Jonas Brothers: los dueños de toda la euforia adolescente

Disfrutar. Esta es la palabra que más se escuchó durante la conferencia de prensa telefónica que brindaron desde Los Angeles los hermanos Kevin, Joe y Nick Jonas para los medios latinoamericanos antes de comenzar su primera gira mundial, The Jonas Brothers 2009 , que mañana los traerá a Buenos Aires luego de su paso por Perú y Chile y antes de que lleguen a Brasil y a México.

Disfrutar el presente, los amigos, las oportunidades, la edad, los shows, las filmaciones, las grabaciones, los viajes, la familia, la música. Los Jonas están pasando un buen momento y no quieren perdérselo; es que en algo más de un año estos hermanos nacidos en Nueva Jersey pasaron de ser una entre tantas bandas de rock de tres lindos chicos a ser la gran banda de rock apadrinada por el emporio Disney y por Live Nation, la productora de conciertos y giras más grande del mundo.

En el medio quedó la participación del trío en la gira de Miley Cyrus o su álter ego Hanna Montana –quizás el puntapié inicial de todo lo que vendría después–, la venta alocada del segundo disco del trío (Jonas Brothers) y que fue superada por la aún más alocada venta del tercero (A Little Bit Longer), que recibió el rebote de la tremenda repercusión de lo que realmente fue el gran boom de la banda, la participación protagónica en el telefilm de Disney Channel Camp Rock que los terminó de instalar en el corazón de las mismas adolescentes y preadolescentes (por no decir niñas) que tiempo antes miraban extasiadas (y, a decir verdad, lo siguen haciendo) las aventuras de los chicos de High School Musical.

Luego vino una gira por los Estados Unidos que se plasmó en una película 3D, que se estrenará en la Argentina pasado mañana, un día después del recital de River Plate, y cuya banda de sonido Universal puso, en marzo, en todas las bateas del país. Pero los planes y los proyectos del grupo de hermanos no son fácilmente abarcables. En forma más o menos paralela a todo esto, los Jonas graban su propia serie en Disney (Jonas), tienen en gatera una segunda parte de Camp Rock, y plasman en un libro todo el detrás de escena de sus agitadas vidas.

Imaginar que en esa vorágine ellos están comenzando una nueva gira –esta vez mundial– parece imposible, y más si se suma (sí, otro dato más) la presentación del cuarto álbum de estudio del grupo, Lines, Vines and Trying Times, con fecha de lanzamiento para el 16 de junio. "El álbum definitivamente está pensado para que tenga una nueva dirección. Para nosotros es un nuevo estilo, un nuevo sentir", dijo Kevin sobre su nuevo trabajo discográfico, cuyo corte "Paranoid" está disponible desde hace nueve días para ser descargado por iTunes.

Hay que respirar profundo para seguirles el ritmo. Se nota que Kevin, Joe y Nick tienen apenas 21, 19 y 16 años, respectivamente y que, efectivamente disfrutan de lo que les sucede. Y eso que no se han mencionado los premios, las nominaciones y las más de treinta certificaciones de discos de oro y de platino.

A la mano

Y, finalmente, llegamos a este primer tour mundial que mañana los trae a Buenos Aires junto a su amiga Demi Lovato, su coprotagonista en Camp Rock, otra pequeña gran estrella en el firmamento Disney que tiene luz propia, tanta como para ya contar ella también con su serie de TV. Demi (Demetria) abrirá cada uno de los seis shows en América latina con un puñado de temas entre los que no faltará "This is me", uno de los hits de la película.

En su visita a Buenos Aires estos tres músicos vendrán no sólo a enloquecer a sus seguidoras sino también tratarán de correrse de la posibilidad de que queden estigmatizados por un éxito que puede ser efímero, escurridizo. En el diálogo con la prensa Nick dejó en claro que ellos son músicos, que componen sus propios temas, que su música evoluciona o cambia con ellos y no de acuerdo a ningún parámetro empresarial o de marketing. Y con esas certezas pretenden seguir haciendo lo que tanto les gusta.

Se muestran corteses y, durante una hora, no escatiman las respuestas que remitan a su vida artística (ya había quedado claro que cualquier pregunta sobre su religión –su padre, y ahora también productor ejecutivo, es pastor pentecostal–, sus relaciones sentimentales o sus anillos de castidad –una suerte de recordatorio sobre su decisión de mantenerse vírgenes hasta llegar al matrimonio– simplemente no serían contestadas). Así la conversación dejó de lado esos tópicos y se centró en otros.

Entre los puntos serios está el que sacó a la luz el corrimiento de la fecha del concierto en Monterrey (México) –lugar donde comenzaba la gira–, pero que en razón de tomar más y mejores recaudos para evitar problemas a raíz del brote de la gripe porcina, decidieron posponerlo hasta el 31 de julio. "No queremos que nadie esté preocupado por la seguridad de nadie –dijo Joe Jonas–. Sabemos que la situación está mejorando y sólo queremos asegurarnos de que estamos cuidando a la gente que asistirá al concierto". Y entre los no tan serios (pero no menos importantes, sino pregúntenle a cualquiera de sus miles de seguidoras) estuvieron sus cortes de pelo, sus estilos para vestir, su contacto con las fans, su relación con la fama y la vida privada ("Apreciamos de verdad que la gente sepa respetar nuestra intimidad", resume Joe.)

Sin dudas tienen centrada toda la atención en este tour que acaba de comenzar ya que –según aclaran– saben que hay expectativas "verdaderamente altas" sobre lo que van a hacer sobre el escenario. Desde allí llegará a todo el estadio (empezando por la Platea Vip Platinum que costó –hace mucho que ya no queda una sola de estas entradas– 730 pesos) un recorrido que atraviese toda la producción discográfica de la banda incluyendo algunos temas del disco nuevo. El trabajo en equipo del grupo –en el que cada uno también tiene una función específica más allá del escenario– funciona tan bien que por ahora ninguno de los tres se anima a imaginar una carrera sin tener a sus otros dos hermanos cerca: "Nos llevamos realmente bien y nos gusta estar juntos, no es un peso para nosotros pasar tanto tiempo en familia", explica el hermano mayor.

De la misma manera que Nick no extraña sus épocas de actor de comedias musicales en Broadway, cuando era de verdad muy pequeño, Joe sí imagina para su vida un futuro más ligado a la actuación aunque no por ello alejado de la música. Parece difícil imaginar la posibilidad de combinar dos carreras que se pueden presentar enormes sin resignar un poco de una en pos de la otra. Es que hay tanto alrededor del universo que se les ha abierto a estos tres hermanos que no es aventurado preguntar en qué plano queda la música, a lo que ellos –por ahora– responden sin dudar que en primer lugar.

El gran desafío será entonces –para estos tres jóvenes de Nueva Jersey– que puedan atravesar el vendaval de luces que estallan sobre ellos y aún así seguir de pie sobre el escenario buceando en sus propios sonidos.

Para agendar

Jonas Brothers, cuarta fecha de su primera gira mundial.

Estadio de River Plate, Figueroa Alcorta 7597. Mañana, a las 19. Sólo quedan entradas General ($ 85) y Campo Trasero ($ 105).

Por Por Verónica Pagés <br/> De la Redacción de LA NACION

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