Toda una marca registrada
Con el respaldo de la red ESPN, el periodista deportivo Enrique Sacco, que se inició junto a José María Muñoz, conduce desde hace más de tres años "La oral deportiva", de lunes a viernes, de 19 a 21, por Radio Rivadavia (AM 630). Además, los fines de semana es el comentarista de los principales encuentros futbolísticos en las transmisiones del tradicional ciclo deportivo. A los 38 años, Sacco -profesional de bajo perfil- es también conductor y director cada mediodía de "Sports Center", el noticiero de ESPN por televisión.
-¿Cómo se vive el hecho de conducir una tira deportiva de una auténtica marca registrada: "La oral deportiva"?
-Son dos las marcas registradas: "La oral deportiva", que ya lleva 72 años, y su incomparable conductor, José María Muñoz. Lo bueno es que yo me inicié con él en octubre de 1988. Recuerdo que lo primero que me tocó cubrir fue un partido entre Atlanta y El Porvenir, por la Primera B Metropolitana, justo el día en que falleció la esposa de Muñoz. Yo decidí ir al velatorio y, cuando llegué, me preguntó: "¿Qué hacés acá, nene?". Le respondí que había ido a darle un abrazo y él me presentó como su nuevo compañero en el ciclo. En un momento se sentó al lado y me dijo: "Para mañana, tranquilo. Yo te quería poner en los vestuarios, pero Juan Carlos Morales, el relator de la transmisión del ascenso, me dijo que empezaras como cronista". Que me dijera eso en esa situación me demostró su devoción por la profesión.
-¿Qué aprendió de Muñoz?
-En primer lugar, que en este medio no te perdonan el éxito. Fue la primera frase que me marcó cuando yo todavía no trabajaba en "La oral deportiva", y me enseñó a trabajar desde el equilibrio. Aunque te vaya muy bien, siempre hay que seguir trabajando. Muñoz era el que menos necesitaba y el que más trabajaba; el primero en llegar y el último en irse, y esa estructura que armó sentó las bases del aprendizaje de todos los que seguimos su ejemplo. También aprendí mucho con Ernesto Cherquis Bialo y con profesionales como Hernán Ramazotti. Las raíces de Muñoz y el aporte de Cherquis, más la experiencia personal, nuestras ganas y el sello personal nos permitió armar "La oral deportiva" de hoy. Ernesto siguió hasta noviembre de 2001. Hubo un pequeño interregno, y luego me dieron la gerencia a mí. En este período surgió la asociación de Rivadavia con ESPN, que es líder mundial en deportes por TV, pero también desarrolló algún proyecto radial en Estados Unidos.
Dinámica y precisión
-¿Qué generó la incorporación de ESPN a "La oral deportiva"?
-Quisimos lograr una dinámica con información precisa y con la radio en la calle, donde se producen los hechos, además de muchas entrevistas en las que los protagonistas fueran los deportistas. Nosotros sólo somos el puente entre ellos y la gente. No hicimos que el proyecto fuera unipersonal, como en otras radios, sino que nuestro fuerte fue armar el equipo. Con lo que significa "La oral deportiva" y el aire de Rivadavia, con un equipo muy joven adaptado a los tiempos y con un vocabulario que intenta ser preciso y correcto salimos al mercado y estamos muy contentos porque se han alcanzado muchos objetivos, y por supuesto todavía hay muchos otros por lograr. Aquí trabajan de manera directa alrededor de 35 personas, y si contamos los técnicos, los operadores y toda la gente abocada al proyecto, aproximadamente 50.
-¿Cuál es su lugar en las transmisiones de fútbol?
-Soy el comentarista. Los relatores son Germán Sosa, Eduardo Caimi y nombres más jóvenes como Maximiliano Reale, que llegó desde Santa Fe, y Jorge Barril. Para los partidos internacionales está Enrique Wolff; juntos seremos la pareja del Mundial 2006 como lo fue tantos años en Telefé. Hemos cerrado el acuerdo con la gente que tiene los derechos y, por lo tanto, seremos una de las radios que va a transmitir el Mundial de Alemania, después de doce años sin la presencia de Rivadavia. Esto es una primicia. Todavía no la saben ni los integrantes del equipo.
-¿Cómo es la estructura de la transmisión de cada domingo desde la cancha?
-La verdad es que hay una transmisión central, de 14 a 22. El domingo no tenemos sólo un partido importante, sino que hay fútbol a las 14.30, a las 16 y a las 18.30. Son más de mil horas por año produciendo contenidos deportivos. Son tres partidos por domingo y cerramos con un resumen de "La oral deportiva", de 20.30 a 22. Además, tenemos una gran sinergia con "Sports Center" en la TV y con el sitio de Internet ESPNdeportes.com. Todo lo que es "La oral deportiva" se puede escuchar desde radioESPNdeportes.com. En esta sinergia hay un gran caudal informativo.
-¿Cómo es el trabajo del comentarista en el estadio?
-Así como el relator es vértigo y pasión, nosotros somos el cerebro del vértigo y el equilibrio de la pasión. Mientras el relator lleva adelante la fuerza del hecho en sí mismo, uno tiene que contarle a la audiencia con esa rapidez el análisis frío del hecho. Por otra parte, me gusta hacer el análisis final del partido en referencia a algún aspecto de la vida. Una cancha de fútbol es como el escenario de la vida: a veces, ante la diversidad y la injusticia un jugador responde con bronca y termina expulsado; otros, en cambio, con inteligencia terminan ganando, y están aquellos que cuando parecen vencidos ponen el corazón y triunfan. Son distintas actitudes que uno ve a diario en la vida.
-Rivadavia fue pionera en liderar una tira deportiva. Ahora tiene fuertes competidores, como La Red y Continental.
-Los tres somos líderes. Por Víctor Hugo Morales tengo un absoluto respeto profesional y creo que es un medio en sí mismo. Además somos casi compañeros en ESPN, porque lo reemplazo cuando hace falta en "Hablemos de fútbol". En cuanto a La Red, me reconozco como contemporáneo de Mariano Closs: cuando él empezó a hacer vestuarios en Continental, yo lo hacía en Rivadavia. Y siento sinceramente que es una competencia muy sana, sin envidias ni broncas.
-¿Se anima a señalar cuáles son las diferencias entre los programas de las tres emisoras?
-Esta es una opinión personal. Creo que la gente escucha más a Víctor Hugo que a "Competencia", el programa de Continental. Quien escucha a Mariano Closs está identificado con ese estilo y con la temática de la Red, que siempre va más allá de la información. Y el que nos escucha a nosotros lo hace porque busca información y porque se identifica con un estilo que tiene que ver fundamentalmente con tratar de analizar el hecho desde un lado muy objetivo sin asumir partido en función de las circunstancias. Nosotros trabajamos sobre la base de la regularidad y del hecho de hacer radio de las puertas para afuera, estando donde tenemos que estar. Ese equilibrio, creo, es lo que marca el estilo de "La oral deportiva" a lo largo del tiempo.
Las mediciones de audiencia
-Radio Rivadavia no contrata los servicios de Ibope, la empresa encargada de las mediciones de rating. ¿Esta decisión los perjudica?
-Sí, concretamente porque no hay forma de medir nuestro trabajo ni de saber dónde estamos parados y cuál es nuestra posición respecto de la competencia. Cuando medíamos estábamos muy bien y creo que somos uno de los programas de mayor repercusión. El proyecto "La oral deportiva"-ESPN y yo en particular estamos en desacuerdo con esta decisión que ha adoptado la dirección de Rivadavia. Es una estrategia de la radio que nosotros aceptamos y respetamos pero sabemos que nos perjudica en función del trabajo con las agencias de publicidad, las planificadoras de medios y nuestros sponsors. Todos ellos deben saber en qué lugar estamos dentro de las preferencias del público en términos deportivos.
-¿Qué tiene de ventajoso la radio para un ciclo deportivo respecto a la prensa grafica o a la TV?
-La radio tiene mucho de tradición. Es muy común ver la imagen de un partido o algún acontecimiento deportivo por la televisión y poner al mismo tiempo el sonido de la radio. Tiene que ver con la instantaneidad y con la magia, con el hecho de que estás al instante en cualquier lugar. La radio, además, es gratuita; la escuchás en cualquier lado hasta por un teléfono celular, y la televisión, en cambio, enfrenta otras cuestiones: en los canales abiertos se pueden ver sólo algunos partidos y no todos pueden acceder al cable. Creo que desde la década del 90 hasta hoy la gente busca en el periodismo la credibilidad y esa es una de las cualidades de nuestro programa. Uno puede estar de acuerdo o no con lo que dice Sacco en la radio, pero lo decimos desde nuestra autenticidad y no porque conviene a una u otra empresa.
-Muñoz decía que el fútbol era pasión de multitudes. Ahora el espectro deportivo se ha abierto mucho, pero el fútbol sigue siendo muy pasional.
-El fútbol es pasión de multitudes en el contexto de un gran negocio y no está mal que así lo sea. El fútbol necesita divisas para generar un gran espectáculo. En la Argentina siempre prevalecen los opuestos: o sos privatista y querés empresas deportivas, o estás en la otra vereda y defendés a los clubes como asociaciones sin fines de lucro. Yo creo que ambas son necesarias, el tema es quién conduce y cómo lo hace. Si sólo genera pérdidas va a haber problemas, pero si lo que se genera es rentabilidad no importa si es una entidad sin fines de lucro o una empresa privada. El problema pasa por la corrupción y los negociados. En Europa el fútbol representa un gran incremento en la economía del país y en la Argentina también.
Por adentro
- Equipo: como relatores, Enrique Wolff, Germán Sosa, Eduardo Caimi, Maxi Reale, Jorge Barril y Alejo Rivera. Comentaristas: Néstor Centra, Esteban Sassi, Raúl Taquini, Rodrigo Villalonga. Cronistas: Hernán Ramazotti, Leo Uranga, Juan Cortese, Rubén Sagarzazu, Pierre Manrique, Marcelo Casares, Guido Bercovich, Francisco de la Serna, Manuel Mosca, Andrés Sciapichetti, Juan José Moro (tenis), Martín Urruty (automovilismo) y Juan Carlos Aced (básquet).
- Apoyo: Eduardo Marino (locución comercial), José Ciotti y Luis Crivelaro (operación técnica), Germán Sosa (coordinación), Joaquín Lafleur, Mauricio Giaconía, Sebastián Alzueta (productores), Rubén Falcón, Claudia Kux (asistentes operativos).
- Oyentes: cada jornada el ciclo recibe alrededor de 120 e-mails y entre 200 y 250 llamadas telefónicas. Con temas polémicos, esta última cifra trepa hasta los 400.