Pasteles orientales

Desde Caballito, límite con Flores, surge esta innovadora apuesta: una pâtisserie de diseño que incorpora sabores exóticos. Un cálida esquina moderna, donde prima el orden, el silencio y el refinamiento. Con pocas mesas, se vuelve un refugio para disfrutar una nueva experiencia en sabor. Lab Sucré es una pastelería y cafetería gourmet que fusiona recetas de Oriente y Occidente, donde el protagonista es el matcha (té verde), propio de la pastelería japonesa. Lo atienden sus dueños Adrián Cho y Paola Chang, qué se formó como chef pâtisière en Buenos Aires, Asia y París, bajo la tutela del chocolatero Jacques Genin.

En la actualidad, el matcha se utiliza con más frecuencia en pastelería, pues es una opción saludable y un eficaz colorante natural. Cuenta con un sabor inconfundible, al tiempo que funciona como un ingrediente muy versátil rico en antioxidantes y minerales. Cuando se usa en bebidas aporta clorofila, cafeína y L-teanina, y nutrientes como minerales, vitaminas A, B, C, E y K y fibras dietéticas.

En el local se lo puede degustar en las distintas versiones de bebidas latte, frías o calientes, como en su pastelería: tortas, cakes, éclairs o sus distintivos lingotes llamdos tortas fraccionadas. La torta Vert tiene castella de matcha (bizcocho típico japonés), crema de chocolate blanco y matcha y ganache de chocolate de leche. La Fraccionada de matcha incluye castella de matcha, ganache de chocolate de leche y mousse de matcha.

Lab Sucré también ofrece cafés de especialidad como el blend de Puerto Blest, tés en hebras, matcha latte o jugos naturales y opciones saladas, como el tostado de jamón y queso en pan de leche japonés.

En Av. Avellaneda 1932. @labsucre