Rica en agua y fibra, ácido fólico, sodio, vitamina C (antioxidante) y vitamina K (que interviene en la coagulación de la sangre), magnesio, beta carotenos, potasio y luteína, la espinaca es un vegetal que puede consumirse durante todo el año y en diferentes preparaciones.
“Su consumo ayuda a estimular el tránsito intestinal y dar saciedad a nivel del estómago; favorecer función muscular, nerviosa y la producción de energía y a proteger al aparato visual de la luz solar. La forma más indicada para comer la espinaca es cruda, ya que durante la cocción se pierden algunas vitaminas y minerales. Por ese motivo, si se cocina, debe ser al vapor o con un mínimo de agua o por escaldado (remojo en agua hirviendo por un minuto y las retiro),” dice la Lic. Karina Mariel Luna, especialista en Alimentación Ayurvédica y naturista de DIM Centros de Salud.
Es ideal para sumar en salsas para acompañar a las pastas; combinada con otros vegetales como cebolla y brócoli; en hojas sobre la tostada del desayuno y/o merienda; en licuados con frutas y otros vegetales; en tortillas, budines o soufflé; en tartas y empanadas o sobre la pizza con tomates cherry y en ensaladas crudas combinadas con otros vegetales, semillas y frutas secas. Aquí, 8 opciones para comerla en platos abundantes y con mucho sabor.
TOSTADO DE ESPINACAS
Para quienes buscan disfrutar de un desayuno tardío, brunch o almuerzo ligero, la sugerencia de este local es el tostado de espinacas a la crema. Sale en un crujiente pan brioche, untado con salsa bechamel de espinacas y coronado con un mix de quesos gratinados (fontina, provolone y parmesano). La experiencia se completa con variedad de cafés de especialidad (flat white, doppio, mocaccino, iced coffee, etc), mocktails, cócteles de autor y más. Entre otras opciones, este plato forma parte de la carta de desayunos all day, disponible de martes a domingo de 11 h 16 h.
Ubicado en los Arcos del Rosedal, AVG Electric Café tienta con sus cafés de especialidad y su oferta gastronómica casera y de estación. Este espacio abierto, con marcado diseño minimalista y mucha luz natural, cuenta con dos patios: el frontal, donde hay un imponente sillón de hierro forjado y una acogedora casita desde la que salen los pedidos, y el de atrás, donde suelen organizarse atractivos ciclos musicales al aire libre. Dirección: Av. Infanta Isabel 110, Arco 9, Palermo. / Instagram
CROQUETAS DE ESPICANA, TOMATE, VERDEO Y MOZZARELLA
Es uno de los platos típicos de la cocina española y generalmente se sirven como una tapa, como entrada o con una elaboración más completa, como plato principal. Para preparar estas deliciosas croquetas, en Las Violetas usan espinacas frescas cocidas al vapor, y no las congeladas, por la textura que permite darle a la preparación. “A favor tenemos que la espinaca está disponible durante todo el año, pero se considera que está en temporada durante el mes de agosto, un buena época para hacer croquetas e infinitas preparaciones”, dicen desde la cocina de este emblemático lugar.
En casi 140 años de historia, el interior de Las Violetas ha sido testigo de todo tipo de acontecimientos. La distinguen sus “exquisiteces” porque aseguran con orgullo que tienen al “mejor pastelero de la Ciudad de Buenos Aires”. Este bar notable ambién sobresale por su arquitectura, con unos hermosos vitrales que requieren de un mantenimiento constante. Dirección: Av. Rivadavia 3899, CABA / Instagram
BUÑUELOS DE ESPINACAS
De sus platitos para picar y compartir que ofrece este spot en el Bajo de Martínez, son imperdibles los buñuelos de espinaca. Se preparan con una mezcla de huevos, harina, polvo de hornear, queso parmesano y espinaca fresca, condimentados con ajo, perejil, sal y pimienta. Se sirven cuatro buñuelos grandes, acompañados con un delicioso alioli casero.
Sobre la costanera, Tribu es el spot indicado para hacer un plan diferente, frente al río y en un lugar rodeado de naturaleza. Ya sea en su sofisticado salón vidriado o en su amplio deck a cielo abierto, se puede degustar cocina típica con toques gourmet, donde la parrilla y el horno de barro son los protagonistas, además de una destacable coctelería clásica y de autor. Dirección: Juan Díaz de Solís 2794, Martínez. / Instagram
ALBÓNDIGAS DE ESPINACA CON AZAFRÁN
Con salsa de azafrán, crema, cebolla y jamón cocido y gratinadas estas albóndigas de ricota y espinacas son ideales para una cena abundante y también para compartir. Forman parte del recientemente inaugurado Puny Pasta & Grill, la nueva propuestas gastronómica en el Theater District porteño.
El lugar fue pensado para cenas con amigos y en familia para culminar una tradicional salida porteña, en un ambiente cálido, confortable, con una estética sobria y elegante, y un sector de mesas largas para recibir a los elencos de los espectáculos aledaños. Se destacan sus dos cocinas (una en planta baja y otra en el primer piso), su barra en la que se ofrecen tragos de autor y un primer piso con una vista única y privilegiada a una de las principales avenidas porteñas. El restaurante hace honor a la “vera cucina italiana”y tiene al cocinero Christian Bonfanti al mando. Dirección: Av. Corrientes 1269, CABA. / Instagram
PIZZA CON ESPINACAS Y UN TOQUE DE CHILE
Por la carta de este lugar especializado en pizzas, desfilan más de 17 variedades, entre clásicas y otras de sabores bien jugados. Un ejemplo de estas últimas es la pizza de espinaca, una opción bianca (sin salsa), con mozzarella, espinaca fresca salteada con un toque de chile y ajo, panceta en tiras, un poco de queso cremoso de cabra y, en el centro, un huevo mollet (blando por fuera y con la yema bien líquida). Esta joyita se puede maridar con una interesante selección de vinos de productores y zonas vitivinícolas.
Mil y Pico es el laboratorio del chef Danilo Ferraz que ofrece una versión más contemporánea de sus famosas pizzas a la parrilla. Para lograr la masa más finita, crocante y ligera del mercado, la hacen con muy poca levadura, larga maduración en frío, la estiran a la palote y la cocinan directo a las brasas del quebracho colorado. Dirección: Av de Los Incas 5499, Parque Chas / Av. Dorrego 1194, Chacarita. / Instagram
MALFATTI DE ESPINACA Y RICOTA
El Malfatti es una pasta casera tradicional de la cocina italiana. Similares a los ñoquis, pero su forma es irregular y además el modo de preparación es diferente. Los clásicos son de espinaca y ricota gratinados. En este restaurante de auténtica cocina italiana, los cocinan por tandas para poder sacarlos sin apuro.
La carta de Sottovoce, que sufrió un incendio en enero de este año, tiene su fuerte en el sector de pastas: “Hechas en casa con sémola dura de trigo candeal y huevo”. Entre los platos que no pueden faltar están las berenjenas alla parmegiana, el Rotolo alla Bolognese o los malfatti. Dirección: Av. del Libertador 1098, CABA. / Instagram
RAVIOLONES DE ESPINACA CON SALSA POMODORO
Si lo que se busca es disfrutar de un buen plato de pastas caseras, los raviolones verdes rellenos de espinaca son un must. Acá los preparan con harina 000, huevos y espinacas frescas para darles su característico color verde y los rellenan con una suave mezcla de espinacas y queso parmesano. Esta delicia puede combinarse con cualquiera de las salsas de su menú (fileto, blanca, mixta, pulpetines de cerdo, etc) pero el chef Oswaldo Coronel sugiere la pomodoro, una tradicional a base de cebolla, tomates, aceite de oliva y albahaca.
El barrio de Belgrano es sede de Biutiful, un ameno y confortable bistró en el que se puede degustar un gran abanico de opciones caseras a lo largo del día. Su acogedor salón, de estilo country con toques de diseño, y su deck sobre la vereda a la sombra de los árboles invitan a pasar momentos de calma y distensión. Dirección: Cuba 1935, Belgrano. / Instagram
ESPINACAS A LA CREMA CON PARMESANO GRATINADO
En esta parrilla de impronta española, dicen que una de las mejores formas de comer las espinacas es a la crema. Por la combinación de las texturas y la mezcla de sabores, al agregarle salsa bechamel y nuez moscada, el resultado gusta a todos. Como guarnición, es perfecta para acompañar todo tipo de platos. Lo importante es que antes de servirlas, quede la superficie dorada y crocante.
El local tiene su historia. En 1953, el español Jesús Pernas recién llegado de España abrió un almacén de ramos en el que ofrecía vermouth, matambre caseros y sándwiches de jamón crudo en la esquina de Cabrera y Gurruchaga y lo tuvo abierto hasta 1999. En 2001, los nuevos dueños abrieron una parrilla y le pusieron Lo de Jesús, en homenaje al español más conocido del barrio. Dirección: Gurruchaga 1406, CABA / Instagram
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