40 ideas para cambiar el país
Los lectores de LA NACION, de manera anónima, elaboraron una cantidad de propuestas para cambiar la realidad que nos rodea y nos las enviaron. Educación, política, ecología, calidad de vida... ningún tema quedó fuera de su lupa. Aquí, los resultados
lanacionar1.- Abolir la enseñanza pública
Hay que abolir la enseñanza pública, es un desastre y nos está llevando al fracaso total. La educación es algo demasiado importante para dejarlo en manos del Estado. Que sea privada no quiere decir que los pobres no puedan estudiar. Hay muchas maneras de financiar la educación para los que no pueden pagarla. Hasta Suecia está virando hacia la educación privada en todos los niveles.
2.- Empezar a educar en el hogar
En el mundo desarrollado la educación es pública y gratuita. La educación privada no hará de los hogares argentinos algo similar al sueco. La educación es tan importante que debería empezar en el hogar.
3.- Que el Estado se ocupe de la educación
El Estado debe ocuparse con seriedad de pagar bien a los profesores, de construir buenas escuelas y de legislar para que sea obligatorio el estudio secundario. De esta manera se podrá decir que la Argentina cuenta con una población instruida y capaz de hacer cosas buenas para el país y para el mundo, dejará así de ser un país subdesarrollado.
4.- Terminar con la política en las aulas
La educación no debería ser privada totalmente, porque es fuente de igualdad de oportunidades. Sí hay que terminar con las rencillas políticas. Las instituciones educativas son un lugar de estudio, no de partidos políticos.
5.- Aumentar la participación directa
La problemática del país sí tiene solución, y dentro de un sistema democrático. La participación directa de los ciudadanos en las instituciones del Estado, previa renuncia al individualismo que nos caracteriza, permitiría buscar metas comunes y privilegiar los intereses colectivos sobre los partidarios, dejando para después la superación de las diferencias.
6.- Reducir la presión tributaria
Hoy sufrimos una escalada histórica de la presión tributaria. Los países desarrollados no poseen una carga fiscal ni remotamente similar a la Argentina. Pero tampoco la tuvieron, ni la tienen, aquellos países que, como el nuestro, sufrieron una alta tasa de pobreza, como Irlanda y Corea del Sur. Para citar un ejemplo que nos toca más de cerca, la provincia de San Luis pasó de ubicar el puesto 22 en el ingreso per cápita en 1983 a conseguir el quinto lugar en la actualidad, pero no aumentando impuestos sino a través de políticas de promoción industrial y beneficios fiscales a aquellos que producen, reinvierten y generan empleo genuino. Confiscar los ingresos de quienes producen riquezas sólo genera más pobreza y quita a los empleadores la fantástica oportunidad de reinvertir sus ganancias, lo que generaría nuevos y mejores puestos de trabajo.
7.- Elegir jueces y fiscales por voto popular
En la medida en que el mayor problema es la corrupción estructural, la justicia no es independiente, y es el único poder sin representación popular. Una solución sería que los fiscales generales fueran elegidos por voto popular y no formaran parte de la carrera judicial. De esta manera no estarían sometidos por el ejecutivo ni por sus compañeros de carrera.
8.- Poder Judicial por votación
Proponer que los jueces de la Corte, los federales y provinciales sean elegidos por la ciudadanía de la misma manera en que elegimos a presidentes y legisladores. El sistema podría ser que cada juez que desee integrar la magistratura presentara sus antecedentes en público y luego rindiera examen. Con esa nota se formarían ternas (aquellos de mejores antecedentes, trayectoria y mejor calificación), y despues de esto los ciudadanos elegiríamos cuál de los tres nos parece idóneo para ocupar el cargo. La elección se haría en año par, que no coincida con las elecciones de legisladores y presidentes. Deberían durar en sus cargos 4 o 5 años con la posibilidad de ser reelegidos indefinidamente si es que el pueblo lo confirma con sus sufragios.
9.- Pasar la recaudación del IVA a las provincias
Así, cada gobernador podría bajarlo o subirlo según su buena administración y competir con las otras provincias para captar inversiones.
10.- Reducir los subsidios
Los subsidios de la economía llegan a los 30.000 millones de pesos. Si se los reduce, con 6000 millones podría duplicarse el presupuesto educativo, para alcanzar la educación secundaria obligatoria en todo el país. De los 24.000 restantes, podrían utilizarse 1200 millones en quintuplicar el presupuesto para el desarrollo de las ciencias. De esta manera se podría tener más royalties y darles mayor valor agregado a nuestros productos. Y aún quedarían 22.800 millones de pesos para otros proyectos.
11.- Dejar de sentirnos únicos
Los argentinos nos sentimos únicos e insultamos contra todo y contra todos. Nos molesta cuando nos dicen soberbios. Pero de lo que no nos damos cuenta es de que miramos sólo nuestro ombligo. Pido tomar conciencia del mundo, de mi país y tratar de mejorar como persona. Seguramente, el caos personal desaparecerá y podremos entre todos ayudar a que el de nuestro vecino también desaparezca. Como una cadena de favores. Con fuerza. Con amor. Con respeto. Con humildad. Sumando, nunca restando.
12.- Respetar al prójimo
Lo primero que hay que mejorar es el respeto hacia los demás. Vivimos en un país donde nadie respeta las normas de tránsito, las de convivencia. Lo único que le importa a cada uno es salvarse a sí mismo. Nos falta mucho como personas para poder lograr algo.
13.- La educación debe encabezar el presupuesto nacional
Educación debería ocupar el primer renglón del presupuesto nacional, y no sólo una educación enciclopédica, sino formativa y global desde la niñez. De esta forma podremos solucionar problemas de salud, justicia, convivencia y calidad de vida.
14.- Erradicar villas de emergencia
Pienso que deberían erradicarse las villas de emergencia, pero antes de hacerlo habría que hacer un censo para ver cuál es el origen de quienes la habitan. Con el dinero que se recaude con la venta de esos terrenos podrían comprarse tierras privadas (si no hubiera fiscales), parcelarlas y entregar una parcela a cada familia que acepte el traslado al lugar elegido, con una tendencia precaria, no trasladable por un término a fijar (por ejemplo, 10 años), y entregar materiales para la construcción de viviendas, herramientas, semillas, núcleos de animales y otros elementos para desarrollar emprendimientos productivos, además de asesoramiento de especialistas (agrónomos, veterinarios, arquitectos, médicos, ingenieros). Con esos emprendimientos en marcha, pagar una cuota anual y/o mensual según la capacidad de pago de cada uno para utilizar ese dinero en nuevos emprendientos.
15.- Justicia
Si se aplicara, no seríamos un país fuera de la ley, como habitualmente nos sentimos. Con justicia la corrupción y cualquier delito serían penados, no importa dónde se cometan, y nos obligaría como sociedad a respetar las normas que nos hemos impuesto y hoy no cumplimos.
16.- Fin de las listas sábana
a) Para optimizar el mecanismo electoral debería permitirse que el votante pueda eliminar (tachar) nombres de candidatos de las listas sábanas. Pero antes que votar hay que saber hacerlo, por eso lo más importante es mejorar la educación básica.
17.- Volver a enseñar educación cívica
Para que los chicos sepan qué es la Constitución argentina hay que enseñar otra vez educación cívica en la escuela. Eso permitirá aprender las leyes necesarias para la convivencia y el respeto a la libertad del otro (tránsito, basura, ruidos molestos, comportamiento urbano). Todo lo demás viene por añadidura.
18.- Recrear el Fonavi
Para posibilitar la construcción de viviendas –e intentar no repetir errores que han desvirtuado un buen sistema para solucionar el problema habitacional– habría que recrear el Fonavi (Fondo Nacional para la Vivienda) y combinarlo con un plan de ahorro y préstamo previo de un año, que asegure al beneficiario el acceso a su vivienda.
19.- Cambiar el sistema de voto
Para que los diputados sean más sensibles a la gente que los votó deberían elegirse por distritos pequeños (tipo partido o municipio) y no por provincia completa. Eso daría más representatividad a la Cámara baja y eliminaría las listas sábana.
20.- Una idea de Ameghino para la producción de energía
Recuperar las estaciones abandonadas con generadores de energía eléctrica y etanol a partir de leña de plantaciones aledañas, principalmente en regiones anegadizas. La antigua idea de Florentino Ameghino de profundizar las lagunas y plantar árboles en vasta escala para que los paisanos no estuvieran de holgazanes en los boliches.
21.- Reinsertar a los excluidos
Es fundamental trabajar en la reinserción social de los excluidos, a través fundamentalmente de la educación, la capacitación laboral, y los microemprendimientos. El rol de las ONG en esta problemática y la participación de voluntarios y sponsors deben ser ampliamente difundidos y alentados. Todos deberíamos involucrarnos.
22.- Respetar la Constitución Nacional
Sólo un renglón. Respetar las reglas de juego que fija la Constitución Nacional y no correrse ni un centímetro. Lo demás son sólo instrumentos que irán modificándose según evolucionemos.
23.- Transparencia
Construir un sitio web donde todo proyecto de gobierno de alcance municipal, provincial o nacional pueda ser publicado con antelación para que la gente vote a favor o en contrar, sugerir modificaciones de ciertos puntos y que a su vez sean votadas y discutidas. En otro sitio web deberían divulgarse las finanzas del Estado y verse de manera gráfica el avance o retroceso en áreas clave de la economía, la salud, la educación, como si fuera una tabla de posiciones, la misma que apasiona en el fútbol.
24.- Una sola boleta
Hacer como en Australia: cuando se entra en el cuarto oscuro hay una sola boleta y allí están todos los candidatos La gente vota escribiendo al lado de cada uno consignando el orden de preferencia. Además, de no prestarse al desmanejo actual, reduce el costo de imprimir boletas para los partidos políticos.
25.- Autocriticarnos
Los argentinos somos engrupidos, soberbios e intransigentes. Engrupidos por pensar que con sólo un cartel impactante y algo de “labia” podemos llegar a ser directores de empresa, diputados, senadores e incluso presidentes… Soberbios por pensar que sin efuerzo podemos sentarnos a dialogar sin escuchar y sin siquiera saber de qué se trata el problema. Intransigentes por creer que la realidad es sólo una y cómo nosotros la percibidos. Estos tres defectos nos convirtieron en un pueblo de mediocres.
26.- Políticos inteligentes
Hacen falta hombres y mujeres que piensen el país como una unidad y se pongan objetivos, más allá de las diferencias, que nos permitan ver hacia qué país vamos y que los diferentes gobiernos le puedan dar continuidad al camino elegido, más allá de los diferentes matices políticos.
27.- Nuevos políticos
Que los graduados en ciencias políticas, en vez de crear consultorías, ingresen a la política con ideas renovadas y sin herencias ni acomodos a sus espaldas.
28.- Regionalizar por clima
Dividir la república en zonas productivas por climas y realizar acuerdos trasnacionales con países que tengan un desarrollo similar o afín con dichas regiones.
29.- Federalizar
Promover el federalismo real y erradicar el centralismo porteño para siempre. Promover la unión estratégica de los nuevos estados independientes, con una fuerte inversión en la militarización en cuanto a fuerzas armadas fuertes y técnicamente modernizadas. No adoptar ninguna sugerencia de ninguna potencia para la creación de la nueva fuerza de defensa de la región.
30.- Prevención del delito
Promover la difusión de los perfiles de los delincuentes por robo reiterado, portación de armas de guerra, violación, homicidio, tortura y privación de la libertad y cualquier otro delito aberrante: las caras y la historia de estas personas deben ser reconocidas por la comunidad entera.
31.- Un sistema representativo unitario
¿Por qué no modificamos nuevamente la Constitución Nacional y transformamos el país en un sistema representativo republicano unitario, al estilo de Chile o Italia? Es mucho más barato y la representatividad está dada igualmente. Hoy los medios de comunicación y los adelantos tecnológicos permiten una comunicación fluida entre los intendentes, los delegados regionales y el Parlamento nacional. Los asesores podrían ser las universidades, y sobraría muchísimo dinero para hacer una mejor distribución de la riqueza.
32.- Construir silos
Debería usarse parte del incremento de las retenciones a la soja para construir con carácter de urgente (en menos de un año) silos de la última tecnología. Estados Unidos tenía una capacidad de almacenamiento de alrededor de una vez y media el volumen de siembra. En Canadá era del doble. En la Argentina no llegamos ni al 40%, y que esté en condiciones, aún menos. Luego aseguraría que la administración fuera cooperativa e impondría condiciones para formar parte de su administración.
33.- Respetar valores
Lo primordial es la educación, pero no académica sino en valores esenciales y comunes a todos los que conforman la Nación. Respeto y tolerancia deberían encabezar el top ten. Desactivar la frivolidad y el facilismo y acompañar estos principios con el ejemplo de cada uno de nosotros. Solo hace falta la voluntad política de todos los responsables de los medios de comunicación y de los políticos que deben pensar en el largo plazo y no en la próxima elección.
34.- Generar un consenso nacional
Generar un consenso nacional, con principios, al que todos los sectores se comprometan (por ejemplo, la prioridad de abastecer el consumo interno con la producción propia a precios de privilegio, pero sin que el Estado tenga que subsidiarlos), para que los poderes tengan una guía de continuidad, en especial las cámaras legislativas. Gastamos mucho dinero y energías en deshacer lo que hicieron los anteriores gobiernos. Ese es nuestro déficit, en eso se nos va la riqueza.
35.- Cumplir con el decálogo de los países ricos
Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos se descubre que la mayor parte de la población cumple las siguientes reglas (cuyo orden puede ser discutido): 1. Lo ético como principio básico. 2. El orden y la limpieza. 3. La integridad. 4. La puntualidad. 5. La responsabilidad. 6. El deseo de superación. 7. El respeto a las leyes y los reglamentos. 8. El respeto por el derecho de los demás. 9. Su amor al trabajo. 10. Su esfuerzo por la economía y acometimiento. En los países pobres sólo una mínima parte de la población sigue estas reglas en su vida diaria. No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros. Simplemente somos pobres por nuestra actitud. Nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas del funcionamiento de la sociedad.
36.- Controlar la violencia en el aula
Educar con todo: basta de tomas de colegios, universidades o de alumnos de 15 años que les pegan a los profesores y están a punto de ser padres. Hay que educar también a los padres en el tema, porque muchas veces son ellos quienes fomentan estas actitudes.
37.- Cambiar la cultura política
Empezar por formar pensadores críticos desde las aulas, para elegir con criterio y votar al mejor, no al menos malo. Cambiar la ley electoral: que no se pueda ser presidente con menos del 51% de los votos y el primer mandatario tenga formación en ciencias políticas. Que cualquier persona que aspire a ser político o funcionario presente una lista de méritos personales y laborales. Exigir que el gobierno presente cada tres meses informes de su trabajo, realizado en sesiones abiertas, televisadas y con posibilidades de preguntar.
38.- Juicio de residencia
La Constitución debería establecer algo similar al “juicio de residencia” (al que eran sometidos los virreyes y oidores que cesaban en su cargo), por un tribunal mixto compuesto por legisladores de ambas cámaras, y de algún otro ámbito, tanto en el nivel nacional como en el provincial y sobre todo en el municipal. O sea: que se castigue al funcionario que roba; no como ahora, que nadie va preso.
39.- Más cultura del trabajo y el esfuerzo
Hay que incrementar la cultura del trabajo y del esfuerzo. Basta de división social y lucha ficticia entre ricos y pobres: la Argentina sigue siendo uno de los países de América latina con mayor clase media. Basta de estigmatizar al que gana dinero. Ganar dinero está bien y debería ser el objetivo de todos mediante el esfuerzo. No podemos demonizar al que mediante su esfuerzo genera riqueza.
40.- Promover la autonomía de las personas
Promover el desarrollo de las personas sin que dependan de la dádiva del gobierno de turno: campañas anticlientelismo, antifavor del puntero del barrio, antiplán trabajar/pan o lo que sea en forma crónica (si se aceptarían para los períodos de emergencia, pero con fecha de caducidad pronta, de la mano de un plan de recuperación nacional); promover el pago de planes de ayuda, siempre con trabajo efectivo como contrapartida, además de planes antiñoquis.
Foro en lanacion.com: www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1027409
China Zorrilla
Este país tendría que ser un país jauja, un país de ensueño, perfecto. Porque es bellísimo y me impresiona bastante cómo los argentinos desconocen su propio país. Me ha pasado de juntarme con amigas que me piden que les cuente sobre la Quebrada de Humahuaca. Pero, ¡vayan a verla ustedes!, les respondo. No valoran las bellezas y ventajas que tienen y soy yo la que viene a contarles a los porteños
cómo es una ciudad como, por ejemplo, Bariloche. Piensan que es normal poder elegir entre ir a esquiar al Sur o bañarse en el Norte en la misma época. Bueno, sépanlo, y con esto quiero retar a los argentinos: no es normal tener tantas opciones dentro del mismo país.
Actriz
Victor Hugo Morales
El cambio más posible es trabajar sobre dos ejes, la solidaridad y la juventud, y si se pueden unir ambos, mejor. Hay que formar una cultura de la solidaridad entre los jóvenes. La mía es una generación que no tiene chance ya de revertir los procesos, por eso digo que hay que hacer hincapié en los jóvenes y en la solidaridad. Siempre se habla de la juventud negativamente, pero nadie hace prensa sobre las acciones positivas que, lo sé, son muchas y eso ayudaría a estimular a la juventud dentro de la línea de la solidaridad.
Locutor y periodista
Santiago Kovadloff
La Argentina fundamentalmente tendría que dejar de ser un país repetitivo, que vivencia su falta de imaginación política, y que opta por la reiteración de consignas con las que la política es una organización o una corporación, antes que ser representativa de las instituciones republicanas. Esto es lo primero que tendríamos que tratar, para lograr que se acerque un poco más al siglo XXI y se aleje del siglo XIX. Hay que lograr que la educación no sólo sea un recurso del que pueda disponer la población, sino que su vigencia se traduzca en las características del discurso de sus dirigencias. Necesitamos un país que capitalice sus fracasos. Toda las naciones que han madurado han tenido fracasos, pero lo que las distingue es la capacidad de capitalizarlo, de aprender de él. Eso no sólo tiene que ver con la educación sino con la actitud reflexiva. Pensar es una actividad infrecuente en este país. Necesitamos fortalecer las relaciones regionales e inscribir el concepto de desarrollo que impulse a la nación. Por último, es necesario que descubra que uno de los grandes desafíos del presente es la ecología y el pasaje de la sociedad productiva de elementos naturales a productos nacidos del conocimiento.
Filósofo
José María Muscari
Lo que hay que cambiar es el nivel de tolerancia en la sociedad. Somos una sociedad que, aunque elegimos a nuestros dirigentes, no los dejamos gobernar demasiado. Y, desde el gobierno, tampoco parecen tener muy en cuenta que venimos padeciendo crisis tras crisis y, para estar al frente de un país como éste, deberían acercarse al pueblo de otra forma.
Director teatral
Pacho O’Donell
La argentina cambiaría si se respetara estrictamente el texto de la Constitución. En estos momentos, las violaciones a ésta me parecen muy serias. Muy graves en todo sentido.
Escritor e historiador
lanacionar