
Murió el actor Jiri Bartoska, leyenda del cine checo, a los 78 años
El artista, que supo ser un galán de Europa del Este, se ocupó de devolverle su identidad al histórico Festival de Cine de Karlovy Vary
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Fue el galán maduro del cine checo, un actor de enorme popularidad y, además, quien le devolvió la identidad nacional al histórico Festival de Cine de Karlovy Vary, el más importante de la República Checa. Gracias a su gestión, el festival supo equiparar a los de Cannes, Berlín, Venecia y Locarno no solo en su dorada clasificación A, sino también a través de una programación de excepción y de invitados de relieve mundial que recorrían muchas veces medio mundo para estrechar su mano y llevarse un premio. Todo eso será un poderoso recuerdo el próximo mes de julio, cuando se inicie una nueva edición -la número 59- del Festival de Karlovy Vary: ya no estará en escena Jiří Bartoška (que falleció este jueves, a los 78 años) para anunciar como lo hacía desde 1994, la fecha en la cual el festival –y por ende él mismo- se reencontraría con la audiencia en el siguiente año.

Desaparecida la dominación soviética sobre la entonces Checoslovaquia, en tiempos del comunismo el festival nacido en 1948 se veía obligado a alternarse con el de Moscú porque observaba un mayor peso que aquel, Karlovy Vary se veía aquejado por la crisis económica y política posterior a la Revolución de Terciopelo y estuvo a punto de desaparecer. Un esfuerzo conjunto entre la ciudad de Karlovy Vary, el Ministerio de Cultura checo y el imperial y fastuoso Grand Hotel Pupp permitió que el festival sobreviviera, y con los rostros de Jiří Bartoška y la teórica Eva Zaraolova (fallecida en 2022) consiguió la alquimia imposible: la de la estudiosa del cine reconocida por la industria y la del actor de enorme popularidad querido por el público. El éxito fue inmediato y el festival comenzó una marcha ascendente que nunca se detuvo.
Después de graduarse en la JAMU de Brno, trabajó por primera vez en el Teatro Na provázku y, a principios de los años 1980, y se convirtió en un pilar del grupo de Teatro Na zábradlí, fundamental en el teatro del absurdo y en la trayectoria del dramaturgo y luego presidente Vaclav Havel, por quien Bartoška solicitó su liberación y la voz que anunció su candidatura a la presidencia durante la manifestación de 1989 en la Plaza de San Wenceslao.
La filmografía de Jiří Bartoška se integra por más de 70 películas y por su papel del violinista Samuel en el drama ambientado en la Segunda Guerra Mundial Todos mis seres queridos, de Matej Minac. Por ese film recibió el León de Oro al mejor actor de reparto otorgado por la Academia de Cine Checa, institución que volverá a reconocerlo en 2016 con el León de Oro a la Trayectoria.
El mundo del cine y la música era conocida por el actor, que en 1980 había intervenido en una de las grandes películas de František Vláčil, Concierto para el final del verano –estrenada en la Argentina en el Cine Cosmos- sobre los últimos días del compositor Antonin Dvořák. También brilló en la pantalla del Festival de Mar del Plata de los años 90 con un singular western checo titulado Sekal debe morir, otro de sus grandes papeles. En los últimos años no dejó de intervenir en cine y televisión, como la serie Los misterios de Praga. También dio vida al filósofo y dirigente opositor al comunismo de Carta 77, Jan Patočka, para la serie Havel.

Durante una década ininterrumpida, la cobertura de LA NACION lo vio entregar los Globos de Cristal, de fino cristal de Bohemia, a enormes personalidades del cine mundial. Michael Douglas, Lauren Bacall, Edward Norton, Sean Connery, Robert Redford, Christopher Lee, Jude Law, Susan Sarandon, Mel Gibson, John Travolta, Michael Caine, Julianne Moore, Benicio Del Toro y Richard Gere son sólo algunas de las figuras internacionales que han sido reconocidas de su mano.
En la fiesta nacional del 28 de octubre de 2023, Jiří Bartoška recibió del Presidente de la República la Medalla al Mérito, primer grado, por los servicios prestados al Estado en el campo de la cultura y el arte. Falleció luego de luchar durante años contra un cáncer que lo llevó a armar un equipo joven liderado por Karel Och como Director Artístico. La enfermedad lo tuvo contra las cuerdas en varias ocasiones, de las que renacía para anunciar que daba por inaugurado el festival de cine que se convirtió en su pasión, al que dedicó su vida y al que dejó en la historia grande del cine.