María Julia Oliván: “El periodismo político en la TV argentina está manejado por hombres”
Conductora en Radio Nacional y directora del portal #Border, la periodista y reciente mamá habla de todo y de todos
Imposible no percibir su intensidad apenas se cruzan dos palabras con ella. Pasional ante todo, comenzó su carrera a los 20 años en los medios de comunicación y jamás se detuvo. Pasó por la gráfica, la televisión y la radio. "Y de todos los medios me enamoré", confiesa. Madre de Antonio hace tres meses, María Julia Oliván (41) no conoce medias tintas ni le teme a las polémicas. Inquieta por naturaleza, ya está de vuelta trabajando, desde el lunes pasado, en su flamante programa de radio Nos Estamos Conociendo, que conduce junto a Diego.
Ante la consulta por su vuelta a la tevé, asegura que no tardará en llegar. Y explica a LA NACION: "Rechacé cinco propuestas en estos últimos meses. Voy a esperar un poco, aunque también tengo ganas. Después de tanta lucha por ser mamá, tratamientos, pérdidas y un embarazo difícil dejarlo solo a Antonio todo el día para volver a trabajar mil horas sería kamikaze de mi parte. La vuelta será gradual, primero el portal, después la radio, de a poco podré delegar cuestiones que me permitan estar de nuevo en la pantalla chica, si dios quiere, llevando el formato de mi sitio, #Border, a la TV". En esta nota, su mirada del momento particular del país, los medios y la política. Y por supuesto, la familia que formó junto a el empresario Ariel Straccia y su bebé, sus dos grandes amores.
-¿Cómo te sentís a tres meses de ser madre?
-Fue un camino muy duro hasta lograrlo. Por eso, ahora, cualquier cosa me parece insignificante: los cólicos, no dormir, el dolor de espalda. Todo lo que a una madre primeriza puede asustarla, yo lo vivo con mucha calma y devoción. Fue tan largo y complicado todo, que no puedo creer todavía cuando lo veo sonreír, hacer sus gracias, cuando oigo sus ruiditos o veo cómo me mira. Es el momento más feliz de mi vida, sin duda. En casa estamos todos embobados por igual, nos peleamos con mi marido y la chica que lo cuida para tenerlo a upa, mimarlo, dormirlo. Es un bebé feliz, no sabía lo que se podía llegar a sentir con un hijo. Es un regalo que finalmente me dio la vida y supera todo lo anterior.
-¿Sentís que estabas preparada para ser mamá?
-Creo que sí. No sólo porque pensé mucho en ser madre sino porque siempre me interesó el tema, los chicos, su relación con los padres y cómo el amor es clave en los primeros pasos, era algo que me llamaba la atención hasta como periodista, diría. Era un mundo interesante de abordar para mí. Ahora que soy mamá nunca me siento desbordada, sé que tengo que estar tranquila para que él esté tranquilo e ir resolviendo las cuestiones que se presentan día a día. No me siento perdida.
-¿Cómo te sentís con el regreso al ruedo?
-¡Con mucha culpa! Dejarlo solo unas horas es duro, aunque sé que me voy a acomodar y él también. Igual, nunca me desconecté del todo, seguí siempre dirigiendo el portal, aunque al principio no estaba tan empapada. Ahora ya voy a la radio y sigo con el portal. Soy una apasionada de mi trabajo y una agradecida. Lo tomo un poco con la crudeza de cualquier mujer que tiene que regresar a la oficina. Trato de quitarle angustia y pensar que todo va a fluir.
-¿Cómo te dan ganas de volver a la tele?
-¡Llevando el formato de Border! Sueño con un programa propio. Cuando el aprendizaje del despegue esté hecho como para poder sumar nuevos proyectos, lo haré encantada. Es un gran amor ese medio y, además, me dan ganas de liderar un proyecto mío. Sea un espacio que me den o uno que tenga que generarme yo. Me gustaría ser cabeza del programa, es increíble que no haya mujeres al frente de ningún programa periodístico.
-¿Como Cynthia García, por ejemplo, algo así?
-¡Claro! Me parece perfecto lo que hizo ella, generar un lugar en las redes. No pudieron darle más el espacio donde ella ejercía, se lo generó. Mejor es eso que victimizarse. Lo mío sería otra cosa, hacemos algo totalmente diferente, el suyo es periodismo militante, yo intento ser crítica todo el tiempo. Además yo elegiría el aire para volver, o claro, el cable.
-¿Cuál es tu visión de los programas que abordan temas vinculados a la política? ¿Cómo es ser periodista en este momento?
-Siempre se puede hacer periodismo, que es informar, mantenerse lúcido para leer la realidad y tratar de simplificarlo para contárselo a la gente. Lo que pasa es que a veces los espacios no abundan o se reducen. En la pantalla de hoy lo que más falta es una mujer al frente. Es arcaico que no exista una conductora o periodista central mujer. No puede ser que la tarea siempre sea acompañar a la figura masculina o el arquetípico lugar de la chica que lee los tuits. Es ofensivo. Me parece una materia pendiente para la televisión de este país. Como mujer de esta generación me gustaría que me toque a mí romper con eso. No ser convocada para participar en espacios de otros, sino tener uno con mi sello. Amaría llevar el formato de Border al aire. Con los mismos periodistas con los que formé estructura, que ofrecemos investigación y una mirada diferente, más alternativa de cualquier noticia.
-Y de lo que hay, ¿te parece que se informa o se desinforma?
-Si bien el periodismo político en la TV argentina está manejado por hombres, se hacen cosas interesantes. Excelentes entrevistas, investigaciones, siempre se puede elegir informar, pero hay que tener el compromiso de hacerlo. No todo el mundo lo tiene.
-¿Como periodista, como ciudadana, cuál es tu visión acerca de los ataques a la redacción de Tiempo Argentino?
-Fue un acto criminal, repudiable. Los dejaron muy solos desde el principio. Me parece fatal que desde el Ministerio de Trabajo no se intervenga para que en este tipo de estafas de medios vaciados que han vivido de la pauta estatal, los trabajadores estén más protegidos. Es siniestro lo que pasó y lo que viene pasando con esto que en definitiva es gente que quiere trabajar y está haciendo las cosas a pulmón, siguiendo las vías legales para constituirse en cooperativa. Pueden llamar a una conciliación obligatoria, escuchar a los trabajadores de una manera más activa, me parece que no debería permitirse estos vaciamientos en donde ni siquiera hay un responsable visible a quién reclamarle. Es una locura, tiene que haber una intervención estatal.
-¿Y con respecto al cruce con tus ex compañeros de 678?
-Ya dije todo. Ahora cada uno que se haga cargo de la parte que le toca. Me dijeron que estaba en contra del derecho de los trabajadores cuando Hernán Brienza durante muchas huelgas que hubo en Radio Nacional siguió con su programa. Así que tampoco vamos a decir que es un defensor a ultranza de los derechos de los trabajadores.
-¿Qué cuestiones creés que cambiaron a partir de la nueva consciencia por parte de la gente de que la noticia es una construcción y por eso tiene un sesgo?
-Me parece que está bueno. Yo creo que se puede ser independiente. Creo que la libertad en el periodismo no se pide ni se agradece, sino que se ejerce y desde cualquier lugar. Yo ahora estoy en Radio Nacional y nosotros presentamos muchísimos informes sobre la incompatibilidad de negocios que hay entorno a la figura del señor Juan José Aranguren por su vínculo con Shell. Igual con el tema de Panamá Papers. No hay que pedir permiso, ni pensar si le gustará o no al gobierno de turno. El compromiso con el público es informar y asumir las consecuencias, por supuesto.
-¿Te parece que hubo una evolución en el modo de hacer periodismo últimamente?
-Creo que es un buen inicio que los funcionarios te contesten el teléfono, pero va a ser realmente una evolución si el empeño por la investigación profunda de los hechos, el tono de alarma y la crítica que se le aplica a funcionarios del gobierno anterior, se va a poder aplicar a los de éste. Se tiene que poder hablar de estas cosas. Nosotros en el portal hemos hecho ya en marzo notas vinculadas a las declaraciones juradas de los funcionarios de gobierno quienes tenían patrimonios que habían crecido mucho en relación al año pasado, los emprendimientos en los que invertían o lo que no declaraban. Igual que lo hicimos anteriormente con el kirchnerismo. Ninguna hazaña. Lo que hay que hacer. A nosotros nos paga el sueldo el Estado, no el Gobierno, que me parece una confusión. Y por eso somos más responsables todavía de la información que tenemos que dar que los medios privados. Además, por la llegada nacional que tenemos.
-¿Qué medios consumís?
-En tele hago mucho zapping, quizás es deformación profesional porque quiero saber todo y estar en todos lados a la vez. También veo programas políticos y al día siguiente busco el reportaje completo en internet. Prefiero consumir a demanda y leo los diarios.
-¿Te gusta el mundo que le estamos dejando a Antonio?
-Quiero enseñarle que el mundo que le va a quedar es el que él construya. Lo quiero educar para que sea solidario y empatice con los que no tienen una posición de privilegio como él. Poder transmitirle esos valores es mi mayor desafío como madre y que sepa que más allá de que el mundo sea una porquería, que él no lo sea.
-¿Volverías a ser mamá?
-Pienso que no porque fue tan feo mi embarazo... y estoy un poco grande, pero el otro día lo miraba y me da nostalgia que sea el único bebé que voy a tener. Así que con estas cosas no se sabe, van cambiando los sentimientos y quizás ahora no esté tan cerrada a la posibilidad. En principio no tengo planes, pero nunca digas nunca.
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