Metamorfosis de Pedernal

Para la mayoría de los bebedores de vinos, la Cordillera de los Andes es una postal de ensueño. Para geólogos y terroiristas, en cambio, supone una ventana al pasado que repercute en el presente.

El mejor ejemplo de esta foto doble faz hoy está hoy en Pedernal, un valle que está migrado desde la postal bonita a un paraíso para la exploración en materia de vinos. ¿La razón? Hay que buscarla debajo de las piedras.

La Indicación Geográfica Valle de Pedernal fue solicitada en 2007 por el Grupo Peñaflor, que venía plantando en la zona con plena fe. Razón no le faltaba: entre 1250 y 1500 metros, cercado entre dos sierras –la del Total al oeste y la de Pedernal al este– prometía un futuro de vinos frescos en la provincia del calor. No se equivocaron.

Con 1300 hectáreas plantadas entre 78 productores, el Valle de Pedernal está dejando de ser la foto prometedora porque, a raíz de la extensión alcanzada, se hizo necesario ver en detalle los suelos y sus posibilidades para lograr la excelencia. Para eso, en los últimos dos años e invitados por Pyros Wines, llegaron dos exploradores terroiristas franceses, Claude y Lydia Bourguignon (pareja con portación de apellido), que comenzaron a desenterrar la promesa.

La hipótesis que manejan los Bourguignon –dueños de un laboratorio de análisis de suelo y consultores en materia de terroir para Romaneé Conti, además trabajar en Francia, California, China y Georgia– es que la Sierra de Pedernal (el cordón al este) es el único lugar plantado con vid de la Argentina que tiene un sustrato genuinamente calcáreo, con roca calcárea. Y acá es donde la foto les dice más a quienes saben mirar, ya que está constituida por sedimentos marinos metamorfoseados en procesos tectónicos: algunas son mármol puro, otras calcoesquistos y sus meteorizaciones en suelo.

Conscientes de todo lo que se “calcarea” en nuestro país al respecto, en una comida que compartimos les preguntamos a los Bourguignon por qué ponderar este hecho geológico: “Porque en nuestra experiencia –dijo Claude– los terroirs únicos en el mundo son los que tienen este componente”.