Los dramas de la reina Matilde de Bélgica, mentora y amiga de Máxima

La familia real de Bélgica atrajo la atención de todo el mundo en las últimas semanas por la reaparición de la tía desaparecida del rey Felipe. Se trata de una casa con perfil bajo, que muchos no conocen en profundidad, pero con muchos secretos por descubrir. Hoy se cumplen 20 años del matrimonio entre el actual rey y Matilda, una gran ocasión para conocer mejor a la gran mentora y confidente de la reina Máxima de Holanda.

Mathilde Marie Christine Ghislaine d’Udekem d’Acoz es el nombre completo de la reina consorte que nació en 1973. De parte de su madre, tiene genes de alta nobleza polaca y ancestros que fueron parte de la realeza. Estudio en escuelas prestigiosas y se graduó con honores de la universidad, con un título de foniatra. Inclusive siguió estudiando luego de casarse con Felipe, y terminó un máster de Psicología en 2002.

Matilde es la mayor de cuatro hermanos, seguida por Marie Alix, dos años más chica que ella. La joven que era muy cercana a ella murió en un trágico accidente de tránsito a los 22 años, poco después de haber presentado a su hermana con Felipe.

Un camión perdió el control en la autopista A-Bruselas provocando un choque directo con el auto que manejaba la joven, acompañada por su abuela materna Zophia Sapiha, de 77 años. Fue el actual rey quien organizó el funeral.

Para su vida, Matilde recreó la que llevó en su infancia y tuvo cuatro hijos: Isabel de 18 años (la primera heredera de la corona), Gabriel de 16, Manuel de 14 y Leonor de 11. En sus dos décadas de matrimonio, no ha habido sobresaltos salvo un rumor: en el libro Question Royale, el escritor Frédéric Deborsu asegura que el rey mantuvo durante 14 años una relación homosexual.

Según la investigación que incluye el testimonio de 50 testigos supuestamente cercanos a la familia, el matrimonio con Matilde ocurrió solo porque el padre de Felipe le dijo que "o se casaba o nunca sería rey". La casa respondió a esta información diciendo que es irreal y dolorosa.

Su relación con Máxima

Dado que creció en una familia aristócrata, no fue difícil para Matilde acomodarse al mundo de la realeza. Se dice que fue un gran apoyo para la reina Máxima en este aspecto: por un pedido de Guillermo de Holanda, la argentina viajó a Brusealas una vez por semana durante más de un año para recibir sus consejos.

Naturalmente, se hicieron muy amigas y mantienen un vínculo hasta hoy. Las unen gustos como su pasión por el diseñador Edouard Vermeulen y una gran pena: las dos perdieron a una querida hermana menor.