, de las Carmelitas Descalzas de Mar del Plata. La he ido a visitar, están todo el día orando, son monjas de silencio y oración. Nosotros le decíamos por qué no era monja de caridad, y ella decía que detrás de las monjas de servicio hay una de oración, que detrás de una Madre Teresa, que es de barricada, y de lavar leprosos están las de oración, que las sostienen."
Lo que no hay son temas de los Cadillacs. Flavio insiste en que no se trata de una postura y que, quizás, un día haga alguno. "Pero el chiste, lo divertido, es empezar con una banda nueva y con temas nuevos. Estamos contentos con lo que hacemos."
""Matador", en un momento, fue un tema desconocido, hay que darles una oportunidad a estas canciones", agrega Liamgot.
La pregunta sobre el futuro de los Cadillacs es, claro, inevitable. Para Flavio el asunto no tiene vueltas ni reveses. "Estamos igual, en stand by, no tiene por qué cambiar nada, hasta que un día cambie. O quizá no cambie nunca." El futuro, se ve, es abierto, pero por ahora el presente se llama Calaveralma.
Para agendar
- Calaveralma. Grupo de Flavio Cianciarulo.
El Club del Vino. Cabrera 4737. Tel. 3833-8330. Sábados a la medianoche. $ 12


