Ricardo Fort: el millonario que se hizo famoso de un chispazo
Logró lo que quería: introducirse de bruces en el show business; además de remodelar un teatro para representar su vida en una obra de teatro, producirá el musical Sunset Boulevard, con Vicky Buchino, en 2010
MAR DEL PLATA.- Por una esquina del barrio de Los Troncos pasan familias en típicos coches de clase media, dan vuelta jóvenes con autos "tuneados" y música electrónica al mango, y caminan viejitos que pasan por la puerta de la mansión y miran o sacan fotos disimuladamente o largan fuertes alaridos como si estuvieran bailando arriba de un parlante de una disco. Allí vive Ricardo Fort, guste o no guste, la figura del momento (o del efímero instante).
Desde que llegó, vive todo el tiempo rodeado de sus amigos del gimnasio, sus Harley Davidson, su novia, sus coches en una casa en cuyo living hay una pantalla de televisión (la misma que reprodujo su imagen en el programa de Tinelli en una historia conocida por todos más allá de nosotros mismos). Al mejor estilo Ozzy Osbourne también tiene una cámara que lo sigue todo el tiempo para que lo cotidiano se convierta en algo visto por todos.
En la ciudad piensa estrenar una obra de teatro que se llamará Fortuna porque todo en él parece girar alrededor del poderoso Don Dinero. Por ahora, su mejor puesta en escena es él mismo. Todo en su mundo parece milimétricamente pensando para dar en el punto justo del imaginario del tipo rico, del tipo obscenamente rico. La llegada a su casa (su "mansión", como remarca su agente de prensa) es una fiel demostración de ese registro con descapotables, infinidad de coches negros, música y manos en alto. Primero va él con Virginia Gallardo, su novia. Luego, sus modelos ("mis gatos") junto a los patovicas de seguridad, su madre impecable, los dos niños que nacieron en vientres alquilados, su agente de prensa, su? (me perdí). Son más de 20. Como siguiendo una consigna se van al living y ven en la tele que está Guido Süller llorando. "Es tan patético", dice él. El resto asiente porque parece que los roles también están preestablecidos. El entorno compuesto por amigos musculosos, coches ricos y famosos, chicos lindos que se sacan las remeras, una cámara que nos sigue todo el tiempo, una mujer voluptuosa que parece ocupar un papel de reparto y una pileta reluciente parece ser el set de filmación ideal para una película porno gay.
¿Cómo es vivir en medio de todo esto y con la gente en la calle? "Yo lo disfruto. Me gusta, no es algo que pesa. Me encanta", dice ahora él en un charla seguida por varios integrantes de su troupe.
¿Y el manejo de la timidez ante semejante contexto de exposición?
-No tengo timidez para nada, soy un caradura. Totalmente.
-Si querías ser famoso lo lograste. Queda ahora no ser una ola.
-Exacto.
-¿Cuál es la estrategia?
-No tengo estrategia. No hice nada pensado. Se fue dando como algo mágico. Primero fue el reality en YouTube. De ahí salió a la televisión, que empezó a levantar esas imágenes en los programas, comenzaron a darse cuenta de que tenía rating y me llamó Tinelli. Demostré que sé cantar y bailar. La gente ya no me tomó como un bicho mediático, como alguien extravagante que le gusta poner toda la plata sino que luché toda mi vida por lo que quería. Ahora viene teatro acá, en Mar del Plata, mi playa?
El chico del momento
¿Hará falta señalar que acá todos hablan de él? Ejemplo: antes de la entrevista le pido al taxista, un señor mayor, que me lleve al teatro Diagonal para conocer la fachada en donde va a presentar la obra. "¿Qué? Va a sacar entradas para ver a Fort?", me contesta. Esta semana es tapa de varias revistas en las que él luce su cuerpo, ese cuerpo trabajado en base a horas de gimnasio y otras yerbas, y lo muestra como si fuera el mapa de su recorrido de vida, su misma obra de arte. Tan acostumbrado está a eso que cuando se le pide hacer fotos él se traba como si estuviera en un torneo de fisiculturismo. Y es tan directo, tan humildemente directo -término paradójico tratándose de un millonario que se jacta de serlo- que parece ser que mucho más no se le puede pedir. Que ése es él.
Como subido en su moto, piensa llevar la obra a Buenos Aires, tiene planeado hacer una comedia musical ("estoy hablando con Vicky Buchino, quizá sea Sunset Boulevard "), dice estar en tratativas con Quique Estevanez para hacer la obra de teatro en televisión y cuenta que está por firmar un contrato con la Warner. Pero en lo inmediato, su proyecto artístico es el estreno de Fortuna , de Carolina González. "Es un vodevil en el cual el personaje central es Ricardo Fort -dice el mismo Ricardo Fort- que es un millonario, un excéntrico, que tiene varias novias a las que visita cuando viaja por el mundo. Pero mi madre me envía a mi hermana para controlar los gastos y me pone una contadora, papel a cargo de Carolina Papaleo y...". Y vendrán las confusiones y Gino Renni y Anabel Cherubito y su mundo en el cual la realidad y la ficción parecen ser una misma cosa. Se agregan Adriana Salgueiro, Claudia Fernández, Virginia Gallardo y Félix Rossi. Estarán dirigidos por Carlos Moreno.
Dicen que es la versión local de París Hilton. Matías Alé lo llamo Willy Wonka. Hugo Moyano lo comparó con Francisco de Narváez (o al revés). Otros dicen que es un ícono queer ("¿qué es queer ?", pregunta él), o que es exponente tardío del menemismo. El se ríe. "No me molestan para nada todas esas cosas", se ríe. Y repite lo dicho mil veces: "Me van a aparecer 20 novias, 20 novios, 20 hijos, 20 madres que van a decir? Pero no me preocupa, no me modifica mi vida".
Unos de sus muscle -amigos da una versión bastante honesta de toda esta realidad: "El bajón es cuando volvés a tu casa después de todo esto". Mientras tanto, "livin" la vida loca.