Valentina Cervantes: su menú familiar, por qué Enzo Fernández no prueba sus platos y qué piensa de Wanda Nara
Tras abandonar el reality, habló con LA NACION y contó que tomó esa decisión por su familia; cómo fue su relación con la conductora y qué tips gastronómicos aprendió
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PARA LA NACIONLiliana Podestá
Valentina Cervantes se despidió de MasterChef celebrity con uno de los mejores platos de la noche: pollo a la portuguesa. Lejos de quedar eliminada, decidió renunciar al reality de Telefe para volver a Londres y compartir tiempo con su familia, sus pequeños hijos Benjamín (2) y Olivia (5), y su marido Enzo Fernández, que juega en el Chelsea. LA NACION conversó con ella sobre esta decisión. “La verdad es que fue difícil porque la estaba pasando muy bien, pero mi hija ya estaba en Inglaterra porque va a la escuela y prioricé a mi familia”, aseguró, ya instalada en Londres, donde vive. Además, habló de su particular dieta y de por qué Enzo no prueba sus platos. Y marcó su diferencia con Wanda Nara.
-¿Cómo te sentiste con esta exposición que te dio MasterChef?
-Me sentí bien con la exposición y me fui por la puerta grande, con un plato que los jurados alabaron [risas]. Todo muy bien de mi lado. Lo disfruté un montón. Sabía que tenía un poco de conocimiento sobre gastronomía, pero tampoco tanto como para estar en el programa y que me fuera así de bien.
-¿No sabías que cocinabas bien?
-No. Todas las recetas que hice en el programa, las habré sacado de la casa de mi abuela materna. Porque de chica me quedaba mucho a dormir en su casa y observaba cómo cocinaba. Por eso sé cocinar mucho más de lo que cocina mi mamá, por ejemplo, que es una madre joven que nunca cocinó. Todo lo que sé lo aprendí de mi abuela. El tema es que yo no como mucha variedad, como comida de niños, básicamente: milanesas, hamburguesas, fideos con manteca. No me cuido con las comidas, por eso me costaban los sabores en el programa, porque me decían que probara y no me gustaba.
-¿Y tu paso por el reality amplió tu menú?
-Pensé que iba a cambiar, pero no. Cuando tuve que hacer el plato de Martitegui, supersofisticado, fue espantoso para mí. Y sigo comiendo lo mismo.
-¿Vas a implementar algo de lo que aprendiste en tu casa?
-Yo cocino mucho, pero soy más de lo dulce. Me encanta hacer postres. Fui implementando algunas cosas que aprendí.
-¿Y qué dice Enzo Fernández?
-Enzo no me prueba absolutamente nada porque él tiene una dieta muy exigente. Por ejemplo, ayer la nena quería tortas fritas y se las hice, pero Enzo no quiso probarlas. Come muy sano y no se quiere pasar con nada. En casa él come un plato y nosotros tres, otro. Es más, él tiene cocinero, pero nosotros no.
-¿Cómo te llevaste con tus compañeros?
-Superbién. Tenemos grupo de WhatsApp y planeábamos salidas. La verdad que son unos compañeros increíbles y creo que me duele más haberme ido por eso. Nunca hubo un conflicto y me fui muy contenta también por la forma en que me despidieron. Me dicen que me extrañan... Sé que cuando vuelva vamos a juntarnos a comer todos, aunque el programa ya no esté.
-¿Y los tres jurados?
-Ya conocía a Damián Betular y me reía porque es el que más criticaba mis platos. Aprendí un montón y aplico todos esos tips que nos dieron. Me parecieron personas increíbles.
- Con Wanda Nara tuvieron algunos roces...
-También me llevo una muy buena experiencia. Creo que es una mujer que sabe mucho, llegó hasta donde llegó y lo tiene supermerecido porque realmente lo hizo todo sola. Se veían esos roces porque Wanda tiene una personalidad más explosiva y yo no. Entonces es obvio que voy a contestar más tranquila y ella no. Son perfiles muy diferentes. No la conocía y estuvo bueno compartir.
-¿Por qué decidiste entrar a MasterChef?
-Me interesó la propuesta, aunque tuve dudas por un tema de distancia, pero las ganas siempre estuvieron. Me gustaba ser parte de un certamen y no quería que fuera algo conflictivo ni mediático. Y además tenía una noción sobre cocina si no no hubiera entrado. Sabía que me podía defender y fueron dos meses muy disfrutables.
-La distancia complicó todo...
-Sí. Enzo está jugando en Inglaterra y mi hija se quedó con él un mes y después vino conmigo a la Argentina. Y Benja estaba conmigo. Fue una decisión muy difícil y más que nada la tomé por mi hija porque ella va a la escuela en Londres y está en primer grado; no puede perder la escolarización. En Inglaterra son muchos más exigentes. Y Enzo no es nadie, quiero decir, es un ser humano más, como tiene que ser. Por eso me encanta este país...
-No hay privilegios. En cambio, acá es el campeón del mundo...
-¡Claro! Entonces mi hija ya estaba en la escuela y a veces Enzo podía llevarla y otras no porque concentra. La tenía que llevar una niñera y mis hijos no están acostumbrados a estar con niñera 24 horas porque yo no tengo nadie con cama adentro. La niñera viene para ayudarme para que yo pueda hacer mis cosas durante unas horas del día, pero después se va a su casa.
-Priorizaste la familia…
-Pero obvio que voy a priorizar mis hijos que son muy chiquitos. Si mis hijos hubieran sido un poco más grandes, me hubiese quedado en MasterChef. Ellos no decidieron venir al mundo, así que también me hago responsable en eso. No es que mi hija me dice, con 5 años: “quedáte en casa”. Soy yo quien lo decide porque me gusta estar presente.
-Si hubiera un repechaje, ¿volverías?
-Lo veo muy complicado porque las clases empezaron en septiembre y siguen hasta junio. Y en enero Benjamín empieza el colegio. Es difícil porque en mi familia todos trabajan y no pueden dejar lo que hacen para venir a cuidar a mis hijos.
-¿Alguna vez te habías planteado trabajar en televisión?
-No, nunca me lo había planteado, pero como experiencia fue muy buena. Me gustó mucho y volvería cuando mis hijos estén más grandes.
-¿Hasta cuándo se quedan en Inglaterra?
-Enzo tiene contrato hasta 2032.
-¿Y cómo hacés para proyectarte a tantos años?
-Debatieron mucho en redes sociales y en la tele sobre seguir mis sueños. Y mi sueño es ser mamá y tener mi familia. Entonces yo estoy cumpliendo mi sueño. Lo vivo día a día. Siempre quise ser mamá, formar una familia como la que tengo. La gente habla por hablar y siempre va a pasar. Mi mamá es una mamá moderna, así que no soy de las mujeres que dejan todo para seguir al hombre. No aprendí a dejar de hacer cosas por el otro. Simplemente, este es mi sueño. Dicen que si tus hijos te ven bien, van a ser felices. Yo, para ser feliz, tengo que ver felices a mis hijos, si no no soy feliz. Bueno, acá estoy feliz porque sé que mi hija está contenta de que la lleve todos los días al colegio. No hay que juzgar, todo es válido.
-¿Cómo fue volver a casa?
-La verdad que fue muy lindo. Al principio es duro porque los cambios cuestan... Lo mismo me pasa cuando voy a la Argentina, pero superlindo. Enseguida volvimos a la rutina. Enzo es muy romántico y decoró la casa con globos y flores. Sabía que me iba a dar alguna sorpresa porque lo conozco.
-¿Cómo es tu rutina en Londres?
-Llevo a la nena al colegio y eso me demanda bastante porque manejo durante una hora para llevarla y otra para volver, así que estoy cuatro horas del día arriba del auto. Y después, en la mañana entreno, y estoy con Benja. Siempre encuentro algo para hacer. Ahora que se acerca Navidad estoy decorando la casa. Y también estoy con un proyecto personal que va a ser para el año que viene y es el lanzamiento de una marca de ropa unisex.
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