Un país bipolar, Kicillof y el gran acuerdo nacional
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Los valores no se negocian
Las consecutivas malas decisiones de los gobernantes no pueden traer otra cosa que un futuro doloroso. A algunos les va a doler más que a otros, como ocurre siempre. Y aquellos que creen que no trabajar o estudiar es placentero son los que más sufrirán. La historia del mundo, a la cual creen no pertenecer, les enseñará que hay caminos que no se pueden desandar. Esta tragedia cultural que está viviendo la Argentina, esta anarquía, que me hace trastabillar por no saber dónde pisar, esta sensación de falta de libertad individual que vuelvo a sentir a mis 68 años lograrán que una vez más me vuelva a poner de pie, para enseñarles a mis nietos que los valores no se negocian porque el esfuerzo, el estudio y la búsqueda del bien común los convertirá en personas que no tendrán que elegir nunca el mal menor.
Mirta Villanueva
DNI 10.625.206
Un país bipolar
El trastorno bipolar es una afección mental en la que el estado de ánimo oscila, en forma más o menos marcada, entre dos extremos. La Argentina es bipolar, pero en la otra acepción del término que figura en la RAE: tiene dos extremos en las acciones y políticas de sus gobernantes. Los argentinos también lo sufrimos y lo demostramos viviendo con constantes cuestionamientos sobre nuestro pasado y nuestro futuro. Buscamos un equilibrio o una cura que cada vez es más difícil de encontrar. El actual sistema político señala un culpable, descalifica a quien es del otro extremo, define quiénes son los buenos y los malos, los honestos y los corruptos, los neoliberales y los populistas. Esa es la forma más fácil para gobernar. Porque es la forma más fácil para encontrar respuestas a los problemas. El camino correcto es más angosto, más largo y más caro desde un punto de vista emocional. Pero vale la pena pagar el precio. Hay que dejar de lado esa estúpida grieta, esos extremos que no llevan a nada y aprender a convivir, negociar y consensuar entre nosotros qué es lo que debemos hacer para que la Argentina se transforme en lo que todos en el fondo anhelamos. Ese puede ser el mejor remedio para enfrentar la enfermedad que sufre hoy nuestra sociedad.
Eduardo Taiana
eduardo.taiana@gmail.com
A Kicillof
Tengo una sobrina que vive en Madrid desde hace 10 años y le pregunté: “Mer, ¿cerraron los colegios durante la segunda ola?”. Y ahí empezó mi asombro: “Acá ya vamos por la cuarta ola y nunca cerraron. Ni siquiera durante la gripe española se suspendieron las clases, las daban en los patios y al aire libre”. Y agregó: “Yo tengo tres burbujas (Milo en la guardería, sala de 2; Ciro, de 5 años, y Galo, de 7). Nunca se me pinchó la burbuja. Y eso que son 20 chicos en la clase. Van de 9 a 16 o 17 y comen ahí… Solo cerraron una semana, por la nevada fuerte que hubo, y donde se cortaron todas las calles”.
¿Por qué el gobernador Kicillof no dice la verdad, se informa y hace las cosas bien?
Eduardo Yvorra
DNI 10.155.602
Un acuerdo nacional
Señor Presidente, los conflictos de cualquier naturaleza son, a decir de Sun Tzu, “cielo, mar y tierra”, es decir involucran absolutamente todo. Usted está condenando a los argentinos a un futuro sin destino por manejar esta crisis de manera deficiente, que genera crisis en todos los ámbitos –de la salud, económico, cultural, político, social– que hacen al bienestar general de los argentinos por igual. La esencialidad nos involucra a todos, porque todos tenemos necesidades básicas que resolver. El virus este año ha demostrado su carácter y modo de transmisión. Su gobierno sigue actuando como si no hubiese aprendido nada y no puede generar estrategias nuevas. Suspender las clases presenciales es condenar a nuestros jóvenes. La carga psicológica que su administración genera es difícil de cuantificar, pero de fácil percepción; también hace a la salud de los argentinos.
Señor Presidente, con todo respeto a su investidura y al mandato de nuestra Constitución, si por sí solo no puede administrar esta crisis, convoque a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria y todos los gobernadores para diseñar un gran acuerdo nacional para administrar esta crisis, antes de que colapse la república.
Vicente Palumbo
DNI 8.347.679
Segunda dosis
Respecto de la segunda dosis de la vacuna Sinopharm, recientemente vi por TV al ministro Quirós. Sinopharm dice: día 1 y día 21, a lo sumo día 28. Y no tiene estudios a 120 días para la segunda dosis: irresponsabilidad científica. Tampoco me puede asegurar que van a aplicarla a 120 días, porque no saben si la van a tener: irresponsabilidad sanitaria.
Gustavo Di Bella
Director carrera de Odontología USAL/AOA
DNI 16.823.617
Las aulas del olvido
Recorro con mi mente las aulas de la infancia, los pasillos inundados de risas y alegría. Vienen a mi memoria los pizarrones, las señoritas, mis compañeros, los recreos, izar la bandera y cantar “Aurora”. Una sonrisa se me dibuja al pensar en los recreos. Recuerdos que forman parte de la memoria afectiva de aquellos que tuvimos la suerte de conocer el valor de ir todos días a la escuela. Los paros o huelgas eran casi inexistentes y el compromiso de los docentes, inalterable. La educación es un valor que equipara, iguala y garantiza acceso a la vida de los adultos, brinda herramientas y valores incorruptibles, nos enseña que el esfuerzo siempre tiene su recompensa.
Año 2021, una pandemia nos pone a prueba diariamente, el diálogo sordo reclama que los inocentes sean oídos, la mezquindad reina en este caos y los gobernantes no dejan de sembrar el terror. Nos vuelven a encerrar... Necesitamos nuevos rumbos, nuevas ideas. Que la unión sea el canal para resolver los problemas y los ciudadanos podamos aportar, desde nuestro lugar, soluciones. No suprimiendo derechos, sino confiando en nuestra responsabilidad.
Vuelvo a las aulas de la infancia, ya no oigo gritos, y la escuela vacía está triste. La angustia invade nuestros televisores. Oigo voces que expresan decisiones sin sentido...
Mientras tanto reina el silencio de los inocentes, y son víctimas de la postergación. No me refiero a aquellos niños que gozan aún del acceso a una educación, sino de aquellos que no tienen voz y son rehenes de su destino, y me pregunto: ¿qué esperamos para hablar de las víctimas del olvido? Las aulas deben permanecer abiertas y garantizar que la educación vuelva a ser un pilar en nuestro país, convencidos de que es la mejor solución para todos los problemas y un derecho de nuestros hijos. Presidente, reflexione y ya deje de jugar con el destino de los niños. Se lo dice alguien que se siente orgulloso de ser argentino.
Federico Bellezze
DNI 24.990.163
Labor del Congreso
En el DNU 241, sobre las nuevas restricciones impuestas, se advierten desde ya su inconstitucionalidad e invalidez. En sus fundamentos se invocan los numerosos decretos leyes, reglamentarios y delegados emitidos por el Poder Ejecutivo Nacional a partir del 12 de marzo de 2020, con sustento en la emergencia sanitaria. Aunque hasta ahora ha venido siendo tolerada la emisión de normas legales por el Ejecutivo en estas condiciones, dicha aquiescencia se ha ido deteriorando en la medida de los reiterados abusos ocurridos, así como por la notoria ineficacia de muchas de las medidas dispuestas, a las que ahora se suma el fracaso de la asunción unitaria de la adquisición y distribución de vacunas, que ha redundado en una masiva desprotección de la enorme mayoría de la población, pues más del 80% no ha recibido ninguna dosis.
Es indudable el vicio de invalidez formal y de fondo, pues la regla que habilita el dictado por el Presidente de decretos en materia legislativa pone una condición sustancial, y es la existencia de “circunstancias excepcionales que hicieran imposible seguir los trámites ordinarios”, lo que cabalmente no se ha cumplido, pues, como consta, el Congreso ha funcionado y está funcionando. En cuanto al fondo, cualquiera sea la emergencia, ninguna medida que restrinja los derechos individuales puede ser irrazonable o desproporcionada; por el contrario, las medidas deben ser prolijamente diseñadas y aplicadas puntualmente de modo que el remedio no resulte peor que la enfermedad, principio básico médico, que se aplica cabalmente a la presente situación. Aun el Congreso cuando legisla debe sujetarse a la Constitución solemnemente jurada. Cabe denunciar pues la notoria falta de voluntad del Poder Ejecutivo en admitir el funcionamiento regular de las instituciones deliberativas del Congreso. Más que la urgencia, lo que se advierte es la voluntad de esquivar el debate democrático y tener que dar explicaciones sobre las promesas incumplidas y sobre los planes correctivos que debieran estar desarrollándose. En cambio, asistimos a una pretendida asunción de una forma de absolutismo monárquico, que como sociedad hemos rechazado desde 1810.
Roberto Punte
Presidente Club del Progreso
María Florencia Ausina
Gerente
gerencia@clubdelprogreso.org
Ante todo, un servicio
Soy biólogo, hace más de 30 años que trabajo en brindar servicios: guío a birdwatchers y organizo exposiciones. No tengo margen de error: mis clientes solo esperan recibir un buen servicio. Si no puedo cumplir lo prometido, mis explicaciones del no cumplimiento no tienen ningún valor, en general solo sirven para aumentar aún más la sensación de frustración.
Un gobierno es esencialmente un servicio. Las explicaciones de por qué no tenemos vacunas –cuando nuestros vecinos sí– solo aumentan nuestra frustración.
Diego Gallegos
DNI 18.509.589
En la red Facebook
Pandemia: refuerzo de mil gendarmes para el control de las restricciones a la circulación
“Y si hicieran lo mismo para protegernos de los delincuentes…”- Mariana Tahhan
“¡Los gendarmes no van a reprimir a sus compatriotas!”- Juan Carlos Di Carli
“A mí me gustaría que las fuerzas federales estuvieran todo el tiempo, así la gente que trabaja puede hacerlo sin peligro, y también sacarían los vendedores de drogas de las esquinas de los barrios”- Nélida Fernández
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