
Para no olvidar
Andrés Calamaro fue consagrado con el Gardel de Oro 2006, en una noche repleta de recuerdos y agradecimientos, en la que el artista también levantó su voz contra la polémica ley del músico: "Decimos no a la obligatoriedad"
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"Para regresar hace falta irse primero y, como dijo Spinetta, «la distancia es un caudal de eternidad»". Andrés Calamaro acaba de recibir el premio Gardel de Oro, otorgado por la Cámara Argentina de Productores de la Industria Fonográfica (Capif), y un ciclo parece cerrarse tras este último año y medio que lo devolvió al país en su mejor forma.
Mientras Los Nocheros en el escenario clausuran la ceremonia realizada anteanoche, en los camarines subterráneos del teatro Gran Rex Calamaro dice que está feliz, honrado, emocionado, agradecido y que lo único que hay para lamentar es que no haya estado Pappo para poder agradecérselo en persona. "Para mí es un privilegio ser un «Gardel» como Sandro, Mercedes y León, que ganaron antes este premio, y como los que por diferentes motivos no estuvieron aquí, el Indio Solari, Gustavo Santaolalla o Luis Alberto Spinetta, que también son artistas argentinos de oro. Quizás en el futuro al Gardel le cambien el nombre y lo llamen el Pappo de Oro o el Spinetta de Oro, ¿no?"
Minutos después de haber sido coronado Gardel de Oro 2006 (y tras alzarse con los premios mejor álbum, mejor interpretación, mejor álbum artista masculino de rock y mejor portada, por su disco no casualmente bautizado "El regreso"), el "gaucho agradecido" no se olvidó de nada ni de nadie, ni siquiera de convertirse en vocero de la lucha contra la ley del músico en una jornada repleta de músicos, ni de enviarle un mensaje a Gabriel Ruiz Díaz (el talentoso músico de Catupecu Machu accidentado la última semana). Además, recordó a Miguel Abuelo y a Astor Piazzolla, amó a su amor ausente esta noche y con total naturalidad ejerció su flamante condición de Artista de Oro: "No quiero que sea un juego de palabras gratuito, pero pido «por favor, perdón y gracias» por todos estos años en la música".
-Fuiste el único que levantó la voz contra la ley del músico...
-Estuve hablando mucho con Litto Nebbia y nos pusimos de acuerdo en que yo diga esto, que te puedo repetir: muchos músicos a través mío decimos no a la obligatoriedad de la ley, no a la mesa examinadora que va a decidir quién es y quién no es profesional y manifiesto nuestro malestar por no saber quién autoriza al sindicato como dueño monopólico sobre esta ley.
Dice que haber vuelto fue lo mejor que le ocurrió en su vida y que el Gardel también es para "los chicos de la Bersuit", con quienes grabó "El regreso". "A mí me gusta hablar de música argentina, porque creo que es una de las más interesantes, más ricas y más valiosas del mundo, probablemente con Gardel y Piazzolla como iconos universales. Me gusta más la música argentina que el rock nacional, sólo porque no creo en esa división. Pero también quiero sentirme parte de la música popular argentina, dentro de la cual están la cumbia, el cuarteto, el chamamé, la música litoraleña y, por supuesto, el tango y el folklore, con los cuales la convivencia siempre fue ideal."
Fue "su" noche desde un principio, incluso con la participación de un ¿ex? enemigo íntimo como Charly García en el escenario ("si fuimos elegantes y discretos creo que es bastante mérito", dice acerca de la relación entre ambos): "Hoy me tocó recibir el premio más importante, que lleva el nombre de Carlos Gardel, que fue un genio de la música y del cine, y espero que donde esté ahora, en ese paraíso incierto un poco uruguayo, un poco francés y un poco argentino, esté conforme conmigo y con que me lleve todos estos premios a mi casa".
-Cuántos premios recibiste en los últimos meses, ¿no?
-Sí, este regreso es un milagro, y si los milagros no existen mejor, porque quiere decir entonces que fue solamente un regreso.
Volver a empezar
Con el Gardel de Oro se cierra una etapa muy importante en la vida de Calamaro, esa que lo devolvió al país y a los escenarios tras seis años de ausencia, pero, al parecer, comienza una nueva, tanto o más significativa que la anterior y que incluirá un reencuentro con Ariel Rot arriba de los escenarios que, por el momento, el músico bautiza cariñosamente Dos Rodríguez.
A diez años de la separación de Los Rodríguez, Calamaro actuará con su ex compañero de ruta en Valladolid el 27 de mayo y también realizará una serie de conciertos junto a sus amigos de Casa Limón. Mientras tanto, continúa con la grabación de su próximo disco, un álbum compartido con Litto Nebbia. "El otro día grabamos un tema junto a Litto y Vicentico y también el disco incluirá canciones mías, no tan nuevas pero que habían quedado inéditas. En el buen sentido, les llegó el momento de existir a canciones como «El palacio de las flores», «Corazón en venta», «Mi bandera», que son de una época muy prolífica", adelanta poco antes de partir hacia Rosario, donde su novia actriz se encuentra filmando para la nueva película de Fito Páez.
Pero aún queda un minuto para recordar a los amigos que ya no están y dedicarles "su" noche: "Fueron un ejemplo de códigos, de ética, de inspiración y de argentinidad sutil. Yo aprendí a ser músico, a ser varón y a ser Gardel, con Miguel Abuelo, con Pappo y también con Julián Infante, el amigo que me estaba esperando en el aeropuerto el día que llegué a Madrid para hacer Los Rodríguez... casualmente, el día que, con mi partida, empezó mi regreso".
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