Mellizos. Cómo ayudarlos a desplegar sus características reales
Para continuar y también cerrar el tema del orden de nacimiento quedan los mellizos, incluyendo a los gemelos (mellizos idénticos), trillizos, etc., tema de gran actualidad ya que han aumentado en los últimos años. La razón es sencilla: los avances de la medicina en tratamientos de fertilidad han multiplicado los embarazos -y partos- múltiples.
Por un lado estos bebés estuvieron juntos desde el momento mismo de la concepción, y esto les da una enorme potencia, inconcebible para los que no fuimos mellizos. Por el otro nunca poseyeron a su mamá -y/o papá- en exclusividad, no estuvieron solos en ese vínculo, ya que desde el nacimiento compartieron cuidados, alimento, abrazos con otro bebé, o con más de uno.
¿A qué tenemos que esta atentos si tenemos mellizos?
- En primer lugar es importante durante los primeros meses que ambos padres se conecten con cada uno de los bebés -los atiendan, mimen, jueguen, consuelen- a pesar de que naturalmente nos inclinaremos a dividirlos entre papá y mamá. ¿Por qué lo hacemos? Porque tendemos a acercarnos al que mejor nos recibe -es más fácil- y a ofendernos con el que ‘prefiere’ al otro. Pero, si no estamos atentos, en poco tiempo uno de los mellizos pasa a ser ‘el de mamá’ y el otro ‘el de papá’. Esto perdura en el tiempo y complica la individuación, es decir el proceso de cada uno de ellos de convertirse en persona a través de relaciones, identificaciones y diferenciaciones con ambos padres a medida que crecen.
- Por otro lado los padres tienen que hacerse fuertes para tolerar los embates de esos dos –o tres- que "juntos son dinamita", tienen la fuerza del equipo para enfrentar a sus padres y a menudo lo hacen.
- Ya dije que los hermanos -en general- tienen una natural tendencia a "complementarse" en su desarrollo, uno se muestra simpático y el otro más hosco, uno generoso y el otro más egoísta, es la forma que encuentran de diferenciarse entre ellos. Esta tendencia, común entre hermanos seguidos del mismo sexo, es más fuerte en mellizos y gemelos. Y es más leve, aunque igual ocurre, si los hermanos son de distinto sexo. No deciden hacerlo conscientemente, simplemente sucede, y corren el riesgo de no desplegar plenamente sus características reales en este ‘reparto’ de habilidades (Juan es bueno al fútbol, a Pedro le gusta leer) y rasgos de carácter, tomando para sí tanto algunos aspectos luminosos -los que consideran aceptables- como otros oscuros, que sienten que no van a ser tan bien recibidos. (Mariana se muestra colaboradora pero muy desordenada, a Inés en cambio le cuesta ayudar en casa pero es muy ordenada).
Tarea en casa
Nuestra tarea como padres es que cada uno conozca y despliegue sus potencialidades: sin rendirse y abandonar la batalla con el hermano (quién es el mejor lector o el mejor jugador de fútbol), sin escudarse en el hermano (no necesito animarme a buscar amigas porque salgo con las de mi hermana), sin repartir habilidades y defectos (para qué voy a ordenar si ella es la ordenada, o sigo buscando destacarme por todo lo que ayudo a mamá), y sin descargar ciertos temas a través del otro (yo no necesito hacer enojar a papá porque mi hermano lo vuelve loco, ¡y yo disfruto mirando!).
La individuación es una tarea compleja y necesaria para todos los hijos, un poco más difícil en mellizos y más aún en los gemelos, justamente porque, al ser idénticos físicamente, requieren toda nuestra ayuda para convertirse en personas únicas y separadas de su/s hermano/s.
Hoy ya sabemos la importancia de que se vistan distintos, simbólicamente representa muy bien el favorecer el despliegue del verdadero self, la identidad de cada uno. A los mellizos los ayuda también que tengan programas separados (no que cada vez que inviten a uno, mandemos a los dos); que tengan una fecha especial de celebración cada uno; que no los forcemos para que hagan las mismas actividades. También es ideal -no siempre posible- que a partir de sala de tres o cuatro años estén en distintos grupos en el colegio. Finalmente, algo que involucra a todos nuestros hijos, pero que en caso de mellizos se vuelve fundamental- es no compararlos.