Fue a ver a Coldplay sin entradas, logró ingresar y le dio a Chris Martin un regalo preciado: “Simplemente sucedió”
Marcos Dell’ Agnola soñaba ver a Wos y a la banda británica, y por un golpe de suerte lo cumplió con creces; habló con LA NACION y contó como vivió las 48 horas más intensas de su vida
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La presentación de Coldplay en la Argentina se convirtió en uno de los eventos musicales más esperados del año. La respuesta del público fue tan importante que anunciaron no una, sino diez fechas y, como era de esperarse, las entradas se agotaron en un abrir y cerrar de ojos. Así como algunos lograron comprarlas, otros se quedaron con las ganas y estuvieron atentos a otras opciones para conseguirlas, sin caer en las estafas o pagar sumas excesivas de dinero.
Sin embargo, hay unos pocos afortunados que lograron entrar al Monumental sin pagar un peso, pero no por no querer hacerlo, sino por esas vueltas de la vida que hacen que una persona experimente una historia de película en la vida real. Esto es lo que le pasó a Marcos Dell’ Agnola un mendocino que llegó a Buenos Aires en busca de una entrada para ver a Coldplay y, no solo pudo entrar al estadio sin ella, sino que también conoció a Chris Martin en persona. Para algunos puede ser un golpe de suerte, una obra del destino o simplemente estar en el lugar y en el momento correcto. El joven le narró su travesía a LA NACION y reveló cuál fue el regalo que le hizo al cantante.
Al igual que muchos, Marcos no se resignaba y soñaba con ver a Coldplay. No durmió la noche anterior a la salida de una última tanda de ventas, pero aun así no pudo conseguir los tickets. Pero por esas cosas difíciles de explicar empezaron a aparecer señales que le indicaban que igualmente tenía que ir e intentarlo. Unos familiares de un amigo de su padre viajaban a Buenos Aires y con un pequeño bolso se subió al auto con ellos y así llegó hasta Ituzaingó, el viernes 28 de octubre.
De Mendoza a disfrutar un show de Wos sin entradas
El día que llegó, tocaba Wos en el Estadio de Argentinos Juniors, que era el otro artista que quería ver en vivo. Viajó en colectivo hasta ahí en busca de alguien que revendiera una entrada, pero no encontró a nadie. Sin embargo, lo que no sabía era que tendría un golpe de suerte que lo cambiaría todo: “Fue la decisión, el estar en el lugar y momento justos, y con una necesidad determinada que era básicamente cambiarme de ropa. Le pedí permiso a un guardia de seguridad para hacerlo y no sé si interpretó que yo era parte del staff, pero me dijo ‘no, no te ensucies, entrá acá’”, contó Marcos.
Así pasó a uno de los baños del Estadio y cuando se quiso dar cuenta estaba al lado de un puesto de comida, que se ubicaba después de los controles. Es decir, que los había sorteado, sin quererlo, y ya estaba adentro. “Lo tomé como un obsequio y creo que la energía uno también abre puertas”, reflexionó el mendocino: “Trabajé en el área de producción y creo que en este tipo de eventos mantengo cierta postura de tranquilidad”.
Pero, cuando terminó el show, comenzaba otra odisea, la de conseguir un lugar para dormir, si bien tenía los recursos, todo estaba lleno o los precios eran muy altos. Tras caminar varias cuadras sin rumbo fijo llegó a una estación de servicio donde, después de contar su historia, le habilitaron un espacio en la parte trasera para que pudiera descansar un par de horas.
Al día siguiente le tocaba cumplir la segunda parte de su misión: ver a Coldplay. Tomó un colectivo e hizo una escala en el Cementerio de la Chacarita donde le dejó flores a Gustavo Cerati. Cuando salió, por obra del destino o vueltas de la vida, se encontró con dos mendocinos y pidieron juntos un auto hasta Núñez. Sin poder creer del todo su propio relato, sostuvo: “Para mi Buenos Aires es mágico”.
Un golpe de suerte llevó a Marcos a ver a Coldplay en vivo
Finalmente, Marcos llegó al estadio de River Plate, pero sabía que era más difícil que pasara lo mismo que el día anterior. Si bien su plan era comprar entradas de reventa, la oferta era escasa y las opciones no le cerraban del todo. “Me iba a sentar a escuchar el show desde afuera y hasta pensé en tocarle el timbre a algún vecino y alquilarle el balcón”, aseguró. Sin embargo, antes de irse decidió buscar un baño y así empezó la segunda parte de su travesía.
“Había un estacionamiento, consulté y me permitieron pasar. Me dijeron que vaya a la parte de acreditaciones porque al lado había un baño. Entré por el garaje y parecía un lugar donde tienen los autos, algunas personas importantes por los modelos que había. Ahí me vio una persona y me sacó del lugar, diciéndome que no podía estar ahí, y me dejó en el círculo interno, adentro del primer control”, contó Marcos.
Si bien pudo pasar uno de los controles aún quedaban otros y su intención no era pasar un mal momento por no tener entrada, pero las casualidades siguieron. “Había una puerta negra donde, desde el lugar que yo estaba, pedían precinto. Pensaba ‘o me abren y salgo a la calle o a un estacionamiento, pero no entro más’”, remarcó.
Sin embargo, se la jugó y cuando salió se dio cuenta de que estaba en el campo de River a metros del escenario y “no lo podía creer”. Efectivamente y por esas vueltas del destino, o como se lo pueda llamar, sin buscarlo, pero si deseándolo vio en vivo a Coldplay.
La foto más deseada y el regalo a Chris Martin
Cuando terminó el concierto, el joven de 31 años intentó irse lo más rápido posible, ya que dejó su bolso en uno de los stands que había en el evento y necesitaba recuperarlo. Pero, debido a la cantidad de gente, se dificultó su salida, por lo que encontró otra alternativa.
“Había gente de técnica, desarmando el escenario, una persona que era de Holanda y otra de Bélgica y como yo trabajé en producción y sabía del tema nos pusimos a hablar”, contó Marcos: “Se ve que cuando me vieron charlando tan naturalmente no me sacaron, pero al resto si”. Posteriormente, siguió en la búsqueda de una salida rápida y fue ahí donde se encontró con el backstage, donde solo podían ingresar personas acreditadas. Sin embargo, aseguró que, aunque él no lo era, no le dijeron nada.
Una vez ahí escuchó que alguien decía ‘en 15 salimos, bloqueen los accesos’ y sabía que algo iba a pasar: “Seguridad me miraba y teníamos una comunicación telepática de ‘quién sos vos’ y ‘¿está Chris Martin ahí?’”. En ese momento, empezó a sentir una energía diferente en el ambiente y comprobó sus sospechas: con una gorra gris en la cabeza, apareció Chris Martin.
“Me miró y me saludó como si fuera el vecino. Se acercó y le dije: ‘Chris excuse me...’. Él frenó, pero una persona de seguridad me dijo que no lo tocara. Sin embargo, él le respondió: ‘No, it’s ok’”, contó el mendocino quien aseguró que todo el tiempo se preguntaba, “¿esto es real?”.
Fue ahí cuando le dijo al cantante, en inglés: “Perdón por la interrupción, pero quería agradecerte en nombre de las personas que estuvimos, porque me hiciste emocionar con una pérdida de un familiar que tuve”, recordó el joven. Además de eso, le hizo un regalo: un vaso personal que adentro tení un pendrive con música suya, que el músico aceptó. Pero, mientras se estaba yendo, Marcos lo volvió a llamar.
“Le dije, perdón, esto debe ser muy molesto para vos, pero si no me saco una foto no me la cree nadie. Él se rio y accedió”, comentó. Después de eso, parte del personal se acercó a preguntarle quién era, pero él no podía emitir palabra. Sin responder salió del lugar y logró recuperar su bolso y contó la experiencia “surreal” que acababa de vivir.
Protegiendo su celular, viajó en auto hasta Mataderos, donde pasaría la noche en la casa de un amigo de su hermano y al día siguiente emprendió la vuelta a casa.
El día después de conocer a Chris Martin
“Me costaba pensar cuantos días pasaron, porque en realidad eran solo dos”, sostuvo entre risas y aseguró que “la mejor ciudad para vivir historias es Buenos Aires”. En su cuenta de Instagram, compartió las imágenes y escribió: “¿Así que viajaste ida y vuelta, viste Wos y Coldplay, entraste al backstage de Chris Martin, le diste un regalo y todo gratis? Pedile permiso al Universo y que tu sonrisa abra todas las puertas de cualquier corazón que aparezca”.
A su vez, comentó que varios le escribieron para preguntarle cómo hizo para conocer a Martin, pero no tenía una respuesta para dar: “Juro que no sé. Fue algo instantáneo que simplemente sucedió”. Por último, remarcó que su intención no fue “hacer una apología a la compra de un ticket”: “En este caso fue el contrario, por exceso de demanda no había oferta y sentí el llamado mágico que todos sentimos viendo los videos del show. Mi intención siempre fue comprar las entradas, pero hubo un empujón, una magia que terminó llevándome para adentro. Las señales aparecieron e hicieron que terminara con Wos y Coldplay frente a mí”.
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