Bares con terrazas, el nuevo after office del verano
Inspirados en los roofbars de Nueva York y en las azoteas gourmet de Berlín o Barcelona, ofrecen tapeos, tragos y música en vivo
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Con copa en mano y de cara al río, los jueves por la tarde tienen un encanto especial para Fernando Romagnolo. Son cerca de las 19 y hace apenas unos minutos que cambió su oficina en el Banco Galicia por el bar en la terraza del hotel Hilton, en Puerto Madero. Desde aquí, la obra arquitectónica de Santiago Calatrava se aprecia de otra manera. En este nuevo escenario, Romagnolo contempla el atardecer -con el Puente de la Mujer de fondo- mientras charla con una amiga, Juliana Solari, que ya pidió (por 45 pesos) un clásico daiquiri de frutilla. En el bar al aire libre del séptimo piso del hotel, el after office del Hilton porteño tiene algo que recuerda al lounge de su par en el barrio de Chelsea, en Nueva York. En Manhattan, la oferta de los roofbars (bares en las terrazas) es múltiple. Pero el fenómeno inspirado en las ciudades de Nueva York, Berlín o Barcelona ya hizo pie en Buenos Aires. Ahora, y sobre todo en verano, el nuevo after office porteño tiene vistas de 360 grados y los mejores atardeceres.
Lo sabe también Carolina Leone, actriz y comediante, que después de un chapuzón en la pileta y una visita al health club del hotel reapareció lookeada para la ocasión en el bar de la terraza, junto con dos amigas. "Te la destapo, Caro", le pregunta el mozo, que ya las conoce y les sirve el champagne de siempre. "Nos enteramos del after porque venimos al health club. Conocés gente y está buenísimo, nos quedamos casi hasta que termina", cuenta Carolina a LA NACION.
Tapeo, tragos y DJ (o también música en vivo), un trío que se repite con éxito durante esta temporada en otras terrazas porteñas, como la del Sky Bar, en el piso 13 del hotel Pulitzer, en plena city porteña; o en la de Fornería, en el barrio de Palermo, donde la terraza tiene pasto y, próximamente, siembra de flores. "La idea era hacer toda la terraza con techo vivo [pasto], pero finalmente quedó un jardín encantador, porque tiene continuidad con el verde de la plaza", cuenta Daniel López, uno de los dueños de Foernería, un restó-bar de tres pisos en Palermo, sobre la calle Malabia.
En la terraza, iluminada por faroles que se esconden entre una enredadera, están dispuestas las mesas al aire libre, que comienzan a coparse cerca del atardecer. Extranjeros, porteños, estudiantes y oficinistas. El público es variado, pero su misión es la misma: tomar algo y compartir una charla entre amigos. Como Rosario, Sofía, Esmín y Gisella, que pidieron cerveza y una picada para "cotorrear" hasta tarde.
Desde octubre hasta abril. Los bares en las azoteas están en plena temporada, y durante este mes, donde buena parte de la gente está de vacaciones, lejos de Buenos Aires, es ideal darse una vuelta después del trabajo. También aprovechan los turistas de paso por la ciudad, como los franceses Hugo Ledocx y Elsa Thevenaut, que revelan en un inglés de acento galo su gusto por Buenos Aires, su movida cultural, gastronómica y la "simpatía" de los porteños.
Cielo abierto en el microcentro
El microcentro también tiene sus secretos bien guardados, y una de las mejores opciones de este fenómeno es el Sky Bar, en el piso 13 del hotel Pulitzer, en Maipú y Paraguay. Hasta fines de abril, el bar está abierto desde las 11 hasta la medianoche, aunque en el after office de los jueves (hasta las 2) hay que pelear codo a codo por un lugar en la barra. Bruschettas, langostinos y rabas son las opciones preferidas del menú, y los tragos cuestan alrededor de 45 pesos. DJ y música chill out y bandas en vivo, sólo los jueves.
"La terraza es un imán, todos quieren venir a tomar algo acá, y el Sky Bar porteño está inspirado en el que la cadena hotelera tiene en el Pulitzer de Barcelona", cuenta Vanesa Gómez Fernández, gerente de ventas. El perfil de público, bien corporativo. Lo confirma Pablo Maschio y su grupo de amigos, de traje y zapatos. "Si puedo, después del laburo me escapo al Sky, y cuando el microcentro se desagota de gente ahí recién me voy a casa", cuenta este contador, de 36 años.
Caracas Bar, en la esquina de Borges y Guatemala, también abre su terraza al cielo palermitano en el primer piso, y se llena después de las 23. Otra chance es el ciclo de High on the roof, que Sky Vodka organiza en la terraza de Defensa 269, arriba de La Panadería de Pablo, de 19 a 24.
"Son pequeños oasis en la ciudad, y nosotras somos un grupo de mujeres que les gusta salir a tomar algo y divertirse". Lo resumió bien Carolina Leone, champagne en mano y cómplice de sus amigas en la terraza del Hilton.
Azoteas, tragos y atardeceres
Cuatro opciones a cielo abierto para conocer
- Sky Bar
En el piso 13 del hotel Pulitzer, en Maipú 907 - Fornería
Terraza con jardín en Palermo, Malabia 1825 - Hotel Hilton
Desde 18.30 a 21; en Macacha Güemes 351 - Caracas Bar
A cielo abierto, en Borges y Guatemala
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