Reseña: Friday Black, de Nana Kwame Adjei-Bernyah
Cuentos satíricos y distópicos
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Promocionado por Colson Whitehead, una de las máximas figuras de la literatura estadounidense actual, Friday Black tiene todo para satisfacer las expectativas contemporáneas: cuentos ágiles, la distopía para traficar tensiones del presente y un tono de sátira extremo, con sello afroamericano. Nana Kwame Adjei-Bernyah (Spring Valley, 1991) es, gracias a este primer libro, uno de los niños mimados del panorama norteamericano.
Los doce relatos de Friday Black expresan bien la doble hélice con la que funcionan a veces los libros: la eficacia narrativa y la eficacia promocional. Llevados con pericia, son también directos en su ataque sin mediaciones del racismo y el consumismo que campea en Estados Unidos. En el cuento que le da título a la colección (que invierte el orden del Black Friday, día de promociones comerciales, para darle un deliberado toque irónico), un centro comercial es asaltado por compradores que lanzan “aullidos como humanos hambrientos”, bajo la mirada de un narrador-vendedor, testigo de ese avance al que no le faltan crímenes pulsionales.
En “Zimmerlandia”, hay un parque temático para entrenarse en la resolución de conflictos, la justicia y su aplicación, pero donde, en ese aparente juego, vale matar al prójimo. “A través del destello” acude al clima posnuclear y “La calle Lark” inicia con un par de fetos abortados que le piden al otro día, con agresividad, explicaciones a sus padres. No se puede decir que Adjei-Brenyah sea sutil en sus intenciones, pero toda sátira –podría decirse– se debe más al sarcasmo desbocado que a la mesura.
Friday Black
Por Nana Kwame Adjei-Bernyah
Libros del Asteroide. Trad.: J. Calvo
254 páginas, $ 4450