Tanguera: bailando nace el amor
Desde hace dos años, Diego Romay, como productor, y Mora Godoy, como coreógrafa, viven del éxito creciente de un musical que está dando la vuelta al mundo. No sólo se casaron, sino que ahora vuelven por más
1 minuto de lectura'
Dos años cumple "Tanguera" y lo festeja, a partir de mañana, con una nueva temporada en El Nacional. Muchas cosas pasaron y muchos escenarios. Uno de los acontecimientos fue el casamiento del productor y la coreógrafa del espectáculo: Diego Romay y Mora Godoy.
"Fue una luna de miel de dos años", anticipa Diego.
"En realidad, no tuvimos luna de miel -confirma Mora-. Hace dos años que no paramos de trabajar."
"Por suerte", agrega Diego.
Con "Tanguera" se presentaron en Madrid durante tres meses y medio; en China, un mes, y en varios países de América latina, a los que sumarán México, para seguir luego a Europa, algo con lo que hace dos años no soñaban.
"Creo que uno tiene un sueño, una meta, pero... no sé si esperaba tanto -afirma Mora-. Excedió las expectativas, porque el espectáculo estaba pensado para dos semanas y habíamos previsto un elenco para ese tiempo. Al cabo de un año empezamos con las lesiones y con un montón de problemas; cosas buenas que te pasan cuando el espectáculo funciona, pero fue una seguidilla. Hubo que entrenarse permanentemente y tener un semillero preparado para tener siempre un reemplazo a mano. Es una obra muy compleja en cuanto a puesta, y de baile, con una exigencia muy grande, y requiere horas de ensayo."
-¿Qué cambio se produce en el espectáculo cuando te presentás en otro país?
Diego: -Cambia el estado de ánimo del público que lo recibe. Uno intenta repetir la misma puesta. De hecho, en el contrato figuran las exigencias técnicas para reproducir el concepto estético. Buscamos ser muy prolijos. En el próximo viaje a Europa actuaremos en varias plazas porque los costos de traslados son altos; viajamos 43 personas. Entonces, los empresarios buscan combinar con cuatro o cinco plazas para amortizar esos costos, reducir la inversión y compartir los riesgos con otros empresarios.
-¿De esa manera te liberás de la producción?
Diego: -La técnica y la artística es una responsabilidad mía. Ellos deben reproducir el espectáculo y hacer las inversiones locales que tienen que ver con la campaña publicitaria, la difusión, la contratación de agentes de prensa, los alojamientos, etcétera.
Mora: -La artística sigue siendo lo más difícil de ensamblar. "Tanguera" lleva un continuo movimiento de estado físico, de training, de técnica.
¿Los bailarines se desgastan por la rutina o el cansancio?
Mora: -Es inevitable un pequeño desgaste al hacer cien funciones seguidas. Hay que tratar de encontrar pequeñas cosas diferentes, no sólo en el personaje, sino también en el movimiento físico. La plaza más linda es Buenos Aires, no sólo porque soy de acá, sino también porque viene mi familia o uno que me conoce. Ahora, cuando te vas afuera trabajás para desconocidos.
Diego: -Cuando uno repite muchas veces una rutina termina atentando contra el producto, porque se producen deterioros en las marcaciones. Nosotros tratamos de justificar narrativamente el movimiento. Lo que buscamos es narrar una historia desde el baile. Esto es en lo que les insistimos a los chicos, es un trabajo actoral.
Mora: -También es importante cambiar un vestuario, sentir que tenés algo nuevo. Además, incorporamos un nuevo número con música de Gerardo Gardelín: es algo nuevo de lo que estamos pendientes.
-¿Qué pasó con el público chino?
Diego: -En primer lugar tienen una ética desde lo sexual radicalmente opuesta a la nuestra. Son hiperconservadores. Son muy respetuosos para el aplauso, esperan que termine una secuencia para aplaudir. Una anécdota interesante es que "Tanguera" fue premiada como mejor comedia musical entre diez espectáculos y nos pidieron que cerráramos el festival, gala a la que fueron invitados dirigentes políticos y militares, y vinieron a controlar si la estética del espectáculo era apta para la clausura. Lo vieron y vinieron las recomendaciones sutiles: la luz un poquito más baja, las piernas de las chicas más cerraditas. Lo divertido fue que esa persona que hizo esos cambios, después de que cerramos el festival vino a ver la puesta original.
-¿Cómo fue la recepción del público?
Diego: -Excelente, ¡un entusiasmo! A Mora le organizaron una charla con jóvenes chinos que están aprendiendo tango.
Mora: -No bailaban tango, sino ballroom (tango de salón). Fui muy sincera y les dije que no tenía nada que ver con el tango argentino. Fue como si descubrieran otro mundo.
-¿Quién de los dos tiene mejor perspectiva del espectáculo?
Diego: -Son miradas distintas. Yo tengo la visión de empresario, de lo que resulta comercial o no. Mora tiene una perspectiva artística que muchas veces coincide con la visión comercial y otras tiene que ver con el plano profesional. Nos enriquecemos mucho en las confrontaciones y encuentros que tenemos.
Mora: -Somos muy apasionados. A veces tenemos que poner un límite en nuestra intimidad.
-¿Era más fácil trabajar antes con el productor que ahora con el marido?
Diego: -Ya éramos novios.
Mora: -Sigue siendo lo mismo, porque cada uno sabe cuál es su lugar. Para mí no hubo cambios en el campo artístico, hubo uno muy grande en lo personal. Los dos respetamos los lugares propios que tenemos. Entiendo todos los riesgos que corre un productor en la Argentina y también entiendo las necesidades de los bailarines.
Diego: -Me cuida el bolsillo.
Mora: -Ahora hay muchas cosas de los bailarines que Diego entiende mucho más que antes. Estar en el medio, haciendo entender cosas que son importantes para ambos, lados es un poco cansador.
-¿Llevan los problemas a casa?
Diego: -Sí.
Mora: -Pero hay algo que es bueno. Yo trabajo en mi estudio y Diego tiene su oficina.
Diego: -Son espacios distintos que preservamos y además tenemos proyectos individuales. Mora ahora está trabajando con su compañía Tango Emoción, un semillero que le permite formar gente para los espectáculos, y diseñando nuevas coreografías para Maximiliano Guerra. Yo estoy preparando "Aplausos" para este año y pensando en lo que le hace falta a la sala de Madrid (Nuevo Teatro Alcalá).
-¿Y para el futuro?
Mora: -Seguir con "Tanguera", al cual doy siete años de vida a muy buen nivel, pero ya estamos pensando en el próximo espectáculo.
Diego: -Yo estoy terminando de escribir un libro que tiene que ver con la conquista, el genocidio, la llegada de los españoles.
Mora: -Creo que es el gran momento de crear cosas argentinas, que tengan que ver con nuestras raíces. Hay todo tipo de artistas y creativos que necesitan continuidad en el trabajo.
- 1
2MasterChef Celebrity: el comentario de Wanda que dejó helada a Sofi Martínez
3Ian Lucas le declaró su amor a Evangelina Anderson en pleno show en Vélez: “Es la mujer más linda de Argentina”
4Los guías de montaña que estuvieron con Christian Petersen aseguraron que no tuvo problemas de salud: qué dice el comunicado


