Junto con su décimo primer aniversario, la revista cambia su tamaño al de las principales revistas internacionales, suma nuevas secciones y apuesta a un mayor despliegue visual. Leé el editorial de Jann S. Wenner sobre este cambio.
1 minuto de lectura'
El 11° aniversario de Rolling Stone, que estará en la calle este 1° de abril, viene con novedades: la más visible, el cambio de formato.
Adaptado al de las principales revistas extranjeras, con mayor calidad en el papel de tapa y el anhelado lomo cuadrado, la revista apuesta al mismo espíritu con nuevas cualidades: más coleccionable, más manual, más cómoda. Además se sumaron nuevas secciones como Close-Up (un acercamiento a las celebridades locales y extranjeras) y la tira gráfica Lo que no importa está acá, a cargo de Gustavo Sala (que tendrá su continuidad de manera semanal, cada lunes, a través de este site). Al mismo tiempo, secciones como En Caliente, Mixed Media, Rock and Roll y Críticas renuevan sus focos, para que la idea de "revista de colección" sea algo cada vez más real, como lo prueban los casi 15.000 suscriptores que la reciben mes a mes.
A continuación, el texto editorial que Jann S. Wenner, fundador de RS, escribió tras la modificación de formato en los Estados Unidos a fines del año pasado.
El poder del cambio
No nos interesa el cambio por el cambio mismo, pero sí el cambio como evolución, como crecimiento y como renovación. Cambio como el tipo de renacimiento cultural que dio luz a Rolling Stone hace más de cuatro décadas. Bob Dylan cantaba: "El que no está ocupado naciendo, está ocupado muriendo". Es otra manera de decirlo.
En este número, cambiamos a un nuevo formato, reduciendo las dimensiones clásicas de la revista y reemplazando el encuadernado con broche por el pegamento. De esa transformación, sacamos una mejora en la calidad del papel de tapa e invertimos en más páginas para expandir la revista: más noticias de música, nuevas secciones y más espacio para nuestros premiados artículos de fondo.
Cobramos vida en 1967 como una revista tamaño tabloide. No fue una elección estética; era simplemente lo que podíamos pagar en ese momento. Cada número tenía 24 páginas; las fotos eran en blanco y negro, la tinta te manchaba las manos, y el papel rápidamente se ponía amarillo. Durante las décadas siguientes hubo muchas mejoras a medida que tuvimos más éxito y el dinero para invertir en el producto físico. En 1973, empezamos a imprimir la revista a cuatro colores. En el verano de 1981, dimos otro gran paso cuando, básicamente, nos convertimos en un híbrido entre diario y revista, subiendo a una calidad de papel muy similar a la de una revista y reduciendo las dimensiones a 25 x 30 cm., abrochando las páginas y recortando prolijamente los bordes.
El formato grande era una de las marcas de Rolling Stone, y se volvió un recordatorio físico de nuestras raíces en San Francisco y de una época vital de nuestra cultura. Eso es mucha historia, y este cambio que estamos haciendo no viene sin una sensación de dulce nostalgia por esos días.
No fue una decisión que hayamos tomado a la ligera. Sentimos que ésta era la movida correcta, pero no era del todo seguro. Sabíamos que esto no dependía sólo de nosotros, sino también del gran número de apasionados y eternos lectores de Rolling Stone (en Estados Unidos hay casi trece millones de ustedes, contando a los que comparten un número).
Por eso, hace unos meses, hicimos una adaptación de una edición corriente al nuevo formato, tamaño y con el estilo que ahora tienen en sus manos, y se lo enviamos a 3 mil suscriptores para que nos cuenten qué opinaban. La respuesta fue una gran sorpresa: a los lectores les encantó. Nos dimos cuenta de que la única razón para resistir el cambio era la nostalgia.
Dado que decidimos cambiar, pues, aprovechamos: pasamos mucho tiempo repensando la revista. No hicimos un rediseño completo, sino más bien una traducción. Tuvimos cuidado de preservar la estética y la identidad de Rolling Stone mientras hacíamos un diseño que funcionara en las nuevas páginas. Al hacerlo, descubrimos cuánto más flexible es el nuevo formato, y cuántas más chances habrá para poner todas esas cosas sueltas y breves que aparecen, surgen durante cada mes, y para las que nunca tuvimos lugar suficiente.
Lo que nunca cambia es nuestro ADN, por supuesto. Una gran revista es un grupo de voces y valores, que son transformadas –artística y urgentemente– en grandes historias y fotos. El alma y la misión de Rolling Stone siguen siendo las mismas que cuando éramos un periódico de rock & roll impreso desde un loft en el barrio industrial de San Francisco: creemos en la magia del rock & roll y que esa magia te libera.
1Imprudencia al volante: la hija de 12 años de El Polaco manejó en la ruta y generó una ola de repudio
- 2
Qué se sabe de la salud de Christian Petersen hoy, viernes 26 de diciembre
3Aseguran que el actor Tylor Chase destruyó la habitación del hotel en la que lo hospedó su amigo: “Devastado”
4Pampita terminó con el misterio y contó por qué fue vista en una guardia médica de Punta del Este





