Desde hace tres meses, todos los días, Ben Affleck y Ana de Armas pasean sus perros por los alrededores de la casa donde pasan el confinamiento, en Los Ángeles, tras regresar de Cuba y Costa Rica. La mansión donde la pareja del momento consolida su noviazgo pertenece al famoso actor, que la compró en 2018, por 18 millones de dólares. Se trata de una impresionante propiedad de 4000 metros cuadrados con siete dormitorios, nueve baños, gimnasio, sala de cine, pileta, spa y casa de invitados. Un verdadero paraíso donde disfrutar de su historia de amor. Pero, sobre todo, la casa tiene una condición indispensable para el director de Argo, y es que está a menos de un kilómetro de su antigua residencia, donde siguen viviendo su exmujer, Jennifer Garner, y sus hijos Violet (14), Seraphina (11) y Samuel (9).