Pedro Pascal, de Game of Thrones a Narcos
El actor, conocido por su papel de Oberyn Martell en la serie de HBO, interpreta en Narcos –que regresa hoy a Netflix con su segunda temporada– a uno de los agentes de la DEA que persiguen a Pablo Escobar
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PARA LA NACIONMaría Fernanda Mugica
La historia de Pablo Escobar y los hombres que lo persiguieron está llegando a su fin en la segunda temporada de Narcos. La serie, cuyos nuevos episodios pueden verse en Netflix desde hoy, comenzó el año pasado contando los primeros pasos del famoso narcotraficante colombiano en el negocio de las drogas, su creciente acumulación de poder y despliegue de violencia. Este relato sobre Escobar está enmarcado en el de los esfuerzos por parte del gobierno de Colombia para detenerlo y la colaboración de la agencia de control de drogas de los Estados Unidos. Por eso, los agentes de la DEA (Drug Enforcement Administration) Steve Murphy y Javier Peña, son tan importantes para la trama como el narcotraficante. Estos personajes también están basados en personas reales que fueron protagonistas de la guerra entre las autoridades y el líder del cartel de Medellín.
Pedro Pascal, que fue Oberyn Martell en Game of Thrones , interpreta a Javier Peña, la mitad latina del dúo de agentes de la DEA. "Antes me reconocían por la calle como Oberyn Martell y ahora me llaman Javier Peña”, dice Pascal, riéndose, en una charla telefónica con LA NACION. El actor que nació en Chile en 1975 y emigró con su familia a los Estados Unidos de muy chico, escapando de la dictadura chilena, cuenta que ponerse en la piel de una persona real fue una experiencia completamente distinta a todo lo que había hecho en su carrera hasta ahora y requirió una preparación diferente.
"La noticia del trabajo me llegó muy poco antes de tener que empezar a grabar, así que tuve que hacer como un curso acelerado para la primera temporada –dice Pascal, quien estudió actuación en la Universidad de Nueva York–. Era una situación rara y única. De una forma bastante casual me dieron el teléfono de Javier Peña, lo llamé y hablamos. El actor Boyd Holbrook, que hace el papel de Steve Murphy, tuvo la idea de que nos juntáramos los cuatro y fuéramos a Quantico, que es donde entrenan a agentes del FBI y de la DEA. Ahí tomamos clases, aprendimos a usar armas y pasé tiempo tomando cerveza con Javier Peña”.
Entre cerveza y cerveza, Pascal pudo ir entendiendo cuáles eran las características de su personaje, más allá de lo que el agente real le haya contado. "Vi la oportunidad de pasar tiempo con él y observarlo. Siendo mi primera experiencia con algo como esto fui aprendiendo cómo hacerlo en cada momento que pasaba. Me di cuenta de que en vez de pedirle que me cuente todo, qué hizo, cuáles son sus secretos, se trataba más de entender los detalles de su personaje y cómo se movía en ese mundo”.
La segunda temporada, que se concentra en los últimos meses de la persecución a Escobar, le dio la posibilidad al actor de revelar más sobre su personaje. “En la primera temporada contamos varios años, es casi como una lección de historia -dice Pascal-. Empezamos la segunda en el momento siguiente del final de la primera. Así que es mucho menos tiempo el que pasa hasta la muerte de Escobar, son unos 15 meses. En ese sentido, con los personajes tan cerca de llegar a su objetivo, demuestran lo que cada uno es capaz de hacer. Peña ya puede sentir en su boca el sabor de capturar a Escobar, que es una obsesión que tiene desde hace muchos años y a lo que ha dedicado su vida. Es capaz de cualquier cosa para conseguir su objetivo. Por el lado de los criminales, ellos también son capaces de cualquier cosa para escaparse”.
Según cuenta el actor, antes de trabajar en Narcos tenía un conocimiento muy limitado sobre lo que sucedió en Colombia en la época en la que transcurre la serie y la historia de Escobar en particular. “Sabía que existía pero ni cerca conocía los detalles que aprendí haciendo Narcos: cómo empezó, su lado político y su costado de Robin Hood en su ciudad de Medellín –explica–. En mi mente era el monstruo latino, el rey de las drogas. Lo que uno aprende, ya sea mirando la serie o haciéndola y estudiando la historia de esa época en Colombia, es que, al final, era un ser humano, un papá, un marido, un hombre de negocios. Hizo cosas que no se pueden justificar pero lo que fascina es verlo más como un hombre que sólo como un villano”.
El retrato de Escobar como un ser humano es le parece interesante a Pascal por lo que implica: descubrir de lo que una persona puede llegar a hacer. “Asusta mucho a uno mismo ver que en el fondo los peores personajes de nuestra historia son seres humanos porque demuestran de lo que es capaz el ser humano. No gano nada en clasificar quién es el malo y quién el bueno, especialmente en un mundo como éste. Pero también es verdad que tengo la oportunidad de no tener que entenderlo de una manera tan específica porque soy un actor interpretando un rol y no es una realidad que viví. Es mucho más difícil para mí y para mi familia ver a Pinochet como un ser humano, pero también lo fue. Creo que lo que fascina a la gente es ver personajes de este tamaño y encontrar que hay cosas que lo reflejan a uno mismo o a la humanidad”.
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