"En 36 horas se donó plata, se confeccionaron moldes y se distribuyeron más de 750 metros de tela. Manos voluntarias cortaron y cosieron en Esquel y en Trevelin equipos de protección para los agentes de salud que van a trabajar seguramente sin descanso para cuidarlos. Son días difíciles de emociones y ansiedades por lo que vendrá, nos queda la enseñanza de ser más humanos, más solidarios, mejores personas. Yo te cuido, vos me cuidas". Hace unos días publicó en su muro de Facebook estas emotivas palabras Andrea Saglimbeni, Médica Pediatra que trabaja en el Hospital Zonal de Esquel (Chubut).
Menos de 48 horas atrás, saliendo de una guardia, se puso a pensar en que si colapsaba el sistema de salud (a raíz de la pandemia del coronavirus) la distancia y la falta de insumos les jugarían en contra a los especialistas. Entonces, se le ocurrió iniciar una campaña en Facebook para pedir fliselina y manos voluntarias para confeccionar equipos de protección para los agentes de salud.
"Yo te cuido, vos me cuidas"
Bajo el slogan "Yo te cuido, vos me cuidas" el sábado 21 de marzo comenzó a recibir propuestas de muchas personas que no querían quedarse afuera de esa movida solidaria. Una de las primeras que se enganchó con la propuesta fue Glenda Lloyd, que desde hace 12 años se dedica a la costura y al diseño textil. "Por una extraña casualidad, frente a mi casa vive Natalia Galli, costurera y emprendedora, también conectada con Andrea. Así que lo primero que hicimos fue hacer los moldes de lo que íbamos a necesitar. Andrea nos trajo piezas de fliselina y las muestras que dejó en la puerta de nuestras casas. Nos dividimos y cada una se llevó a su casa. La tarea era hacer los moldes de lo que nos tocaba a cada una y también hacer copias para repartir entre las costureras. Armamos un grupo de whatsapp con todas las mujeres que se contactaron con nosotras. Julieta Rugiriello y Soraya Alvarado también cumplen un rol súper importante. Ellas tienen un emprendimiento textil y cuentan con una máquina de corte así que se encargaron de cortar una buena cantidad de piezas, además de repartir a las costureras en el auto. Trevelin (localidad ubicada a 25 kilómetros de Esquel) es chico así que fijamos una hora y alguna de nosotras salía a repartir o a buscar a la casa de las mujeres. Por supuesto, todo en auto, sin entrar a las casas y recibiendo los trabajos en las puertas", cuenta Lloyd.
"Nos sorprendió muchísimo la repercusión"
A raíz de toda la movida que se generó en Facebook y en los grupos de whatsapp, mucha gente comenzó a transferir dinero desde sus cuentas bancarias a un comercio textil de Esquel. Otras personas se quedaron trabajando desde sus casas.
La tarea de Natalia Galli fue la de confeccionar moldes junto a la ayuda de su hijo. "Nos sorprendió muchísimo la repercusión, nos pedían moldes e información desde Puerto Deseado, El Bolsón, Córdoba e incluso nos contactó gente que quería colaborar cosiendo desde Buenos Aires", se alegra Galli.
La capacidad de acción de las mujeres
"Esto fue más que un acto de solidaridad, la gente en su casa generó energía de la buena, depositó esperanza, nos cuidó a nosotros y eso nos motiva para seguir con el compromiso de cuidarlos a pesar de los tiempos que se avecinan", se esperanza Saglimbeni.
"Todavía estamos trabajando, tenemos más piezas por cortar y coser. A mí lo que más me conmueve de estos actos solidarios, siempre, son las mujeres y nuestra capacidad de acción y organización en el medio del caos. Creo que combinar maternidad con trabajo es una de las cosas más difíciles que nos toca vivir y esto es un claro ejemplo de que podemos hacer casi todo lo que nos proponemos. Muchas de las costureras son madres solas con sus hijos/as y los/as involucran en el trabajo. Las veo en las fotos, sonriendo, cosiendo con sus niños/as al lado y me llenan de amor y orgullo", se emociona Lloyd.
Las donaciones serán entregadas al hospital Rural de Trevelin y al Hospital Zonal de Esquel.
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