“No compitamos con la vista”, fue lo primero que dijo la arquitecta Evelina Rajchert al planificar la obra. Y es que desde el living se puede ver el amanecer. Como primera medida, optó por cortinas roller (Rielamericano) con control remoto en lugar de cortinados.
La biblioteca, diseñada por la arquitecta, fue desarrollada teniendo en cuenta los objetos que la familia quería mostrar. Para que los equipos electrónicos no rompieran la armonía se colocó una puerta corrediza que los oculta.
Como extensión de la biblioteca surge un escritorio para poder trabajar con buena vista.