
Mick Jagger en primera persona
Dice que en su nuevo disco solista apela a sentimientos íntimos
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No se puede decir que Mick Jagger no es un tipo trabajador. Giras por todo el mundo con los Rolling Stones, en performances en las que derrocha energía, con un ojo siempre puesto sobre esa maquinaria que no es sólo musical: incluye, desde hace un tiempo, la producción de películas.
Es con sus discos como solista con los que se toma más tiempo. Frente a los más de treinta álbumes con los Stones, Jagger editó hace dos meses el cuarto disco con su nombre, "Goddess in the doorway", una colección de canciones en las que no sólo luce su fantástica y rockera voz, sino que también hace gala de guitarrista y de tener buenos amigos. En el disco participan Bono, Pete Townshend, Lenny Kravitz, Joe Perry (de Aerosmith), Rob Thomas y Wyclef Jean, entre otros .
Sobre las canciones, el proceso de grabación y esos amigos, Jagger habló en una entrevista realizada por Paul King y que LA NACION publica de modo exclusivo para el país.
-¿Cuánto tiempo estuviste armando estas canciones?
-La mayoría son del último año, año y medio. "Don´t call me up", por ejemplo, la escribí en el último tramo de la gira con los Stones, por Europa. Es el tipo de cosas que solía tocar en los camarines, para precalentarme antes de salir a escena.
-¿Al terminar la gira pensaste que querías hacer un disco solista?
-Tuve un pequeño colapso luego de la gira, y realmente no pensé mucho. Pero cuando comencé a escribir canciones otra vez pensé que entre el álbum y la larga gira había estado mucho tiempo metido en eso, que estaba bien tomarme un tiempo antes de meterme de lleno en otro álbum para la banda y que podía aprovechar ese tiempo antes de meterme en otro largo proyecto con los Stones. Sé que eso significa otros tres años y tengo que manejarme con esos márgenes.
-Al componer, ¿diferenciás entre Mick Jagger, el artista solista, y Jagger en los Stones? ¿Cuando sale algún buen material pensás en reservarlo para la banda?
-Uno escribe una increíble cantidad de material, no sólo las doce canciones que quedan en el álbum. No podés usar todo y tratás de elegir las doce mejores canciones, en la medida en que podés. A veces pasás por alto cosas que son buenas pero que en ese momento no te gustan mucho, y volvés sobre ellas más tarde. Pero no es algo consciente, no es que pongo cosas de un lado y de otro: esto para Mick Jagger o para los Rolling Stones. Sí es cierto que los Stones tienen algo así como una personalidad que encaja con cierto tipo de música, y en este proyecto puede ser que haya algunas canciones que no irían para el grupo. Pero es intelectualizar el asunto.
-Al escribir la letra, ¿jugaste con la idea de que podías decir cosas aquí que Mick Jagger no podría decir con los Rolling Stones?
-Es un poco cierto, pensás que podés confesar más cosas, que podés abrirte más, sin tomar en cuenta el punto de vista de otros, porque no tenés a la banda involucrada ahí. O más íntimas. "Don´t call me up" es como una canción de amor para alguien. "New set of rules", también. Otras tienen otras historias que contar. "Too far gone" no es para nada una canción de amor, es sobre el pasado y cómo define el futuro y el presente, cómo todo está interconectado y cómo me siento acerca de cosas que han desaparecido. Es una canción sobre el presente y el pasado, no sobre amor, pero sigue siendo todavía muy personal.
-Respecto de los invitados, ¿tenías algunos en mente antes de empezar?
-Sobre todo pensé lo que no quería hacer, de algún modo una actitud negativa. No quería trabajar con gente a la que no conocía. No me interesaba hacerlo sólo porque tuvieran un disco número uno. Aunque a veces es tentador, porque trabajar con gente que no conocés es una experiencia divertida. Pero a la mayoría de los que trabajaron ya los había conocido, en una gira, o algo así. La idea era que fuera medio familiar, con amigos. Gente que al enterarse de que estaba grabando me preguntara si podía hacer algo. El problema es que sentís que está bien, pero tenés que ver si puede funcionar. Por ejemplo, cuando hicimos la canción en la que canta Bono, "Joy", pensé que era perfecta para él, y le dio verdaderamente otra dimensión.
-¿Creés que trabajar con otra gente saca algo de vos que tal vez está como dormido?
-Sí, te hace pensar que lo podés hacer de otra manera, te lleva en otras direcciones a las que estás acostumbrado, a otros lugares. Te saca un poco de la norma, lo suficiente para despertarte un poquito.
-¿Qué es lo que hace que te sientas satisfecho con un álbum?
-En primer lugar, tenés que sentirte orgulloso de las canciones que hiciste. Es lo primero. Preguntarte si son canciones interesantes, si vienen del corazón, si son sinceras, si tuvieron suficiente imaginación en la manera en que las hiciste. Ese es el asunto: primero te tienen que satisfacer a vos, te tienen que dar placer. No pensás, realmente, cómo va a reaccionar la gente. Sólo más tarde aparecen esos pensamientos.
-En este disco tocás mucho la guitarra.
-Sí, toqué en cada una de las canciones. Nunca lo había hecho tanto, y fue bárbaro, porque tenía que ir aprendiendo algunas cosas mientras las hacía. Me daba cierta timidez, pero me divertí muchísimo.
-Adelantaste algo de "Joy" al hablar de Bono. ¿Podrías decirnos algo más?
-Todo comenzó con una idea simple, de un verso, algo medio espiritual. Y pensé: "Guau, me metí en el mundo del gospel y no sé si quiero estar allí", pero decidí terminarlo y ver adónde iba. Comencé a ponerle diferentes líneas de guitarras y otras cosas. No es un tema gospel, en realidad. Es más una combinación de rock y gospel. Y Bono agregó unas extrañas líneas melódicas, muy buenas. Me gustó tanto que lo puse casi al principio del CD.
-¿Pete Townshend ayudó a darle más onda rockera?
-Fue una canción perfecta para él. Al principio sonaba un poco como un viejo tema de los Who, de los años setenta. Pete es brillante. Fui a ver a los Who al Albert Hall y pensé que Pete estaba perfecto. Su manera de tocar la guitarra es muy afilada e incisiva, con un tiempo perfecto. Está en la cima de sus posibilidades ahora.
-¿Qué podés decir de "Dancing in the starligth"?
-Es como una zapada abstracta, sobre tratar de encontrarse a uno mismo en medio de las presiones de la vida moderna.
-Hay muchas referencias espirituales en el disco. ¿Te estás inclinando hacia Dios?
-No con esa exactitud. En algunos casos es medio al pasar, y otras canciones están muy enfocadas a eso, como "Joy". Lo podría haber descartado con un pequeño cambio y ni se hubieran enterado. Como hice con una canción de un disco de los Stones, "Shine a light" (de "Exile on main street"). Pero esta vez dejé fluir estas influencias y espero no haber exagerado. Sólo se deslizan en los bordes de algunas canciones. Creo que hay tres de ellas así. Pero están balanceadas por algunas otras canciones bien violentas, como "Gun", en la que también toca Pete Townshend. Me perturbé un poco cuando la hice, porque pensé si eso era realmente lo que quería. Lo mismo que con algunos de los temas medio espirituales: pensaba también si era allí adonde quería ir. Y en vez de descartar, de apartar esas cosas, las dejé estar.
-Respecto de "God gave me everything", ¿te dio Dios todo?
-Es una canción sobre el sentimiento de tener suerte en la vida y el de ser agradecido por lo que tenés. Esto se puede aplicar a la mayoría de la gente, agradecer por estar vivo, y ver lo bueno de todo lo que te pasa y tenés. Ese es el tema de la canción.
-¿Te sentís afortunado?
-Lo sentía ese día. Pero no es algo que sienta siempre. Algunos días son buenos y otros no...
-¿Por qué elegiste ese título para el álbum?
-(Risas.) Es sobre la naturaleza esquizofrénica de las mujeres. Si las buscás, se han ido, se evaporan. Busqué otros títulos, jugué con otras ideas, pero ésta ganaba. Y debo aclarar que siempre pongo el título al final, así que una vez que lo elijo no puedo cambiarlo porque ya hay tiempo: estoy sobre el final del disco.
-Joe Perry toca en "Everybody getting high" y "Too far gone". ¿Cuánto tiempo hace que conocés a los Aerosmith?
-Creo que unos veinte años. Joe vino bastante al último tour y le pregunté si le gustaría tocar en mi disco, en el caso que lo hiciera. Finalmente nunca estuvimos juntos en el estudio, porque él estaba trabajando con Aerosmith, así que lo grabó en Boston.
-Siempre se dijo que Aerosmith tenía mucha influencia de los Stones...
-En los viejos tiempos eran bastante copiones, pero ahora tienen su propio sonido, totalmente diferente y realmente bueno.
-El disco cierra con "Brand new set of rules". ¿Por qué lo elegiste para el final?
-Es una canción de promesas amorosas. Una amiga la escuchó y me dijo que, mientras la oía, por un minuto casi me creyó (risas). Es sobre cómo decís que vas a cambiar, y: "Todo lo que quieras lo voy a hacer por vos..." Un tema clásico, líricamente hablando. Es bueno para terminar un CD, está tocado con la banda en vivo y con mis dos hijas cantando coros en el fondo. Algo hermosamente romántico para terminar el álbum.
-¿Cómo fue que las niñas cantaron en el tema?
-La más pequeña andaba dando vueltas por ahí y me dijo que quería cantar en esa canción, así que tuve que ver dónde la podía incluir. Le pregunté si podía cantar un "ooh-ooh- ooh", y lo hizo bien. Tenemos un video muy dulce de las dos cantando.





