
Farinelli, el castrado, revive en un musical
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Algunos artistas se convierten en mito, y en esta metamorfosis alcanzan la inmortalidad. Este es el caso del italiano Farinelli, el contratenor más famoso de la historia y una de las voces más célebres de la ópera, que causó sensación en las cortes del siglo XVIII, a quien incluso le atribuían poderes curativos. A Farinelli además lo recubrió un triste halo: el de su condición de castrado.
Hace unos años, el contratenor Rodrigo Fornillo se entusiasmó con el personaje y convocó al autor y director Rolo Sosiuk para que le diera forma a una obra. El resultado es Farinelli, el castrado (un musical barroco), un espectáculo para el cual Fornillo escribió 30 partituras, con letras de Sosiuk, quien además dirige.
Por supuesto, él es el protagonista ya que tiene el don de cantar en dos registros, acompañado por Agustín Almeyra, Penélope Bahl, Rodrigo Arias, May Re, Guido Napp y Joaquín Stringa, al frente de un gran elenco.
"Utilizo el registro de tenor en escena para hablar de los fantasmas que rondaban a Farinelli, y el de contratenor, para interpretarlo. Desde lo vocal, cantar a dos voces es muy exigente, pero ojalá más gente pueda conocer este último registro", dice Rodrigo, quien dirige su propia escuela de teatro llamada Onírica. "Farinelli tuvo una vida muy triste. No se sentía completo. Solo gozaba cuando cantaba", agrega.
En torno del mito de Farinelli aparece un personaje central, su hermano Ricardo, con quien tenía una relación incestuosa, compartiendo mujeres. Ricardo había sido cómplice de la castración de Farinelli, que ordenaron sus padres cuando tenía 12 años.
Farinelli, el castrado, tiene un imponente vestuario de época diseñado originalmente por Gustavo Calandra y Claudio Hock (nominados al Premio Hugo por este trabajo), dirección musical de Jorge Caldelari, y un ensamble de 24 artistas y un grupo de cinco músicos. La obra sube a escena los miércoles, a las 20.30, en el Teatro del Globo, Marcelo T. de Alvear 1155 (4816-3307).





