El primer club de vinos en el viejo palermo
Conocimos por los años 80 el Club del Vino en una esquina de Palermo Viejo, muy cercana a la sede actual, donde su fundador, el recordado Cacho Vázquez, seleccionaba con su equipo vinos no comercializados, pequeñas partidas elegidas y otras trouvailles de las que siempre entusiasman a los fanáticos del vino.
En la carta de vinos hay ejemplos inhallables en las vinotecas, a muy buenos precios, todos también por copa; faltan algunos cosechas tardías para postre.
El edificio actual, diseñado por Vázquez, siguió el estilo de aquella esquinita con patio y parral pero mucho más amplio y sofisticado, con museo, boutique, bodega, teatro y restaurante, como corresponde para acompañar y realzar los vinos. Los intentos por dotar al club de una cocina de gran vuelo no tuvieron éxito: se confirma el carácter del club como lugar donde socios y no socios se reúnen alrededor de un tema, que en este caso es la pareja imbatible de vino y comida, más música y teatro.
El muy joven cocinero Juan Marín, que entró en 2000, acertó con el tipo de comida sustanciosa, sencilla y generosa que le viene de su familia mendocina y del Pan y Teatro de Boedo donde cocinan todos. En el Club del Vino dio un salto gastronómico importante –antes pasó por Beckett–, se hizo más profesional, pero sin pretensiones.
Lo más club del complejo es el wine bar, que los fines de semana funciona con vinos por copa, tapas y platillos. Lo más cozy (cómodo) es el saloncito tranvía, angosto y con vidriera mirando al encantador patio central con fuente báquica, y el salón principal. Juan y una brigada bien entrenada hacen todo, hasta los panes artesanales, especialidad de la casa.
La carta es variada y completa, sopas frías, algún ceviche, arroces y pastas caseras, carnes con distintos acentos, pocos pescados pero frescos. Muy buena sopa de pescado ($ 5) estilo bouillabaisse, la fritura de pescados (12), conejo al vino (13), cochinillo adobado (13), pollo al limón (9), risotto con mejillones (13), fetuccine con salmón ahumado, menta y piel de limón (13), pañuelo de espinacas con salsa de tomates frescos y albahaca (9).
Las entradas son frescas y sencillas, los postres demasiado dulces y decorados. Fuera de hora hay cuatro propuestas para picotear (4-8). En temporada, el menú de mediodía (10). Para el 31, la propuesta es una buena comida –incluye cochinillo asado ($ 29 sin vinos)–, que seguirá con la onda que dicte la noche y la gente. Sensato.
Para guardar
Nombre: Club del Vino
Dirección: Cabrera 4737, Palermo
Teléfono: 4833-8330
Horario: de verano, sólo de noche
Especialidad: cocina mediterránea
Capacidad: 150 cubiertos
Tarjetas: todas
Otros: vigilancia
Ambiente: * * * *
Atención: * * *
Cocina: * * *