
8 mujeres
Una misteriosa muerte, personajes oscuros y un gran elenco
1 minuto de lectura'
Autor: Robert Thomas / Dirección: José María Muscari / Intérpretes: Hilda Bernard, Maria Leal, Norma Pons, Emilia Mazer, Cecilia Dopazo, Silvia Perez, Monica Villa, Violeta Urtizberea / Vestuario: Pablo Battaglia, Alejandra Robotti / Iluminación: David Seldes, Diego Todorovich / Escenografía: David Marcelo Valiente / Música original: Sergio Vainikoff / Sala: Tabars (Corrientes 829) / Funciones: miercoles a domingos, a las 20 / Duración: 70 minutos.
Nuestra opinión: buena.
Conocida en la Argentina a través del film de François Ozon, esta obra teatral de Robert Thomas puede apreciarse ahora en su formato original. Se trata de una comedia vodevilesca cuya estructura se apoya en una fuerte intriga y sirve al lucimiento de ocho destacadas actrices, quienes, cada una a su tiempo, tendrán la posibilidad de dar cuenta de la verdadera realidad de su personaje.
En una vieja casona de la campiña francesa aparece muerto el dueño de casa. Las ocho mujeres que lo rodean (su esposa, sus dos hijas, su suegra, su hermana y las dos encargadas del servicio doméstico) quedan muy conmovidas y a la vez comprometidas frente al acontecimiento. Ningún extraño parece haber ingresado en el lugar. Mientras se acusan entre ellas por el homicidio, cada mujer, en su defensa, se irá descubriendo más y dejará ver pistas acerca de su personalidad, su vida interior, su actitud frente a ese marco familiar.
José María Muscari propone un juego intenso, con buen ritmo, aunque en muchas situaciones no cuida la progresión de la intriga, en favor de posibilitar el lucimiento formal de las intérpretes. La comedia pierde cierto costado dramático, la tensión parecería desvanecerse, por momentos. Pero como las relaciones entre los personajes es atractiva y cada una de las actrices es eficaz a la hora de dar cuenta de la realidad de su criatura, el espectáculo crece y el público verdaderamente lo disfruta.
Resultan muy creativos los trabajos de Mónica Villa (Agustina, la cuñada) y Emilia Mazer (Luisa, la doméstica). Hilda Bernard compone a una suegra verdaderamente entrañable. En tanto Norma Pons, María Leal, Silvia Pérez, Cecilia Dopazo y Violeta Urtizberea exponen mucha corrección, aunque resulta menor su compromiso a la hora de buscar mayores matices para dar cuenta de la complejidad de esas personalidades. No puede soslayarse el hecho de que estas ocho mujeres se muestran de una manera para el afuera pero, en verdad, el mundo interior de cada una carga con una profunda oscuridad. La sorpresa aparece cuando esto se devela y ése es uno de los pilares más interesantes de la pieza.





