Platonic Sex

Palabra profunda

Otro relato sexual de no ficción escrito en primera persona que, esta vez, llega del Japón.

Platonic Sex Ai Iijima / Emecé

Todos sabemos, desde hace tiempo ya, que el Japón de hoy no es "el del papel de arroz, las geishas y la ceremonia del té". No sólo la literatura y tampoco sólo la tecnología se ha ocupado de demostrarlo. Una historia como la de Ai lijima no es ninguna novedad. Sin embargo, existe una razón por la cual Platonic Sex vendió (literalmente) millones de copias en Oriente y ahora se publica, con optimismo, en Occidente. Ai lijima no es escritora y la protagonista de su libro no es un personaje ficticio, sino ella misma. En el libro cuyo sugerente título deja perplejo al lector después de las primeras veinte páginas y las primeras veinte revolcadas lijima cuenta la historia de su vida.

Ai lijima es una joven japonesa que fue criada en el seno de una familia estricta y tradicional. Las exigencias que pesaban sobre ella eran las imaginables (tener buenos modales, estudiar, regresar temprano a casa). Pero a lijima no le gustaba el colegio. Prefería el vestidito negro y el rouge antes que el jumper , y la disco a los libros. Por sus andanzas, fue a parar un par de veces a la comisaría y se ligó unas buenas palizas del papá. Hasta que descubrió el sexo. Y más: la posibilidad de conseguir dinero a cambio de su cuerpo. La ambición, entonces, empezó a crecer a la par de la perversión. Hoy, lijima sale en televisión y ha pedido perdón y ha perdonado a sus padres. Lo que nos queda es el relato de ese camino, pobre hasta en las escenas de sexo, donde es burdo como un film xxx.

LA NACION

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