¿Qué veo el fin de semana? Chicas skaters, asesinos nórdicos y chefs competitivos
Betty. Esta serie no se parece en nada a lo que se puede ver en la TV. Si uno tuviera que asociar esta ficción a algo reconocible el lazo más evidente sería el cine independiente norteamericano. Y, de hecho, ese es el origen de esta historia de un grupo de jóvenes mujeres que recorren Brooklyn a bordo de sus skates. Basada en el film Skate Kitchen, la serie de seis episodios (ya tiene una segunda temporada confirmada), retrata de manera entre poética y realista el día a día de un grupo de chicas que adoran patinar y deben defender su pasión en un ambiente predominantemente masculino. La directora Crystal Mosselle, reconocida por su trabajo en el documental The Wolfpack, trasladó a sus personajes de Skate Kitchen al formato de serie y la transformación funciona. Especialmente porque las jóvenes actrices que los interpretan destilan una naturalidad y autenticidad que atrapan. Un relato aparentemente simple pero que con sutileza aporta una mirada sobre la experiencia femenina actual, Betty es de esos ciclos que perdurarán en el tiempo más allá de las modas. Una temporada. Disponible en HBO Go
Kieler Street. "Lo sé todo y te puedo destruir", le dice Geir a su vecino Jonas, que hasta ese momento parecía un hombre como cualquiera. Un buen hombre, como cree su esposa. Pero Jonas tiene un secreto y la posibilidad de que su curioso amigo lo revele cambia todo. Intrigante e intensa, esta serie noruega le da una nueva vuelta al género de policiales escandinavos. Aquí el misterio no es quién es el asesino sino cuántos asesinos viven en la calle del título, qué están haciendo allí y cómo hará Jonas para mantener todo en pie y que su esposa no se entere de la verdad. Con un primer episodio frenético, que despliega apenas su compleja trama, este ciclo cuenta con un actor protagónico notable, capaz de sostener las muchas facetas de un personaje complejo. Se trata de Thorbjorn Harr, al que algunos reconocerán por su participación en la serie Vikingos. Una temporada. Disponible en Film & Arts/ Flow
Manjares divinos. Después de unas cuantas temporadas y versiones, todos los programas culinarios de competencia tienden a parecerse. Con el pionero Top Chef todavía en marcha y todas las versiones de Masterchef dando vueltas por las pantallas, encontrar un ciclo que le aporte novedad al género se vuelve cada vez más difícil. Aunque nadie deje de intentarlo. La nueva opción que acaba de estrenar Netflix es Manjares divinos, un programa producido por la señal británica Channel 4 que transformó la habitual cocina y despensa con la que cuentan los concursantes en un Jardín del Edén. Con la conducción de la comediante Jayde Adams y los chefs Heston Blumenthal, Carla Hall y Niklas Elkstedt como jueces, los participantes preparan sus platos en medio de un bosque donde todo es comestible. En tres rondas y aprovechando cada rincón del elaborado set de grabación, los cocineros amateur presentan sus platos a los jurados, aquí denominados dioses, que decidirán quién será el ganador de la preciada manzana dorada. Una temporada. Disponible en Netflix