Seis años sin Ricardo Fort: los tristes motivos que lo llevaron siempre a Miami

Era una mañana lluviosa en el Sanatorio de la Trinidad del barrio de Palermo, cuando anunciaron que a las 5:00 am de ese 25 de noviembre de 2013, el mediático Ricardo Forthabía fallecido debido a un paro cardíaco después de una masiva hemorragia en el estómago.

Fort se había convertido en mucho más que un simple empresario del chocolate. Desde su primera aparición en la TV argentina allá a finales de la década del 90 en el programa Movete de Carmen Barbieri, hasta sus musicales homenaje en Showmatch, Ricardo era un personaje mediático querido por mucha gente y repudiado por otros.

Cuando, en 2008, un Fort de 40 años aparecía en la pantalla de América en el programa Animales Sueltos, abría la puerta a lo que sería su reality show con el que todos lo conocerían. En él iba a mostrar su excéntrica vida, llena de lujos y lo mejor de la noche porteña.

De ser jurado del Bailando por un Sueño a tener un programa propio en vivo, el "Fort Night Show" fue todo lo que el "comandante" quería para su vida: cantar, hablar con la gente y mostrar lo que era ser alguien de la alta sociedad.

Desarraigo y dolor

Pero no todo era color de oro en la vida de Ricardo. En los últimos años, el millonario había sido intervenido muchas veces por problemas de salud a causa de su columna, y que exigía que viajara a Miami a tratarse. Esto también le provocó una adicción a la morfina, droga que tomaba para combatir los dolores.

Ricardo tenía dos hijos: Felipe y Marta, quien lleva el nombre de su abuela y por la quien Fort amaba la música. Su padre Carlos, director de la fábrica de chocolates Felfort, nunca aceptó que Ricardo se dedicase a la música y, mucho menos, que fuera gay. Eso hizo que Ricky se recluyera en Miami y formara su personaje, ese que a todos conocieron.

Seis años pasaron desde su muerte, pero Ricardo Fort sigue estando presente en las redes sociales, en cada meme y cada frase característica que adoptó y reflejó en la televisión que tanto quería.