La gran final del polo: una tarde perfecta, coctelería exclusiva y la terraza en la que todos querían estar
Famosos, fanáticos y aficionados disfrutaron desde el espacio de Sidra 1888 en la terraza del Beer House de la vibrante final en la que La Natividad-La Dolfina se consagró campeón al vencer a Ellerstina-Indios Chapaleufú
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La tarde del 7 de diciembre quedó grabada como una de las más luminosas de la temporada local de polo: tanto Dorrego como la tribuna C comenzaron desde temprano a poblarse de los fanáticos que llegaban de todas partes para vivir la esperada final del Abierto Argentino. Así, la Catedral de Palermo se convertía una vez más en ese punto de encuentro único en el que deporte, moda y rituales convergen sin esfuerzo aparente en una gran pasarela espontánea.

La final del Abierto Argentino de Polo, la frutilla del postre de la Triple Corona, convocó tanto a un público entusiasta como a figuras que no quisieron perderse la cita. En la cancha, La Natividad–La Dolfina –el team de Adolfo y Poroto Cambiaso y Bartolomé y Jeta Castagnola– buscaba cerrar su temporada inaugural con el título más codiciado. Del otro lado, Ellerstina–Indios Chapaleufú soñaba con coronar la unión Pieres–Heguy con su primer triunfo en el Abierto. El choque prometía tensión, historia y un nuevo capítulo para las familias más influyentes del deporte.


Burbujas, rituales y el pulso de Palermo
En tanto el sol caía detrás de las tribunas, el espacio en la terraza del Beer House de Sidra 1888, marca líder y referente de la categoría premium de sidras del país, comenzaba a convertirse en uno de los puntos más concurridos de la tarde, justo frente a la Cancha 1.
En un marco relajado, Peque Schwartzman y su mujer Euge de Martino, Zuzu Coudeu, Agus Larocca, Pollo Álvarez y Tefi Russo se acercaron al espacio para disfrutar de la sugestiva carta, con opciones como “Spritz Botánico”, “1888 Collins”, “Gin & Sidra”, “Mula de Moscú” (a base de vodka) y “1888 Botánica” (con hielo y limón).

Aficionados, invitados especiales y famosos se acercaron para disfrutar de una propuesta de coctelería especialmente creada para la ocasión: una carta fresca, elegante y con ese toque botánico que marca tendencia entre quienes buscan nuevas formas de celebrar.
La variedad 1888 Botánica se volvió protagonista entre los cócteles creados por el bartender Ramiro Ferreri, permitiendo disfrutar de todo el sabor de un blend patagónico de manzanas rojas con delicadas notas de enebro, en sintonía con las tendencias del mundo de la coctelería. Una experiencia que elevaba la tarde sin perder su espíritu sofisticado y relajado

Emoción dentro y fuera de la cancha
En paralelo, el clima dentro de la cancha se volvía cada vez más electrizante. Los Cambiaso y los Castagnola, unidos en esta nueva etapa deportiva, desplegaron su potencia habitual, mientras que los Pieres y los Heguy intentaron imponer ritmo y estrategia. La Catedral vivió jugadas intensas, roces, silencios tensos y ovaciones que parecían sacudir las tribunas. La copa quedó finalmente en manos del equipo de Cañuelas: La Natividad–La Dolfina se consagró campeón y selló la temporada con la Triple Corona, una hazaña reservada para muy pocos.


Con una propuesta de coctelería a base de botánicos y encuentros distendidos, la celebración cerró un capítulo histórico para el polo argentino y dejó instalada una tendencia en crecimiento: la sidra como una elección sofisticada para disfrutar momentos especiales y memorables.
Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años.
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