Caminaba por la playa y lo que descubrió marcó un antes y un después en su vida

Los descubrimientos arqueológicos siguen a la orden del día. En una playa de Yorkshire, en Inglaterra, una profesional del tema se aventuró en ir a buscar unos mariscos para su cena, sin saber qué tendría delante de ella un objeto de estudio que quedaría para la historia del país.

Al caminar por la arena, tropezó con una increíble huella de un dinosaurio que sobresalía, la cual provenía de un megalosaurio existente hace 166 millones de años. Marie Woods, la protagonista de esta historia, se dedica a la arqueología y quedó estupefacta ante semejante descubrimiento.

Esta huella fosilizada, que forma parte de la historia británica, fue inspeccionada y exhibida en el Museo Rotunda de Scarborough, el cual es apropiado para la dimensión de este descubrimiento que data de un dinosaurio bípedo -camina sobre dos patas- que se encontraba descansando en ese lugar, según reflejan las investigaciones sobre el caso.

A medida que la noticia tomó preponderancia en los medios de comunicación, se empezaron a conocer aún más detalles de la investigación, que según el coleccionista local Rob Taylor, comenzó cinco meses antes del hallazgo de la arqueóloga, pero al no tener pruebas fotográficas de ese momento, Marie se llevó todo el reconocimiento.

“No podía creer lo que estaba viendo, tuve que hacer una doble toma. He visto algunas huellas más pequeñas cuando salgo con amigos, pero nada como esto”, relató Marie, todavía asombrada, al medio Ladbible.

Y agregó sobre cómo fue toparse con ese registro histórico: “En el momento del descubrimiento, generó mucho interés público y me abrumaron los mensajes en las redes sociales de personas de todo el mundo”.

A pesar del paso del tiempo, la huella se mantuvo en el mismo lugar y hoy representa un fenómeno de estudio para la arqueología. En paralelo, ante una consulta entre profesionales, Marie se tomó el atrevimiento de contactar a un paleontólogo llamado Dean Lomax, quien examinó la prueba y alertó sobre su fragilidad -producto de la antigüedad- y que dicha huella corrió riesgo de borrarse por la corriente del mar.

El megalosaurio, proveniente del período Jurásico Medio, es una especie que desapareció hace miles de años, pero, como el resto de los animales prehistóricos, han dejado huellas imborrables en su camino que los profesionales se encargan de dilucidar por todo el mundo.

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