
Quique Pesoa pega el gran salto
Desde el 4 de enero, el locutor estará al frente del programa "100 años", por América
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Es un animal de radio, pero a partir del lunes 4 de enero, a las diez de la noche, ingresará en la jungla televisiva por la puerta de América y al frente de "100 años", un programa donde se repasará la historia del último siglo del milenio. Quique Pesoa pisó por última vez un estudio de TV hace doce años, cuando junto a Teté Coustarot hizo el programa "A medias", en Telefé, una experiencia que hoy le deja la sensación de no haber hecho televisión en su vida.
Para animarse, esta vez tiene el respaldo de los productores de "Zoo", responsables de este resumen secular y de haberlo elegido para ser la cara de la historia. Si en el criterio de selección de Paula Valenzuela, Fernando Collazo y Daniel García Moreno pesaron la responsabilidad y la conciencia, no se equivocaron.
Pesoa es un preocupado. Lo enciende la certeza de pensar que los medios de comunicación no se hacen cargo de su rol de "modificadores de estructuras de pensamiento" y sabe de antemano que "no vamos a ser nosotros los que con un programa de una hora de duración por semana modifiquemos la estructura de pensamiento de la gente, ni la política de tratamiento y la ideología en los canales de televisión".
Tal vez la pretensión es demasiado grande y baste con no perder de vista el hecho de que, ante todo, la televisión es entretenimiento. Desde esta perspectiva, "100 años" tiene la oportunidad de contar los acontecimientos del último siglo a su manera y de interpretarlos para darle al televidente una nueva perspectiva sobre los mismos hechos que programas anteriores del mismo género, como "Siglo veinte cambalache", ya contaron.
Pero además de ser un responsable de sus palabras, Pesoa tiene el don de ser entrador, de moverse con un aire campechano que lo hace como de la familia. "Creo que me eligen por el perfil que tengo a pesar de mi falta de experiencia televisiva", explica el locutor radial. "Soy capaz de ablandar la propuesta y transformarla en una cosa cotidiana para salirnos de un relato Discovery Channel. Simultáneamente, vamos a tener informes sobre hechos que nos importan un poco a todos y debemos sí o sí recordar, pero también vamos a incorporar temas y entrevistas a gente común".
Prevenidos del uso y abuso de las emociones, "100 años" será capaz de hablar desde de las guerras mundiales hasta de cuáles fueron las corrientes inmigratorias que formaron el árbol genealógico del vecino de la esquina. Se podrá hacer una investigación con el público como partícipe activo, para recordar y descubrir el sentido de palabras o frases que ya no se usan. Se rastreará, por ejemplo, el origen y uso del verbo "escorchar". Desde este lugar del detalle cotidiano que atravesó cada década de este siglo, el programa que conducirá Pesoa se propone no hacer reportajes a famosos. Los entrevistados serán ciudadanos anónimos que fueron testigos o son parte de un pedazo de historia, y la consigna no será hacer de esta gente héroes revelados sino mostrarlos tal cual son, personas iguales a los televidentes, sin grandes hazañas en su pasado, sin vidas maravillosas que admirar, sin relatos que emocionen hasta las lágrimas.
Solo frente a las cámaras
Un equipo de diez productores se ocupa desde hace meses de la búsqueda de material de archivo fílmico y fotografías. También los sonidos serán parte de la puesta en escena. A través de una computadora siempre a mano, Pesoa traerá a la realidad actual del programa voces de otras épocas. Esta posibilidad de manejar los sonidos lo acerca un poco a su experiencia de radio y alivia la tensión de su aprendizaje frente a cámaras.
"Me preguntaron si quería que el programa fuera en vivo o grabado, y elegí el vivo porque me quedo con los errores y la adrenalina, en vez del cuidado de la cosa grabada. De todos modos, pedí que los primeros envíos fueran grabados por una cuestión de seguridad mía. Hice el piloto que pasó la prueba y me encontré con mi imagen como un tipo duro tratando de encontrar la cámara y perdiéndose en el discurso. No es suficiente. Tampoco estoy de acuerdo con esta moda del conductor "suelto", pero me conformaría con poder comunicarme a través de la pantalla de TV. Desde lo personal, estoy más preocupado por saber cómo me voy a parar frente a la cámara que desde qué ideología voy a abordar esta historia".
Es un presentimiento que Quique Pesoa tardará poco en aprender a moverse en el set de televisión y pronto estará atento a la lectura de los hechos que hará "100 años". Y desde ya se reserva el derecho a leer y modificar los guiones de los informes históricos si dicen algo que va en contra de sus principios. "Cuando tenga la sensación de que no estoy trabajando con libertad, ya se van a enterar porque me fui. Puede ser que me vaya y puede ser que me rajen por inútil, pero nunca voy a estar trabajando con notorias pérdidas de libertades y de independencias que ya a esta altura de mi vida conservo como patrimonio personal".
Para quienes ya conocen las realizaciones de los productores de "Zoo" y gustan de sus perspectivas, con "100 años" se genera la posibilidad de encontrarse o revivir partes de la historia argentina y del mundo sin acartonamientos, con calidad de relato y, sobre todo, desde la visión de la gente joven de la televisión.
Sinceridad
"Me encuentro en un estado primitivo con un contrato que es una beca, porque me van a pagar para que yo aprenda", dice humildemente Pesoa. "Si logro el 50 por ciento de la comunicación que consigo por radio, voy a ser el mejor comunicador de TV de todos los tiempos. Si no lo logro, seré un tipo más de la tropa o un tipo medio durito que no logra la misma soltura de la radio."





