Nino Dolce: de su vida en Jerusalén como estudiante para ser rabino a cómo llegó hasta Javier Milei en el Muro de los Lamentos
El mediático, que se mudó a Israel hace unos años y cambió radicalmente su vida, saludó al presidente argentino durante su paso por Israel
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Nino Dolce se hizo popular como cocinero del canal de Playboy, donde hacía exquisitos platos rodeado de bellas mujeres. También pasó por Gran Hermano Famosos en 2007 y cultivó un perfil de dandy durante mucho tiempo. Hasta que una visita a un chamán en el Amazonas le cambió la vida. Ahora reside en Jerusalén, adoptó el nombre de Noah Ben Sarah y estudia para ser rabino. Con la visita del presidente Javier Milei a Israel, su nombre volvió a ser noticia cuando subió historias en su Instagram mostrando cómo fue el recorrido de Milei por los túneles del Muro de los Lamentos.

Este martes, LA NACION habló con Rómulo Tirri, tal es su verdadero nombre, quien contó cómo llegó a estar cerca del presidente argentino y qué hizo esa noche. “Estoy estudiando ocho horas diarias en arameo y tengo un programa en radio Jai. Con la intención de hacer una cobertura sobre la visita de Milei, me colé al cóctel. Me mandé y filmé todo. No sé cómo hice para llegar hasta donde llegué. Fue una aventura”, contó.
Además, por estos días, Dolce toma clases de Musar, que es una tradición judía, un movimiento espiritual y ético que se centra en mejorar la conducta personal y busca lograr un comportamiento equilibrado y virtuoso.

“Viejas tácticas”
Respecto de cómo llegó a estar en ese privilegiado lugar, asegura que algunas personas que conoce y con las que toma clases diariamente lo ayudaron a estar cerca del Presidente y que cuando se enteró por dónde iba a pasar, no lo dudó y se acercó al lugar. Además, en la zona por la que estuvo Milei hay muchos centros de estudios y muchos argentinos también, que al ver pasar al mandatario salieron a saludarlo, asegura.
“Había un operativo de seguridad muy grande. Yo estaba vestido de religioso, como ando acá en Jerusalén. Y utilicé mis viejas tácticas de colarme en las discotecas en mi otra vida, y cada vez que empujaban a alguien me iba metiendo en los huecos. En la confusión, algunos pensaron que era parte de la comitiva, hablé en hebreo y fui pasando. La estrategia resultó. Cuando me di cuenta estaba en un corralito con otras pocas personas. Filmé todo y se lo mandé al director de radio Jai, donde tengo mi programa. Fue muy divertido porque después fui al cóctel y también hicimos un recorrido por los túneles y excavaciones del Kotel (Muro de los Lamentos). Fui quedando entre los pocos. Utilicé mi vieja experiencia para mi nueva etapa y salió bien", cuenta.

Si bien el presidente argentino estaba rodeado por su círculo más cercano, Dolce asegura que cree que al verlo “lo reconoció”: “Le di la mano varias veces, me sonrió. No quise hablar porque se lo veía muy conmovido. Eso es lo que sucede en el Kotel. Estuve más como espectador, pero estoy seguro de que me conoce de la tele. Todos me decían que me reconoció. Pero no más que eso”.
Una vida diferente
Nino Dolce parece ser el mismo pícaro que conocimos en los 2000, pero sabe que esta nueva vida que eligió es muy distinta, y está contento. Todo comenzó cuando sintió que ya no le gustaba ser tan popular ni tampoco la vida que estaba viviendo. Con la intención de ayudarlo, sus amigos de la banda Los Auténticos Decadentes le recomendaron visitar a un chamán en el Amazonas. Armó una mochila y fue sin pensarlo dos veces; estuvo casi un año allí y volvió siendo otro. “Tomé ayahuasca porque la idea era encontrarme conmigo mismo, saber quién soy y qué quiero. Y ahí no hay distracciones, ni celulares, ni redes sociales; cada dos meses iba arriba del monte a hacer ayuno durante ocho o nueve días”, contó a su regreso del revelador viaje.

Cuando volvió se convirtió al judaísmo. “Nací judío, pero no era practicante y cuando conocí ese mundo me fascinó. Entré al templo en un sabbat y tuve una conexión muy fuerte. Los judíos la pasamos bárbaro en el sabbat: bailamos, cantamos, hacemos el lejaim. Dije ‘bueno, esto es como una Creamfield espiritual’. En 2016 me hice la circuncisión y elegí mi nombre en hebreo, Noah”, dijo entonces. Al tiempo se mudó a Jerusalén y desde entonces estudia en un internado para ser rabino.
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