Así fue la boda entre el Príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles

Si hay una historia de la realeza que capta la atención de todas las personas del mundo es la de la monarquía inglesa. Y eso, desde luego, incluye al príncipe Carlos de Inglaterra, Lady Di y Camilla Parker Bowles: un trío polémico entrecruzado entre pasiones, amores ocultos y misterio.

Aunque durante muchos años fueron vistos como “malvados infieles”, según las propias palabras de la revista Vanity Fair, las normas de la monarquía permitieron la boda entre que Carlos y Camilla el 9 de abril de 2005, luego de una relación que tenía muchos años detrás, concretamente tres décadas.

La unión se llevó a cabo en el Ayuntamiento de Windsor y consistió en una ceremonia civil, seguida de una misa oficiada por el arzobispo de Canterbury.

Una de las principales curiosidades de la celebración estuvo en los atuendos de los novios y los invitados. Cabe recordar que tanto el Príncipe de Gales como Camilla ya casi rozaban los 60 años cuando contrajeron matrimonio. Además, la boda tenía ese tinte de “historia no tradicional” que no dio lugar a un gran despliegue de vestidos blancos y tocados florales.

Camilla Parker Bowles llevó puesto un diseño de Robinson Valentine: un vestido blanco con efecto “roto”, acompañado de un abrigo a juego en hilo de seda. No llevaba el clásico ramo de flores, sino una cartera.

Al momento de la misa escogió un cambio de vestuario. Se puso un vestido largo de color azul con bordados en oro, también diseñado por Valentine. Acompañó el conjunto con un tocado dorado, elaborado por Philip Treacy.

En cuanto al Príncipe, la elección fue un tanto más sencilla: optó por un chaqué oscuro que llevó en ambas ceremonias.

Camilla Parker Bowles: la historia detrás del amor del príncipe Carlos

Es sabido que la monarquía inglesa es muy estricta en cuanto a los protocolos y las cualidades que deben tener sus nobles mujeres.

Así lo está exhibiendo Meghan Markle, la esposa del Príncipe Harry, tras su polémica separación de la realeza y una historia de amor marcada por la independencia y la fortaleza.

En su momento, la Princesa Diana estaba en el foco de la crítica, era juzgada por cada uno de sus movimientos y la infelicidad de ciertas etapas de su vida fue un fenómeno de público conocimiento.

Camilla Parker Bowles tampoco tenía, acorde a la norma, las condiciones para convertirse en princesa, y mucho menos en reina.

Parker Bowles escapaba de muchas reglas: no era virgen y se le conocían relaciones con otros hombres, sobre todo un romance intermitente de varios años con el militar Andrew Parker Bowles.

Los entretelones de un amor que perduró

El Príncipe Carlos fue conminado por su tío a abandonar a Camilla con la amenaza de que llevaba décadas pesando de forma siniestra en la familia real: el destino de su tío abuelo Eduardo VIII, el duque de Windsor.

Luego de la muerte de Diana, un 31 de agosto de 1997 en un accidente de tránsito, las cosas cambiaron en la vida y el corazón de los enamorados y, tras enviudar Carlos, encontraron la oportunidad de vivir su amor sin obstáculos.

Sin embargo, les tomó dos años a Carlos y Camilla, tras la muerte de Lady Di, para mostrarse en público. La aparición fue en el hotel Ritz, durante el festejo de cumpleaños de la hermana de Parker Bowles.

Luego, se mudaron a Clarence House en el año 2003. Sorprendentemente el pueblo inglés no los vio como villanos malvados y dejó los típicos juicios que suele hacer la sociedad de la región, incluso a pesar del profundo amor que sentían por Lady Di y los incontables homenajes que le han rendido.

Pese a los condicionamientos propios de la realeza, Carlos y Camilla comparten su vida sin tantas cámaras, críticas ni presiones.

Aún se desconoce lo que sucederá si el príncipe Carlos hereda el trono, y particularmente, qué pasará con Camilla.

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