Tiroteo en Texas: la historia de la niña que se cubrió de la sangre de una de sus compañeras para sobrevivir

El martes 24 de mayo será recordado por el luto luego de que en el colegio Robb en Uvalde, Texas, se vivió una auténtica escena de terror, un tiroteo mortal que dejó hasta el momento 21 víctimas: 19 niños y dos maestras. Una de las estudiantes pudo haber aumentado la cifra, pero la decisión que tomó le salvó la vida. Blanca Rivera, tía de Miah Cerrillo, explicó al medio KRPC-TV que la niña usó su instinto de supervivencia y consiguió engañar al tirador manchándose de la sangre de su mejor amiga y haciéndose la muerta.

En medio del caos que causaba Salvador Ramos, de 18 años y autor del tiroteo, Cerrillo fue, al parecer, la única persona en esa clase que logró salir con vida. Su padre, Miguel, corrió a la escuela cuando se enteró de lo que pasaba. No pudo entrar, pero cuando logró llegar a su hija, estaba cubierta de sangre que no era de ella.

“Mi cuñada dijo que Miah vio a su amiga llena de sangre, la recogió y se la puso encima”, declaró su tía Blanca Rivera.

La compañera ensangrentada era Amerie Joe Garza, la menor que habría intentado llamar al 911 antes de que Ramos le quitara la vida.

En otra de las versiones, el padre de la niña dijo a The Washington Post, que su hija le dijo que una de las maestras trató de llamar, pero fue abatida por Ramos y Miah intentó usar su teléfono.

La cicatriz profunda que le quedó

La pequeña de 11 años se salvó haciéndose la muerta y tuvo que soportar así entre 40 minutos y una hora, hasta que Salvador fue abatido por la policía. Los días después del tiroteo no han sido mejores. De acuerdo con su papá, Miguel Cerrillo, en declaraciones a Fox News Digital, su hija tuvo que ir al hospital por sus heridas en la espalda y, aunque le dieron el alta esa noche, el trauma permanece.

Rivera declaró que su cuñada le llamó llorando a la medianoche, cuando cayó en la cuenta de todo lo que había sucedido. “Estamos en casa y está llorando; está teniendo un ataque de pánico”, le dijo. Rivera busca la fe para seguir adelante tras la tragedia en su comunidad, pues la cicatriz se quedó con ellos tras el horror que vivieron.

“Es traumatizante, y tener a una niña de 11 años pasando por esto, no puedo imaginar lo que siente”, lamentó a KPRC-TV.

“Es hora de morir”, palabras del autor del tiroteo

Los compañeros de la clase cercana sobrevivieron de milagro. Ramos también quiso entrar a ese salón, en donde los niños estaban debajo de las mesas. En ese momento, llegaron los primeros policías, aún así, Salvador logró cobrarse más víctimas.

Otro estudiante de cuarto grado también explicó cómo logro conservar su vida al medio de The Sun, luego de que el tirador entró y dijo: “Es hora de morir”. Él y sus amigos se escaparon bajo una mesa con un mantel como cobertura. Contó que sus maestras, Irma García y Eva Mireles, se pusieron delante de sus compañeros para ayudar. Ambas fueron abatidas.

La historia de Miah recuerda a la de una niña de 6 años que se hizo la muerta en el tiroteo de Sandy Hook, quien también se cubrió de los pies a la cabeza con sangre de sus compañeros.

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