Juan Pablo, de Gran Hermano: la estafa de la que fue víctima, la situación con su exnovia y por qué se fue enojado de la casa
El jugador, de 38 años, siente que ser parte del reality era una cuenta pendiente que tenía consigo mismo
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Dice Juan Pablo De Vigili que se arrepiente de haber salido tan enojado de la casa de Gran Hermano, pero hubo alianzas rotas, traiciones y broncas que no supo manejar. En diálogo con LA NACION, habló del propósito que lo llevó a entrar al reality de Telefe, del sueño de trabajar con Cris Morena que quedó en pausa y de la estafa de la que fue víctima. Además, enfrenta los rumores que aseguran que estuvo “acomodado” por la producción.
-¿Por qué te fuiste tan enojado con quienes fueron tus aliadas durante las últimas semanas?
-Se me nota mucho cuando estoy incómodo. El último día me levantaron a los gritos, no entendí por qué fue el enojo esa mañana, y por eso se dieron esos cruces. Pero está todo bien, quedó atrás y ahora viene una etapa que quiero disfrutar a full. El enojo fue parte del juego en ese momento y me apena haber salido así porque Gran Hermano me hizo muy feliz. Había pensado otra salida, pero me ganó la situación porque estaba esperando, tal vez, una palmadita.
-A pocos días de la final, ¿pensaste que podías ganar?
-¡Me tenía toda la fe! (risas). Quería seguir. Mi miedo era que me cerraran la puerta en la cara, en la final. Y eso justamente fue lo que pasó. Pero bueno, me tocó salir y estoy procesando esa angustia.
-¿Para qué querías el dinero del premio?
-Me gustan mucho los animales y quería que parte del dinero fuera el puntapié inicial para un refugio, sin fines de lucro. Se va a hacer más difícil, pero la exposición me va a servir para realizarlo. Y además quería saldar deudas porque fui víctima de una estafa y necesitaba darme un premio para no arrancar tan de cero.
-¿Qué te pasó?
-Me hicieron el cuento del tío. Metieron a mucha gente en un negocio que no fue real y con mi plata taparon agujeros. Y yo quedé en el medio. Fue lo peor que me pasó en la vida, pero pasado pisado. Eso me permitió trabajar en mí y terminé en Gran Hermano. De otra manera no me hubiera animado. Fue hace año y medio. Tenía que saldar la deuda y cuando entré a la casa me faltaba un poco, pero mi hermano Carlos Gustavo se encargó de pagar el resto. No lo puedo creer.
-¿Fue por todo eso que entraste al reality?
-Sí, y además porque es un deseo que arrastro desde hace mucho tiempo. Hace veinte años me presenté a un casting de Gran Hermano, cuando se mandaban videos por mail, y fui a una segunda instancia en Salta. Después me alejé de eso, pero la parte artística siempre me gustó y la reprimí durante mucho tiempo; finalmente, me hice caso y por eso me metí en el reality.
-¿Cómo te imaginás el futuro?
-Voy a estudiar teatro y perfeccionarme en canto, que sí estudiaba. Hacer una serie es mi un sueño. Siempre fui muy fan de las tiras. De chico quise ser parte de la troupe de Cris Morena. Ni bien terminó Casi ángeles mandé un video tocando la guitarra. Me enteré de que fue preseleccionado y quedo ahí la cosa. Era para Aliados. Siempre estuvieron las ganas
-Y pausaste ese deseo durante veinte años….
-Sí, y me recibí de arquitecto, emprendí negocios. Pero ese deseo está dentro mío y tira, más tarde que temprano (risas).
-¿Cómo era tu rutina?
-Vivo en Corrientes, trabajo como arquitecto. Tengo un local gastronómico que se llama Mola, sobre el río y tuve otro bar que vendí, justamente, para saldar esa estafa que me hicieron. Estaba muy atareado este último tiempo.
-Tu estadía en Gran Hermano fue casi como unas vacaciones, entonces…
-Sí, fue muy lindo. Pero la casa te lleva puesto con tantas personalidades y egos… Igual avancé bastante.
-¿La pasaste mal en algún momento?
-Al principio sí porque yo estaba acostumbrado a tomar decisiones, a cargo de un equipo de trabajo y no fue fácil soltar ese control. Y está la desintoxicación del celular, dejar a mis perros. La adaptación fue chocante y me generó angustia. Y pasaron cosas afuera que todavía no tuve oportunidad de aclarar. Eso también me puso mal.

-¿Hablás de tu novia? ¿Está en pareja o no?
-Cuando entré estaba todo bien; hacía casi dos años que estábamos juntos con Silvana. Ahora estoy perdido porque no pude ni hablar con ella todavía. No puedo dar una respuesta porque no entiendo nada. Quiero charlar tranquilo.
-Seguramente te jugó en contra enterarte que ella considera que no están más juntos…
-Sí. Me puso mal. No sé qué pasó, sinceramente. Quiero respetar su espacio. Pero también viví cosas lindas porque pude conectar con la mayoría de los chicos y fui a eso, a nutrirme. Fue lindo conocer tantas historias distintas. Me siento realizado. Y encima hicimos sketches, musicales, cantamos, bailamos y la pasé genial. Cada vez me soltaba más. Actuar era un sueño y de golpe estaba en un programa de Telefe. Una locura.
-Algunos dicen que estás acomodado, y que tus perros entraran a la casa fue una manera de darte una mano, ¿qué hay de cierto en esos rumores?
-Si estuviera acomodado, mis perros habrían entrado mucho antes. Yo tenía miedo de que se malinterpretara; fue un sueño que hayan estado ahí, pero no quería que eso me perjudicara ni que la gente me lo cobrara. Y justo piensan que me dieron un empujoncito. La casa votó a favor de que se quedaran y yo no me iba a oponer y decir que se fueran.
-En estos días Furia publicó una foto íntima tuya... ¿Cómo viviste esa exposición?
-Yo jamás haría una cosa así. No sé quién filtró la foto porque tiene, al menos, tres años. No estoy enojado, creo que fue una broma. Pero es el precio de este mundo. Un papelón.
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