
Para volver a pensar la Revolución Francesa
El San Martín sigue festejando su reapertura, ahora con una obra del francés Joël Pommerat
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Desde 1995, el teatro de Joël Pommerat posee unas características tan particulares que se ha diferenciado notablemente de las otras múltiples propuestas que se ofrecen en los distintos escenarios franceses. Es que él mismo se define como un "escritor de espectáculos".
En muy pocas oportunidades dirigió piezas de otros autores, aunque cuado lo hizo versionó cuentos infantiles como Caperucita roja, Pinocho o La Cenicienta. Lo suyo es construir el texto a través de improvisaciones con los actores.
Uno de sus últimos trabajos, Todo saldrá bien (1) Fin de Luis, de 2015, se podrá ver a partir de esta noche en el teatro San Martín, en el marco de la temporada internacional que el Complejo Teatral de Buenos Aires organizó con la embajada de Francia. Será ésta la primera vez que una experiencia de Pommerat llegue al país, aunque dos de sus textos se han divulgado en distintos formatos. En 2005 la editorial Colihue editó su versión de Caperucita Roja y, en 20014, dentro del Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América Al mundo, con dirección de Natalia Casielles, se presentó en La Carpintería.
Todo saldrá bien (1) Fin de Luis ha sido definida como "una ficción política contemporánea inspirada en el proceso revolucionario de 1789". Para su creación la compañía partió de dos preguntas ¿Qué empuja a los hombres a derrocar el poder? y ¿qué relaciones nuevas se instauran entre los hombres y la sociedad, los ciudadanos y sus representantes?
"La Revolución inspira la dinámica de eventos y de ciertos personajes - explicó el director-, pero no se trata de reconstruir 1789. Es un marco que sirve a las observaciones de los conflictos humanos, que permite mostrar la lucha política, el compromiso de todos los miembros de la sociedad, el esfuerzo y la efervescencia de ese momento de invención de la política tal como la conocemos hoy."
El espectáculo no busca reproducir el accionar de ciertos personajes históricos ni tampoco recuperar el mundo cotidiano del siglo XVIII como muy bien lo hizo la directora Ariane Mnouchkine con su grupo Théâtre du Soleil en aquella magnífica experiencia que montó en la década del 70, 1789.
Según señaló Pommerat, "Luis es un enigma alrededor del cual gravitan todos los personajes que se interrogan sobre sus intenciones, buscan orientarlas o simplemente interpretarlas. Es el único personaje histórico nombrado. Pero el héroe de esta pieza es el imaginario político, las ideas".
Los procesos de trabajo de Joël Pommerat no resultan sencillos. Generalmente demandan entre tres y seis meses en los que junto a sus intérpretes va dando forma a un conjunto de escenas que irá enlazando hasta llegar al producto deseado. El realizador, muy adepto al concepto de "teatro total", durante las improvisaciones también va poniendo en valor la iluminación, el sonido, la música, el vestuario. Le interesa mucho tocar la sensibilidad del espectador y por eso la crítica ha definido sus experiencias como "un teatro íntimo y espectacular."
Todo saldrá bien (1) Fin de Luis
Autor y director: Joël Pommerat
Teatro San Martín, Corrientes 1530
Funciones, miércoles a sábados, a las 19; domingos, a las 18. Hasta el 30 de junio
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